Los dominicanos no residente o “ausentes”, en la crisis provocada por la pandemia y en la post pandemia, siguen más presentes que nunca en la dinámica económica y social de nuestro país. Dos indicadores siguen demostrando los fuertes vínculos que los mantienen unidos a su tierra: su participación en el flujo turístico y sus aporte económicos directos con las remesas familiares.
El reporte del Ministerio de Turismo sobre el turismo en junio pasado indica que recibimos 644,855 personas no residentes. De las cuales 514,207 eran turistas internacionales (79.7%) y 130,654 dominicanos ausentes (20.3%.).
En junio comparado con el mismo mes del 2018, la llegada de turistas internacionales creció un 3%, y con el 2019 un 6%; en cambio el arribo de los dominicanos ausentes creció un 47% en relación con el 2018 y un 28%, con el 2019.
En lo que va de siglo, las llegadas de turistas internacionales a Punta Cana es la que ha puesto bonitas las estadísticas. Ahora se puede afirmar que en la crisis provocada por la pandemia que llevo el turismo al piso, los dominicanos no residentes han apuntalado las cifras del turismo.
Tomemos en cuenta, que el informe del Banco Central sobre el gasto turístico, reporta que en el primer trimestre del 2022 la estadía promedio por visita de los dominicanos no residentes fue de 16.01 días, y el gasto promedio por estadía US$785.50.
Aunque, debo señalar que si bien la estadía promedio de los turistas internacionales es de 9.38 noches, su gasto promedio por es US$1,264.71, mucho mayor que de los dominicanos no residentes (sólo un 68%). También se debe considerar que su impacto en la cadena de valor del turismo es importante, pero es menor que el de los internacionales, porque en muy alta proporción se integran a la su entorno familiar. Esto no significa menosprecio a un impacto en la economía. Si se aplica el gasto promedio del primer trimestre a los 504,416 dominicanos no residentes que nos visitaron en los meses enero-mayo del año en curso (datos del Banco Central), tendremos un aporte de US$329 millones en el período.
Al sumar el aporte de estos compatriotas por la vía de su estadía en el país, el extraordinario monto de las remesas familiares, se puede valorar la cuantía de aporte a la economía, y al histórico monto de las reservas en divisas que tiene el Banco Central. Son cifras de inestimable significación en tiempos de crisis.
En los el período 2013-2021 y los primeros 5 meses del 2022 los dominicanos residentes en el exterior han aportado US$61,227 millones a la economía dominicana. El 37% de esta suma (US$22,678) en los 29 meses del período 2020-2022. Una impactante suma de US$782 millones mensuales promedio.
Cuando superemos las tensiones de que nos aportan estos meses complejos, y de abundante mezquindad política, quedará tiempo para escoger el lugar más emblemático de Santo Domingo, para dedicar una plaza a esos dominicanos esforzados que llamamos ausentes.