Cada Cuaresma, los cristianos católicos están llamados a ayunar y abstenerse de comer carne los viernes
El ayuno y la abstinencia son tradiciones que datan desde hace cientos de años, con las que se busca fortalecer el espíritu y ayudar a los demás.
Pero, el ayuno no solo consiste en cuestiones de comer, pues también hay otras formas de sacrificio. Ya sea, dejando de hacer algo, como por ejemplo no utilizar las redes sociales o no consumir alcohol durante un tiempo.
Para Jacobo De la Cruz, licenciado en Filosofía y creyente católico, el ayuno no es meramente personal, pues es un acto voluntario que sirve para ayudar a otros, que va acompañado de la oración y la limosna.
Pero, ¿cómo contribuyo con el otro cuando ayuno? De la Cruz manifiesta que el dinero que dejamos de gastar cuando nos abstenemos de hacer o comer algo, entonces, se debe utilizar para socorrer al más necesitado.
“Para esas personas que le gusta beber, ejemplo, voy ayunar de no tomar los fines de semana para irme a ayudar a unos ancianos en algún asilo o en algún lugar que lo necesite, el dinero que tomo, que tengo para tomar bebidas alcohólicas, lo voy a utilizar para dárselo a niños huérfanos, este es otro ejemplo”, manifiesta.
“Esto que tiene como provecho ayudar a otras personas. A esto le llamamos ayuno, abstenerse de algo que me gusta para ayudar a otros”, agrega.
La tradición de no comer carne en Cuaresma
El joven, quien también estudia Ciencias Religiosas, precisa que la tradición de no comer carne durante este tiempo de Cuaresma inició en los primeros siglos de la Iglesia católica, cuando este alimento era bastante caro en comparación con el pescado y el dinero no gastado en esto se tomaban para dar limosna a la Iglesia o a alguien pobre.
Es por esto, que dice, el ayuno va acompañado de la oración y la limosna. “Todos van de la mano. Ayuno, oro por la persona que no ayunó, por las personas que necesitan, y al final entonces doy mi limosna de lo que he ayunado. Una cosa va llevando la otra, ayuno, oración y limosna”, dice.
Una tradición que no cambia
Aunque ya la carne no es cara y se puede comprar a precios asequibles, se continúa con esta costumbre, ya que, según sostiene De la Cruz, también profesor de Formación Integral Humana y Religiosa, se debe a que la Iglesia no va en contra de las tradiciones.
“Una cosa es una tradición y cultura, y otra cosa es religión; la iglesia se mezcla con la cultura de un país o de un pueblo en específico, no trata de cambiarla, sino que esa cultura que es profana, la lleva a lo sagrado”, afirma.
Asimismo, dice que actualmente hay gente que el dinero que no utiliza para comprar una carne cara, como por ejemplo la de chivo, lo toma para hacer un bien a los pobres.
A De la Cruz, quien duró mucho tiempo formándose para sacerdote, el ayuno le sirvió para mejorar su vida espiritual, y en una de las cuaresmas se propuso dejar de utilizar el teléfono celular durante ocho horas para dedicarse a estudiar los cuatro Evangelios, que relatan la vida de Jesús.
¿Cómo resistir?
Por su experiencia, recomienda que para poder resistir hay que mantenerse orando. “Es difícil cumplir el ayuno, no te voy a decir que es fácil, para nada es fácil. Al principio cumplir con el ayuno no es fácil, pero está más que claro que la mejor respuesta para cumplir el ayuno es la oración… encomendándose a Dios”, expresa.
Precisa, que esto de la tentación, se visualiza en la liturgia de la palabra, después del Miércoles de Ceniza, que es cuando se inicia la Cuaresma, cuando se lee el pasaje cuando Jesús fue tentado.
A su entender, cuando alguien quiere cumplir una meta se lo propone, y esto ayuda también a cumplir con el propósito, además de que, agrega, hay que olvidarse que lo estás haciendo por una equis cosa.
“La misma Biblia te lo redacta, no anden con caras tristes ni ropas tristes para que la gente diga que está ayudando, que es un cristiano. Al contrario, póngase alegres, que la gente vea que al ayudar a otros también ustedes son alegres. Den, porque quien da recibe, dice Jesús”, precisa.
De la Cruz explica que la Iglesia pone obligatoriamente no comer carne Miércoles de Ceniza y Viernes Santo, ya que los demás miércoles y viernes de Cuaresma no es una obligación, sino una recomendación. Destaca, además, que el ayuno no es una obligación.
Importante
De acuerdo a lo explicado por De la Cruz, la abstinencia inicia a partir de los catorce años y el ayuno de los 15 hasta los 59 años de edad.
¿A qué invita la Cuaresma?
Este es un tiempo propicio para intensificar la vida del espíritu a través del ayuno, la oración y la limosna, sin que se olvide la base de todo el proceso que está en la Palabra de Dios, a la que se nos invita a escuchar y a meditar con mayor frecuencia. El ayuno consiste en ingerir una sola comida “fuerte” al día, mientras que la abstinencia consiste en no comer carne. Con ambos sacrificios se reconoce la necesidad de hacer obras por el bien y en reparación de nuestros pecados. Este es un período muy caracterizado por la reflexión gradual de los momentos determinantes de la vida de Jesús, desde las tentaciones en el desierto hasta su muerte en la cruz.