Los momentos históricos en el mundo protagonizados por dominicanos son: la inclusión de Juan Marichal en el Salón de la Fama de Cooperstown, y la coronación de Amelia Vega como Miss Universo, que hasta la fecha es la única dominicana que ganó este certamen de belleza.
A propósito del reciente triunfo del dominicano Al Horford en la NBA, que se convirtió en el primer dominicano que gana una serie final de la NBA y obtiene su primer anillo a los 38 años, nos gustaría destacar en la Zona Retro a otros dos dominicanos que hicieron historia en el deporte y en otras áreas, que llevaron a la República Dominicana a trascender.
La elección
El 12 de enero de 1983, el lanzador derecho dominicano Juan Marichal ingresó al Salón de la Fama del Béisbol, donde se agrupan los inmortales de este popular deporte.
El lanzador, conocido por levantar la pierna derecha bien alto antes de realizar el lanzamiento, ganó más de 20 partidos. Sus mejores marcas se establecieron en 1963 con una foja de 25-8, en 1966 con 25-6 y en 1968 con 25-9. Su promedio de carreras limpias permitidas fue de 2.89.
Ingreso al beisbol
Nacido el 24 de octubre de 1937 en Laguna Verde, República Dominicana, Marichal se unió a los Gigantes en 1960 y acumuló una marca de 37-23 en sus primeras tres temporadas. Luego, desde 1963 a 1969, su marca fue, respectivamente, de 25-8, 21-8, 22-13, 25-6, 14-10, 26-9 y 21-11.
Marichal participó solamente en un juego de la serie mundial, el cuarto en 1962. Los Gigantes vencieron a los Yanquis de New York por 7-3, pero Marichal tuvo que abandonar el partido después de lanzar cuatro innings sin permitir anotaciones debido a que se lastimó el dedo índice de la mano derecha cuando intentaba recoger un toque de sacrificio.
Lanzador dominicano destacado
Después de dieciséis años en las Grandes Ligas, donde jugó en ambos circuitos con los Gigantes de San Francisco, luego con los Medias Rojas de Boston y finalmente con los Dodgers, sus mayores rivales en la Liga Nacional, Marichal alcanzó la cúspide de la gloria.
El lanzador dominicano tenía muchos méritos que le fueron reconocidos, inclusive el de haber sido el primer latino en tirar un juego sin hit ni carrera, cuando sus Gigantes vencieron a los Potros de Houston 1 carrera por 0.
Durante sus 16 temporadas en las Grandes Ligas, el lanzador con el más amplio repertorio registró seis campañas en las que ponchó a más de 200 bateadores, acumuló un total impresionante de 2,303 ponches en su excepcional carrera. En 1963, ponchó a 248; en 1964 eliminó a 206 bateadores; y en 1965 alcanzó los 240 ponches. En 1966, uno de sus mejores años, ponchó a 222 bateadores.
En esta línea, en 1966, el astro derecho quisqueyano logró un récord impresionante al obtener 10 victorias sin derrotas con los Gigantes durante la primera mitad de la temporada. Este logro solo había sido alcanzado previamente por Warren Spahn de los Bravos, que registró 20 o más juegos ganados cada año desde 1956 hasta 1961.
En la temporada de 1968, Marichal ponchó a 218 y al año siguiente 205 para ser considerado por la prensa neoyorquina como “el mejor lanzador derecho”.
31 de julio 1983
Escogido en su tercer año de elegibilidad, luego de haber tejido un récord de 243-142 con efectividad de 2.89, fue entronizado el 31 de julio de 1983 al Salón de la Fama, el sentimentalista Juan Marichal.
Su elección para ingresar al Salón de la Fama de Cooperstown fue abrumadora, con los cronistas deportivos rindiéndole honor de esta manera a quien tanto lo merece.
La más bella del planeta
Otro de los grandes momentos que vivió la República Dominicana fue la coronación en el año 2003 de Amelia Vega como Miss Universo. Cuando la beldad criolla se impuso ante otras 70 aspirantes de todo el mundo.
La representante dominicana de 18 años fue coronada como “Miss Universo 2003” en el certamen celebrado en el Centro de Convenciones Figali, situado junto al Canal de Panamá. La panameña Justine Pasek, Miss Universo 2002, entregó la corona a su sucesora.
En este sentido, Vega también ganó el título de Miss Mejor Traje Nacional. Se convirtió en la primera dominicana en obtener la prestigiosa corona, valorada en 250 mil dólares, y hasta la fecha sigue siendo la única.
Premios y obligaciones
En adición a esto, Amelia Vega obtuvo un contrato por un año con la organización Miss Universo, que en ese entonces era propiedad del multimillonario Donald Trump y la cadena de televisión estadounidense NBC. Debía asistir a desfiles, posar para revistas de moda y recorrer el mundo como embajadora.
Además, recibió una corona valorada en 250 mil dólares, adornada con 800 brillantes de 18 quilates y 120 perlas cultivadas de Mikimoto, que sería su distintivo como Miss Universo 2003 durante todo un año.
También recibiría premios Mikimoto, Crest, la línea de joyería Maurice Lacroix, cosméticos Arpegio, The School for Film & Art Televisión, Hoya Cristal y los trajes de baño Endless Sun, todos patrocinadores del evento.
Momentos cruciales del concurso
Ya en el momento crucial del concurso, cuando solo quedaban cinco finalistas y Amelia Vega había sido elegida. El público ovacionaba la dominicana, que se había ganado la simpatía durante el certamen.
Junto a Vega se encontraban la representante de Venezuela, Mariangel Ruiz, quien quedó como primera finalista; la de Sudáfrica, Cindy Nell, segunda; la de Serbia y Montenegro, Sanja Papic, tercera, y la de Japón Miyako Miyazaki cuarta.
Llegaron las preguntas que determinarían la decisión final. Amelia lucía natural y segura. Respondió a la pregunta “¿Cuál ha sido el mejor regalo que has dado?” mencionando una carta que había escrito a su abuela enferma, destacando que los mejores regalos no son materiales, sino que lo importante es el sentimiento con el que se entregan. Poco después llevaba la corona, adornada con 800 brillantes y 120 perlas, diseñada para parecerse a un Ave Fénix que resurge a la vida.
Reacciones
Mario Polanco Álvarez, tío materno de la nueva Miss Universo dijo que Amelia fue todo un fenómeno que llamo la atención sobre todo por su humildad. “Amelia me dijo, tío yo gane porque la comisión vio que República Dominicana es un pueblo pobre pero con dignidad”.
Por su parte, Álvaro Leger, también tío de Amelia, expresó su alegría por tener en la familia a dos reinas: la madre de Amelia, Patricia Polanco, quien fue finalista en el Miss Mundo, y ahora Amelia, quien se convirtió en la primera Miss Universo del país.
Primer acercamiento de la reina con la belleza
“Mi experiencia comenzó desde muy pequeña”, dijo la flamante reina dominicana en una entrevista. “Los concursos de belleza los llevaba en mis venas, gracias a mi mamá”, expresó, haciendo referencia a que su madre también fue representante de la República Dominicana en el Miss Mundo de 1980.