En los años 70 y 80 se le llamaba Economía de la Cultura. Y se venía estudiando desde los años 60. Sin embargo muchos de los “expertos” de hoy no se han enterado.
De hecho, parecería que piensan que vivimos en Sillicon Valey y que aquí pululan los especialistas en software. Solo así se le puede ocurrir a alguien vender la idea de que las industrias culturales dominicanas tienen gran futuro, sobre todo porque el negocio de los software es promisorio.
Las industrias llamadas creativas, o naranja, o como sea que se les llame en el futuro, existen en primerísimo lugar o fueron estudiadas desde hace 60 años, para que se impulsara la comercialización, el autofinanciamiento -aunque fuera en parte- y el aporte al Producto Interno Bruto de las manifestaciones del arte tradicionales.
Hay países como Bulgaria que tenían en los años 70, 80, gran desarrollo de la artesanía decorativa. Recuerdo que la primera vez que visité Sofía compré un juego de tazas de café bellamente ornamentadas por artistas artesanos búlgaros, que tuvieron uso en la casa de mis padres.
En Estonia, asistir al festival de coros al aire libre más grandes del mundo en aquella época, era un acontecimiento al cual viajaban miles de turistas, sobre todo europeos, y coros de muchas partes del mundo.
En Medellín el Festival Mundial de Poesía, mueve a miles de personas cada año desde muchos países y desde el interior del país. Mientras en Bogotá moviliza el reconocido festival de teatro. Y en Valledupar ocurre cada año el legendario Festival de Vallenatos al cual aspiro poder viajar algún día.
¿Qué se espera para convertir a Santo Domingo en la sede del más importante Festival Mundial del Merengue y a Santiago en el Festival Mundial de la Bachata? Por ejemplo.
La música es el producto cultural más significativo de República Dominicana, y otros países se siguen comiendo los caramelos. Falta una agencia promotora que se encargue desde Cultura, de comercializar la música. ¿Cuándo llegará un ministro de Cultura que imponga nuestra música como parte de la agenda de los Consejo de Ministros y demuestre al presidente y a los ministros cuánto puede aportar al PIB?