Menos mal que el Tribunal Constitucional (TC) anuló por votación unánime la criticada ley1-24, que creaba la Dirección Nacional de Inteligencia, contra la cual se habían presentado más de diez recursos de inconstitucionalidad. La decisión se produce casi un año después de proclamarse la impugnada ley, y cuando el Senado tenía en sus manos un proyecto de modificación sometido entretanto por el Poder Ejecutivo, en virtud de un acuerdo con la Sociedad Dominicana de Diarios.
Más vale tarde que nunca, bien, pero ¿por qué que le tomó tanto tiempo al TC fallar en este caso? Máxime, que la inconstitucionalidad fue debido a forma y no de fondo.