Varias agrupaciones de República Dominicana han denunciado que comercios chinos instalados en todo el territorio nacional incurren en prácticas desleales, que afectan a los empresarios nacionales.
En los últimos años en nuestro país, como en otras naciones, el comercio chino ha crecido como la verdolaga.
En República Dominicana hay más de 638 negocios chinos, entre tiendas de ropa y por departamentos, de electrodomésticos, ferreterías y hasta farmacias, de acuerdo con estimaciones de la Federación Dominicana de Comerciantes (FDC).
Solo en Santo Domingo Este hay más de 15 tiendas de artículos importados desde China, la mayoría de ellas instaladas en los últimos tres años.
Entre las irregularidades atribuidas a comerciantes chinos, figura la evasión de impuestos a través de subterfugios, la contratación de extranjeros indocumentados para ahorrarse costos por derechos laborales y el despido de dominicanos antes de cumplir los tres meses, para no pagarles prestaciones laborales.
Desde hace tiempo es conocida la frecuente contratación en pica pollo chinos de haitianos, en su mayoría ilegales, que, por ese estatus, no pueden reclamar derechos laborales, más allá del salario.
Sin causar algún perjuicio a los comerciantes chinos responsables que han decidido instalar negocios en nuestro territorio, con lo cual contribuyen con la creación de empleos y el crecimiento de nuestra economía, las autoridades están en el deber de investigar y tomar las medidas necesarias, si algunos de ellos incurren en competencia desleal y lesionan las recaudaciones del Estado.
Prestemos atención a tiempo a cualquier situación anormal que pueda haber en el comercio chino nacional que, como ese país asiático, seguirá creciendo a pasos agigantados.