Si Ud. es de los que como yo, se quejan de lo bajo que ha caído el mundo de la música, no crea que, como me dijo un día un exponente urbano, dicho sea, uno de esos que abusan de las menores, (y no me refiero a RochyRD): “Estás queda’o”.
La culpa no es de usted. O puede que sí, en algo. De las puertas de su casa para adentro y en su vehículo si lo tiene, se escucha lo que usted quiere. Si es que lo respetan.
La culpa es de un sistema de educación fallido, varado en su antípoda: la mala educación.
Es decir, la pésima preparación de la mayoría de los maestros y profesores, con faltas de ortografía hasta en la mirada. Que así no deben educar a nadie, pues están para que los eduquen a ellos.
La ausencia de la enseñanza de la historia nacional y del lugar del país en el mundo son dos factores de suma importancia. Incluso la ausencia de la geografía desde una perspectiva nacional: conozca su país primero y el extranjero después. Ese sentido de pertenencia es lo más alejado que puede haber del mal gusto de quienes quieren que a República Dominicana se le reconozca por los “teteos”, o por “artistas” que sin tener talento, lo son, de los cuales lo que destacan los medios internacionales, son sus preferencias sexuales y no sus propuestas artísticas.
Las redes sociales son una cloaca donde pulula la mediocridad y las polémicas tienen tan poca profundidad sociológica como acusar a una de cuernera y a otra de ladrona de flores.
A uno le preocupa el futuro inmediato de los hijos y los nietos. Futuro para el cual no parece haber cura, a no ser que sean curas de caballo que el gobierno no está dispuesto a asumir. Aunque parece ser un fenómeno global.
Se trata del pus de la sociedad -como me dijo la colega Naivy Frías- que está saliendo a borbotones. El pus producido por la pésima calidad de la educación pública.