Durante la Semana Santa, cristianos recuerdan eventos centrales de la fe
La Semana Santa no es solo un período de descanso o turismo; para millones de personas en el mundo es un tiempo de reflexión, renovación espiritual y conexión con lo sagrado. Este año, en plena primavera, los cristianos recuerdan los eventos centrales de la fe, desde la pasión de Cristo hasta su resurrección.
Mercedes Núñez de Áviles, una líder provida en el país, da algunas pinceladas para conocer sobre el significado que tiene la también llamada Semana Mayor.
“La liturgia católica tiene lo que llamamos dos tiempos importantes, uno es el Adviento en el que esperamos el nacimiento del Niño Jesús; y el que iniciamos el pasado 5 de marzo con el Miércoles de Cenizas que es el tiempo de Cuaresma, llamado así porque son 40 días en los que la iglesia nos propone ayuno, penitencia y oración, tiempo para convertirnos y ser mejores cristianos”, expresó Núñez.
De su lado, Luis Navarro, de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días, expresa que la Semana Santa es la época en la que se recuerda con mayor devoción y gratitud el sacrificio de nuestro Señor Jesucristo: “su sufrimiento en el Jardín de Getsemaní, su crucifixión y el triunfo de su resurrección. Gracias a Él, la muerte física no es el final; y podemos ser perdonados de nuestros pecados”.
Por su parte, Cecilio de los Santos, dice que se trata de una de las festividades más importantes para los cristianos en todo el mundo, sobre todo, para la doctrina católica y otras religiones tradicionales cristianas. Durante estos días, los fieles recuerdan los eventos clave de la pasión de Cristo, desde su entrada triunfal a Jerusalén hasta su resurrección que coincide con el primer Domingo de Pascua.
“La nota distintiva de esta semana coincide con el triduo pascual que se inaugura con la celebración de la cena del Señor en el Jueves Santo”, explicó el sacerdote De los Santos.
Para mayor comprensión de la Semana Santa, Núñez explica el significado de cada día. El lunes se rememoran hechos como la unción de Jesús en casa de Lázaro y la expulsión de los mercaderes del templo; el martes es la anticipación de Jesucristo a la traición de Judas y la negación de Pedro; el miércoles se revive la conspiración de Judas con el sanedrín para entregar a Jesús a los romanos; el jueves es el lavatorio de los pies de los apóstoles y la última cena que tuvieron con Jesucristo, antes de que los romanos lo apresaran.
Sigue el viernes, día del interrogatorio de Jesucristo, la flagelación, el viacrucis y finalmente su muerte por crucifixión; el sábado se recuerda la soledad de María y la víspera de la resurrección; y el Domingo de Resurrección celebra el regreso a la vida de Jesús.
Leo Santiago, que es electricista, dice que es un tiempo para reflexionar, acercarse más a la oración, compartir en familia y practicar la solidaridad. Él prefiere mantenerse en familia, orar mucho, reflexionar, amar al prójimo e involucrarse en cualquier actividad que tenga que ver con la iglesia.
Navarro, líder de templo e historia familiar del área del Caribe, asegura que “este es un tiempo para seguir el ejemplo de Jesús, sirviendo a nuestro prójimo, perdonando a quienes nos han ofendido y buscando el perdón de quienes nosotros hemos ofendido. Es una oportunidad para dejar atrás cargas innecesarias y recibir la paz que solo Dios puede brindar”.
Algunos consejos para vivir la Semana Santa, según el padre Cecilio, son reflexionar sobre su significado y no solo verla como vacaciones, sino como un tiempo de crecimiento espiritual; participar en las celebraciones mediante la asistencia a los actos litúrgicos y dedicar tiempo a la oración.
Seguidamente dice: “Es un tiempo en el que puede practicar la caridad ayudando a los demás, visitar a los enfermos o hacer alguna obra de misericordia; hacer algún sacrificio como ayunar, evitar distracciones o renunciar a algo en estos días puede ayudarte a acercarte más a Dios; cuidar la actitud evitando excesos y vivir estos días con respeto y recogimiento o disfrutar de la cultura y tradiciones, asistir a procesiones o eventos especiales”.
Estos testimonios compartidos me llevan a reflexionar que la Semana Santa es una invitación a detenernos, a reflexionar y reconectar con lo esencial. Más allá de las tradiciones, es una oportunidad para renovar nuestra fe, fortalecer los lazos familiares y servir a los demás con amor y humildad.