Santo Domingo.- El Ministerio de Damas Olor Fragante, de la Iglesia de la Alabanza del Señor Jesucristo en el sector de Cristo Rey celebró su tradicional tarde de sombreros este año bajo el título “Mujer Florece”.
En esta celebración, las damas que se dieron cita pudieron comprender que aun en situaciones difíciles se puede florecer, si se pone de manifiesto la confianza en el Creador, tomando en cuenta el testimonio de mujeres de la biblia que sobrepasaron dificultades y obtuvieron grandes victorias.
En escenario matizado por la alegría, hermandad, solidaridad y un ambiente que evocaba la magia del color y elegancia que impregnan los sombreros y las flores, fue celebrado este encuentro evangelístico, el cual fue presidido por Sobeida Bautista de Castellanos, pastora y anfitriona de la actividad.
Antes de dar paso al tema central, las anfitrionas de las mesas destacaron con qué mujer de la biblia se identificaban. Contaron que la palabra de Dios ayudó a florecer a personajes bíblicos que han trascendido en el tiempo como: Ana, Débora, Rut, Elisabeth, Agar, la mujer Samaritana, María Magdalena y la mujer encorvada.
La celebración permitió que las asistentes conectaran sus historias con un testimonio de fe y resiliencia, que ofreció Yajaira Abreu, quien detalló cómo desde su niñez fue marcada por sus padres sintiendo culpa por la elección de su nombre, así como los vituperios que recibía por tener el color de su piel y su cabello diferente al del resto de su familia.
Durante su testimonio confesó que su vida ha sido una montaña rusa pues, luego de contraer matrimonio vivió también el duro proceso de ver cómo sus hijos fueron marcados por una enfermedad que los mantuvo por mucho tiempo tomando medicamentos.
La moraleja de su historia, refleja el nivel de confianza y fidelidad para con Jesús, ya que, describió que nunca se dio por vencida y que cada día entregaba su carga al único que puede hacer grandes milagros, asegurando que ahora vive una etapa de sanidad emocional y física increíble.
Y es que sus hijos fueron declarados sanos y ella perdonó a sus padres, teniendo ahora una hermosa relación con ellos y aceptación de su físico y autoestima.
Al finalizar con este testimonio de esperanza, las damas entraron en un ambiente de koinonía, degustando postres, té y café, así como dejándose capturar por el lente del artista fotográfico Emanuel Castellanos Bautista.