Reneé Klang Avelino y Emma Antonieta Balaguer Ricardo de Vallejo, fueron figuras fundamentales en la política y en lo social en la historia dominicana
La mujer dominicana es un símbolo de fortaleza y perseverancia. A lo largo de la historia, ha demostrado su capacidad para desenvolverse en ámbitos antes reservados exclusivamente para los hombres, desafiando estereotipos y superando barreras sociales y de clase. En esta cuarta entrega del especial dedicado a las mujeres destacadas de la República Dominicana, Zona Retro destaca el legado de Reneé Klang y Emma Balaguer.
Conozcamos más sobre estas sobresalientes damas.
Reneé Klang Avelino “La Eterna Primera Dama”
Nació el 30 de noviembre de 1916 en La Guaira, municipio del estado de Vargas, Venezuela. Desde temprana edad, vivió en la ciudad de Santiago de los Caballeros, República Dominicana, donde cursó sus estudios secundarios. Era hija del francés Charles Klang y de la brasileña Judith Avelino.
Más tarde, se trasladó a Santo Domingo para iniciar su formación universitaria en Odontología en la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD). Sin embargo, en 1939, a los 22 años, dejó sus estudios para casarse con el expresidente Antonio Guzmán, a quien había conocido en el campus universitario. Juntos procrearon dos hijos, Iván y Sonia Guzmán Klang.
Política y filántropa
Fue la primera mujer en ocupar oficialmente el cargo de Primera Dama de la República desde 1978 hasta 1982.
Además, fundó y presidió el Consejo Nacional para la Niñez (Conani), una institución creada por el Poder Ejecutivo para proteger a niños, niñas y adolescentes. Su propósito era establecer una política de Estado coherente, que evitara la improvisación en sus acciones.
Reneé se distingue como una de las pocas dominicanas que han tomado la palabra en la Tribuna de las Naciones Unidas. Su intervención tuvo lugar en 1979, en el marco del Año Internacional de la Niñez.
Pionera del voluntariado dominicano
Además, en ese mismo año, logró concretar un acuerdo con la Organización Internacional SOS Kinderdorf para establecer lo que hoy se conoce como Aldeas Infantiles SOS República Dominicana, dedicada a brindar atención a los niños huérfanos. En 1981, instaló una planta procesadora de leche, donada por el gobierno sueco, y la nombró Conani.
Tras el fallecimiento de su esposo en 1982, regresó a la ciudad de Santiago con sus hijos, donde se dedicó a la filantropía y al voluntariado. Asumió diversos roles en el ámbito de los servicios y la protección de la infancia y la adolescencia.
Emma Antonieta Balaguer Ricardo de Vallejo
Nació el 20 de febrero de 1911 en Navarrete, hija de Joaquín Balaguer Lespier y Celia Ricardo Heureaux. Hermana y estrecha colaboradora del expresidente Joaquín Balaguer, desempeñó un papel fundamental como presidenta de la “Cruzada del Amor”, una organización benéfica dedicada a ayudar a los más necesitados.
En esta línea, fue reconocida no solo como hermana del expresidente Joaquín Balaguer, sino también como una figura clave en la lucha por el bienestar social. Su legado perdura en la memoria colectiva de la República Dominicana, gracias a su dedicación y generosidad, que tocó miles de vidas, convirtiéndola en un símbolo de esperanza y solidaridad.
Solidaridad, generosidad y preocupación social
Se distinguió en la sociedad dominicana por su dedicación a los más desfavorecidos, al frente de la “Cruzada del Amor”, una organización benéfica que lideró, que ofrecía ayuda a los más vulnerables.
Gracias a su esfuerzo constante, muchas mujeres consiguieron acceder a talleres de costura y salones de belleza, mientras que miles de familias recibieron apoyo alimentario en tiempos de necesidad.
Su generosidad no solo impactó su comunidad local, sino que se extendió por todo el país, y dejó un legado de compasión que perdura hasta el día de hoy, además de generar una mayor conciencia social sobre la importancia de apoyar a los más vulnerables.
Vida social e influencia
Emma no solo fue una hermana leal, sino también una figura clave en la vida personal del expresidente Balaguer, se encargó de detalles como su vestimenta y organización de las comidas. Su cercanía con él fue innegable, y su apoyo constante se convirtió en un pilar fundamental en su vida.
En cuanto a su labor e influencia social, su trabajo llegó a todos los rincones del país, implementando prácticas que luego se institucionalizaron, como la distribución de comida durante la Navidad. Los partidos políticos, sin importar su ideología, han adoptado esta tradición como parte de su responsabilidad social.
Gracias al compromiso de doña Emma, muchas personas lograron tener una vivienda digna, numerosas mujeres tuvieron acceso a educación e iniciativas empresariales, y otras recibieron apoyo alimentario.
Altruismo
La casa de doña Emma siempre estaba repleta de personas. Cada día se cocinaban 50 libras de arroz, se pelaban entre 40 y 50 libras de víveres, y sacos de pan eran llevados por amigos para ser distribuidos. Todos los que necesitaban pan acudían allí.
La tradición perduró a lo largo del tiempo, y los gobiernos siguieron la iniciativa de esta noble dama, preservando su legado de bondad y compasión.