El PLD lo fundó el profesor Juan Bosch el 15 de diciembre de 1973, al renunciar como presidente del PRD, con el argumento de que ese partido había cumplido su misión histórica y había perdido su esencia.
Mientras estuvo activo en las lides políticas, Bosch fue siempre líder, guía y candidato presidencial del PLD. Con Bosch como candidato, el PLD nunca pudo llegar al poder. Luego de su retiro, el PLD logró gobernar el país por 20 años con dos presidentes: Leonel Fernández, durante tres períodos y Danilo Medina por dos períodos. Luego de un enfrentamiento irracional entres esos dos líderes y expresidentes, el PLD se dividió en octubre del 2019 y fruto de eso perdió el poder.
Octubre, el gran reto del PLD
Aunque perdió las elecciones pasadas y existe una campaña de desprestigio y persecución judicial en su contra, hoy el PLD es una de las principales fuerzas políticas de la nación.
Está presidido por Danilo Medina, quien es el mejor armador político del país y uno de los principales responsables de la construcción de la estructura del PLD.
No fue casual que en la década de los 80, cuando Rafael Alburquerque renunció como secretario general del PLD y se llevó consigo una parte importante de la estructura peledeísta de entonces, a quien llamó Juan Bosch para reconstruir el PLD fue a Danilo Medina.
Hoy día, Danilo está totalmente dedicado a fortalecer orgánicamente el PLD, a rescatar su imagen y a garantizar que salga unificado del proceso de octubre.
Ese es el gran reto del PLD en este momento: Escoger a su candidato o candidata sin que se produzca ningún conflicto. El objetivo principal es romper con la imagen de división y debilidad que dejó el proceso de elección del candidato en aquel complicado octubre del 2019.
Como candidato, Bosch no tenía competencia
Al fundar el PLD Juan Bosch dijo que esa organización era “un partido único en América Latina” y que la función principal era “concluir la obra de Duarte y los trinitarios”.
Ciertamente el PLD surgió con una realidad muy especial y muy diferente a todas las organizaciones políticas dominicanas que habían existido hasta ese momento. Lo primero es que nacía de la mano de un ex presidente de la República y uno de los más destacados intelectuales de América Latina, el cual había formado el que hasta ese momento era el partido de mayor fortaleza en la nación, el PRD. Pero también el PLD tenía un criterio de partido de cuadros, al estilo leninista o de izquierda, donde la estructura era lo fundamental para el accionar político.
En ese momento, para lograr ser miembro de la estructura orgánica del PLD, los aspirantes debían pasar por un llamado Círculo de Estudios, donde aprendían de la visión histórica y social que tenía Bosch de la sociedad dominicana y de otros aspectos de la historia. De ese círculo salían graduados y ya preparados para actuar políticamente.
El PLD en principio, era una especie de escuela de líderes, donde todos se preparaban y tenían que respetar la disciplina partidaria.
Eso era básico, fundamental e inviolable. Para darle importancia a la disciplina, Bosch decía que las dos organizaciones más viejas de la humanidad, la Iglesia y el Ejército, se habían mantenido tanto tiempo por el respeto a sus normas y a su disciplina. Y eso mismo hizo el PLD en sus inicios.
Candidatura de Bosch
Partiendo de esa realidad, cuando el PLD decidió ir a las primeras elecciones en mayo de 1978, lo lógico y elemental era que llevara a Bosch como su candidato presidencial.
El procedimiento en ese momento no era votación de la mayoría de los miembros de forma directa, sino la votación de los organismos. Ese procedimiento se mantuvo durante las cinco ocasiones en que Bosch aspiró a la presidencia desde el PLD.
Bosch fue el candidato de su partido para las elecciones de 1978, 1982, 1986, 1990 y 1994. En ese momento su candidatura no se cuestionaba y aprobada prácticamente a unanimidad.
Las expectativas y los inconvenientes la produjo con la candidatura vicepresidencial, la cual era una potestad del candidato, pero debían de refrenarla por sus organismos principales, el Comité Político y el Comité Central. En 1978 y 1982, Bosch eligió como compañero de fórmula al secretario general de ese momento, el doctor Rafael Alburquerque, y no hubo inconvenientes.
Pero en el año 1984 se produjo una crisis en el PLD y Rafael Alburqueque renunció de ese partido. Eso provocó que para las elecciones de 1986, Bosch eligiera como su acompañante de boleta al doctor José Joaquín Bidó Medina, un calmado y conciliador dirigente que no creó ninguna situación difícil.
Una de las primeras situaciones difíciles del PLD en cuanto a la conformación de la boleta presidencial de ese partido, produjeron para las elecciones de mayo del 1990, en las cuales se proyectaba que serían ganadas de manera abrumadora por Bosch y el PLD. De forma sorpresiva para todo el mundo político, en vez de Bosch escoger como su acompañante vicepresidencial a uno de los dirigentes históricos del PLD, se decidió por un comerciante de Santiago llamado José Francisco Hernández. Eso fue una bomba política para el PLD.