La iluminación correcta es lo que “sella” la decoración de interiores, ya que permite transformar el espacio. Sin embargo, una mala planificación puede arruinar el trabajo de la ornamentación. Recuerda que cuando existe una previa estructuración de lo que se va a realizar en la decoración de interiores se consigue con más facilidad una sensación de comodidad.
Cuando se habla de iluminación muchos decoradores coinciden en que esta es la base para armonizar el ambiente, por supuesto, si la ornamentación logró ser exitosa.
Con la luz artificial y la natural se realzan los colores de los objetos que forman parte del hogar, siempre y cuando estén bien combinadas.
Los colores, las superficies, texturas y la distribución de los muebles son algunos de los elementos importantes que ayudan a aprovechar al máximo la luz. Por ello, es importante no obstaculizar con muebles u objetos, por ejemplo, las aberturas o ventanas.
Para la habitación, se puede considerar tener por lo menos dos fuentes de luz: una que sea colgante y que permita tener una luz general y otra a ambos lados de la cama, que puedas encender y apagar desde la cama. Por lo general, se recomienda utilizar luces no muy intensas para los dormitorios. Puedes elegir alguna luz de bajo consumo.
Luz natural
Cuando el hogar goza de luz natural transmite estabilidad emocional; no obstante, cuando el ambiente carece de iluminación, es un lugar que se proyecta opaco, sin vida… porque no se destacan las tonalidades, ni los objetos que forman parte del interiorismo.
La fuente de iluminación natural por excelencia la proporcionan las ventanas. Los expertos en diseño de interiores primero observan por dónde entra la claridad, esto les sirve para tener una idea de cómo colocar los accesorios. Por ejemplo, hay diseñadores que “juegan” a colocarlos en las ventanas para darle mayor relevancia y controlar la cantidad de luz que entra por estas aberturas. De igual forma, es ideal elegir cortinas con telas suaves para que favorezcan y mejoren la iluminación natural.
Si en tu hogar hay poca luz solar es desacertado que pintes con colores oscuros, lo más aconsejable es hacerlo con tonos claros. Incluso, otra buena idea es escoger la mueblería en este tipo de color para darle esa armonía que el espacio necesita. Los colores claros también pueden predominar en las cortinas, cojines o manteles.
Luz artificial
A falta de luz natural está la artificial. Al momento que vayas a decorar o a incluir lámparas en tu hogar aprovecha bien tus rincones para conseguir que la estancia parezca más amplia de lo que realmente es.
El tipo de foco que compres también influirá en el efecto que se perciba en el espacio; no es lo mismo una pequeña lámpara de pie, que solo enfoca a un punto, que una de techo. Esta última, llega más lejos para iluminar, aunque si es muy grande el techo puedes poner dos.
Es por esto que siempre debes tener en cuenta el tamaño y el tipo de lámparas que necesitas, porque será algo esencial. Si quieres ganar espacio evita comprar aquellas que son de pie. Puedes sustituirlas o cambiarlas por “apliques” de pared, estos se ven muy bien en el salón, en el baño o la cocina. Asimismo, los puedes poner en el techo.
Las pequeñas lámparas de techo o suelo son estupendas para iluminar. Dan un toque moderno y de fantasía a la decoración. Si tu techo es muy bajo, puede que la luz te afecte con el calor. En cambio, en tejados muy altos, no son muy recomendables. Como último consejo, trata de no abusar de la iluminación, ya que mucha luz hace que todo se vea plano y tus accesorios no se destacarán. Además, evita colocar lámparas que enfoquen su luz directa a los muebles o a la cara de tus visitantes.
Consejo
No abuses de la iluminación, ya que , mucha luz no destaca la elegancia del espacio, sino que resultará molestosa. Por ejemplo, evita colocar lámparas que vayan de manera directa a los muebles, porque les dará en la cara a quienes se sienten allí.