El discurso del presidente Abinader en el acto de juramentación de las autoridades electas del PRM el pasado domingo 19 de junio, evidencia muchos temores y preocupaciones. Su consigna de llamar a la gente a que “no miren pa tra”, más que un himno de guerra se asemeja a un canto de temor, de cuidado y de serias dudas.
Nadie puede dudar que la reelección del presidente Luis Abinader dio el paso inicial en ese acto. Pero ese primer paso se produjo sobre tierras muy movedizas y débiles, ya que el panorama electoral cada día se torna más adverso al presidente y a su partido. Existen dos situaciones que están golpeando de manera implacable al gobierno, sin que las autoridades puedan hacer mucho para enfrentarlas con éxito. Se trata de la gran espiral inflacionaria, que acogota a la toda la población, y la inseguridad ciudadana, que genera un gran temor y pánico a una gran cantidad de sectores de la sociedad dominicana.
Unido a eso, el panorama electoral de cara a las elecciones del 2024, empieza a tomar forma y se coloca muy adverso a una virtual reelección de Luis Abinader. Aunque todavía faltan prácticamente dos años para la próxima consulta electoral, ya las diversas fuerzas políticas, en especial las de oposición, están articulando sus estrategias con miras de convertirse en opciones victoriosas en ese certamen. De seguir el ritmo que lleva el proceso electoral, en el 2024 habrían tres importantes bloques, encabezados cada uno con una figura de primer orden, cualquiera de los cuales puede salir ganancioso del certamen.
El primero de esos bloques estaría encabezado por el presidente Abinader, como candidato del PRM y aliados. El segundo bloque estaría encabezado por el candidato o candidata del PLD y sus aliados. Y el tercero de esos bloques tendría a Leonel Fernández como candidato de la Fuerza del Pueblo y aliados. Si estos los tres partidos que encabezan esos bloques continúan desarrollando el ritmo de actividades que llevan hoy, la tendencia es que se enfrenten en las elecciones del 2024 con reales posibilidades cada uno de ellos, de poder ganar el certamen en primera o segunda vuelta, y su candidato o candidata se convertiría en el próximo mandatario de la nación.
En caso de que no se altere significativamente el panorama electoral de hoy, ninguno de los tres candidatos de esos bloques ganaría en primera vuelta. Esto es, si el pastel electoral se divide en tres fuerzas que tienen ciertos niveles de fuerza y popularidad, nadie gana en primera. De manera particular, y viendo cómo se están moviendo las cifras de las encuestas en la actualidad, preveo que la votación en la primera vuelta de mayo del 2024 podría quedar en los márgenes siguientes: PRM-Luis Abinader entre 38 y 42%; PLD y su candidat@ entre 32 y 38%, y FP y Leonel Fernández entre 18 y 24%.
Ahora bien, resulta una verdad sin mayores discusiones que si el presidente Luis Abinader no obtiene el 50% más uno en la primera vuelta, le resultará muy difícil, para no decir imposible, que pueda ganar la reelección en una segunda vuelta. Todo apunta a que, si se mantienen los tres bloques sin fisuras, el candidato que quede en segundo lugar tiene todas las posibilidades de ganar en una segunda vuelta, y convertirse en el presidente o presidenta del cuatrienio 2024-2028.
Esto significa que para el PLD y la Fuerza del Pueblo, la lucha por el segundo lugar se convierte en una necesidad de primer orden. Si el proceso interno del PLD en octubre sucede sin conflictos, el PLD tiene todas las posibilidades de quedar en segundo lugar. Si es así y el presidente Abinader no logra ganar la reelección en primera vuelta, todo llevaría a que el PLD ganará en la segunda vuelta y su candidato o candidata retornarían a dirigir los destinos de la nación dominicana durante el próximo período presidencial. Esto sin importar lo que haga o decida Leonel Fernández y su Fuerza del Pueblo. Sin embargo, si en el mes de octubre se produce otra crisis en el PLD, Leonel se fortalecería y podría quedar en segundo lugar. Si Luis no gana la reelección en primera vuelta y Leonel queda en segundo lugar, es muy probable que el expresidente Fernández sea quien gane en segunda vuelta, sin importar lo que decida la dirección y el candidato o candidata del PLD.
De todo esto se deduce que a la reelección del presidente Abinader se le está complicando muy seriamente el panorama, y cada vez más alejan las posibilidades de que pueda ser lograda.