Mientras Caamaño solicita al presidente Balaguer la exhumación del cuerpo de su hijo, fallecido en un enfrentamiento con la policía, el mandatario le expresa su respaldo y solidaridad

El mes de febrero tiene un profundo significado en la historia de la República Dominicana, tanto en el ámbito social, político como patriótico. Por ello, en la Zona Retro de esta semana se recuerda el intercambio de correspondencia entre los familiares del coronel Caamaño y el presidente de la República Joaquín Balaguer, en el proceso de solicitud para la entrega de los restos del héroe de Abril de 1965.

Antecedentes

Los periódicos de febrero de 1973 documentan el desembarco de un grupo de nueve guerrilleros, entre ellos el coronel Francisco Alberto Caamaño Deñó. La llegada ocurrió en la madrugada del sábado 3 de febrero, en la Costa Sur del país, específicamente en la provincia de Azua, con el propósito de derrocar al gobierno del presidente Joaquín Balaguer.

Días después, según un recorte de prensa del 17 de febrero, se dio a conocer la muerte del coronel Francisco Alberto Caamaño Deñó, líder de la gesta de Abril de 1965, ocurrió el 16 de febrero a las 3:30 de la tarde, en la sección Nizao, municipio San José de Ocoa, a manos de tropas del Ejército Nacional. En el enfrentamiento también fallecieron otros dos guerrilleros, y varios miembros del batallón Juan Pablo Duarte, de la primera brigada del Ejército, resultaron heridos.

Carta del padre

Luego de los trágicos acontecimientos, el padre del coronel Francisco Alberto Caamaño Deñó solicitó al presidente Joaquín Balaguer la exhumación y entrega de los restos de su hijo.

En una carta dirigida al mandatario, el teniente general retirado Fausto E. Caamaño pidió que el cuerpo del líder militar de la Revolución de Abril de 1965 pudiera ser identificado por su madre.

Su solicitud estuvo respaldada por la afirmación de que su hijo había sido sepultado de manera inhumana, sin una caja que protegiera sus restos.

Además, en su mensaje, el teniente general retirado Caamaño expresó que su familia, a la cual pertenecía su hijo Francisco Alberto Caamaño Deñó, había atravesado tiempos muy difíciles, especialmente en los días previos a la tragedia. Describió esos momentos como una etapa de profunda agonía, dolor e incertidumbre debido a los acontecimientos que se desarrollaban en el país, los cuales parecían haber culminado con la muerte violenta de su hijo.

En esta línea, recordó que, en torno a la vida y las acciones de Francis, siempre se habían generado múltiples suposiciones y afirmaciones que posteriormente eran desmentidas o modificadas, lo que envolvió su historia en una especie de leyenda.

Dudas sobre su muerte…

En adición a esto, en la carta, señaló que en el seno de su familia había surgido una inquietante duda sobre si realmente Francisco Alberto Caamaño Deñó falleció en un enfrentamiento con las Fuerzas Armadas de la nación. Destaca, además, que su esposa, la señora Nonín Deñó de Caamaño, es quien más se niega a aceptar por completo la pérdida de su hijo.

El padre del comandante de la guerra civil y ex agregado militar dominicano en Londres confiaba en que su petición al presidente Balaguer fuera atendida, aunque reconocía que, aun teniendo la certeza de su solicitud, esto podría haber intensificado su dolor.

Carta del presidente

Por su parte, el presidente Joaquín Balaguer, a través de una carta enviada al padre del exmilitar, informó que la solicitud de exhumación había sido remitida al Secretario de las Fuerzas Armadas.

En su escrito, del cual se entregó una copia a la prensa, el Jefe de Estado expresó que, respecto a la solicitud de exhumación, estaba remitiendo el mensaje al Secretario de las Fuerzas Armadas para que, junto con el ex general Fausto E. Caamaño, evaluara el impacto que dicha acción podría tener en el orden público, que se encontraba en proceso de restablecimiento. Además, instó a que ambos llegaran a un acuerdo sobre el momento más adecuado para atender los justos reclamos de la familia.

Respecto al telegrama enviado por el exgeneral Caamaño, en el que solicitaba permiso para ver el cadáver de su hijo, el doctor Balaguer indicó que había dado instrucciones para que se informara al contralmirante Ramón Emilio Jiménez hijo que atendiera la petición del padre del exmilitar.

El ex coronel Francisco Alberto Caamaño Deñó figura en una fotografía de archivo de 1965, cuando lideraba el bando constitucionalista durante la contienda de abril de ese año.

Detalles de la carta del mandatario

Al comenzar su carta, el mandatario hace referencia a la misiva recibida del exgeneral Caamaño, en la cual este expresaba su rechazo a la acción de los guerrilleros y afirmaba que todo gobierno elegido por el pueblo debe ser considerado sagrado.

Para finalizar su mensaje, el presidente Balaguer escribió: “Quisiera aprovechar, en mi calidad de amigo personal suyo y de su familia, para expresarle mi solidaridad ante el dolor que los embarga en estos difíciles momentos.”

General Fausto E. Caamaño

El ex coronel Francisco Alberto Caamaño Deñó figura en una fotografía de archivo de 1965, cuando lideraba el bando constitucionalista durante la contienda de abril de ese año.

Técnico de la Policía Nacional tomando huellas digitales de la mano derecha del cadáver del ex coronel Francisco Alberto Caamaño Deñó.

El contralmirante Ramón Emilio Jiménez hijo, secretario de las Fuerzas Armadas, y el general de brigada Juan René Beauchamps Javier, encargado de las operaciones contra la guerrilla, intercambian opiniones cerca del lugar donde cayeron los guerrilleros.

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