La historia comienza en los años 70. Surgen el cine Portal y, cerca, una nueva discoteca, Jet Set. El cine, como la mayoría de los de vieja generación, no existe ya para finales de los 90 o entrado el siglo XXI. Jet Set pasa a ocupar el local e inicia una nueva etapa. Se afirma como ícono de vida nocturna, ahora especialmente como centro de presentación de grupos de música tropical en vivo. Su innovador “lunes bailable” deviene en tradición cultural. Sobrevive al cambio generacional. A sus eternos parroquianos regulares se agrega gente de nueva generación. Cómo imaginar que esta historia terminaría en una tragedia de carácter histórico y de trascendencia internacional.