Algo que debemos aprender es la necesidad de fortalecer la misión institucional de los organismos públicos. Esto es especialmente importante cuando se trata de instituciones como la Cámara de Cuentas, llamada a establecer controles efectivos para pulcro uso de los recursos públicos, a través de periódicas auditorías. Desde los gobiernos de Joaquín Balaguer se cuestionaba la credibilidad y seriedad de esa entidad, la gente hasta suele llamarla “cámara de los cuentos”. Necesita recursos técnicos y profesionales suficientes, también adecuada vigilancia y supervisión para que pueda cumplir de forma cabal y efectiva su función. Es hora de pasar balance y hacer un examen a fondo de logros y debilidades.