Este dirigente izquierdista lideró la lista de los 18 presos considerados políticos que fueron libertados en el año 1978, tras las autoridades judiciales implementar la aplicación de la Ley de Amnistía
Esta semana concluimos con la segunda y última parte de este trabajo sobre el apresamiento de uno de los líderes izquierdistas más buscado de principios de la década de los 70, Plinio Matos Moquete. En esta entrega presentamos los cargos que se le imputaban.
¿De qué se le acusaba?
De acuerdo con recortes de la prensa de febrero de 1976, Matos Moquete tenía 10 expedientes criminales que pesaban en su contra en dos juzgados de instrucción en el Palacio de Justicia de Ciudad Nueva.
Una de ellas es del primero de septiembre de 1971 cuando la Policía sometió en su contra una acusación doble: robo y porte de armas de fuego. Meses después, el 16 de noviembre de ese mismo año, fue enviado al juzgado de instrucción de la tercera circunscripción otro expediente criminal de asesinato.
Varios meses más tarde, el 26 de junio de 1972, la Policía vuelve a enviar otro documento acusatorio contra Matos Moquete, las acusaciones anteriores (robo, homicidio, armas de fuego), ocasión que aprovecharon para agregar la de violación a la ley que prohíbe las actividades comunistas. (En ese año Plinio se encontraba prófugo de la justicia).
No había pasado cinco meses cuando el 12 de noviembre del mimo año llegó al juzgado de instrucción de la tercera circunscripción, uno de los principales expedientes criminales contra Plinio Matos Moquete, en ese momento estaba siendo acusado de incendiar las tiendas, La Ópera y Sederías California, hecho que el mismo grupo que él lideraba se había atribuido.
Sumado a todas esas acusaciones, tras su apresamiento el 2 de noviembre de 1973, la Policía envió el 6 noviembre de dicho año, otro expediente que le imputaba de robo, violencia, porte y tenencia de armas de fuego y de guerra, y atentar contra la seguridad interna del Estado.
Asimismo se le acusó de tener participación intelectual en el atraco a la sucursal del Royal Bank of Canadá de Naco ocurrido el 8 de noviembre de 1972. Se le volvió a acusar por robo con violencia y porte ilegal de armas.
Para el 27 de noviembre de 1973, el cuerpo del orden vuelve a mandar otro expediente contra Matos Moquete por supuestas violaciones a la ley sobre armas y robo, y la imputación de atentar contra la seguridad interna del Estado.
Al año siguiente, exactamente el 22 de enero de 1974 llegó al juzgado de instrucción de la tercera circunscripción otra acusación por robo con violencia, y en marzo de ese mismo año, ese juzgado recibió una pieza acusatoria contra Plinio por asesinato y violación a la ley de armas.
Para finales de diciembre de 1974 el juzgado de instrucción de la tercera circunscripción recibió otro documento acusatorio contra Mayos Moquete que incluía cargos por robo y ley sobre armas.
Según el documento de donde sacamos toda la información para este trabajo, explica que todos esos expedientes habían sido archivaos en los juzgados de la instrucción de la segunda y tercera circunscripción.
Todas estas acusaciones eran ajenas para Plinio, dado a que este había permanecido durante varios meses en absoluto aislamiento en la cárcel de La Victoria donde estaba recluido. Luego de enterarse de los cargos que se le imputaban dirigió una carta a un medio impreso de la época donde expresó que no había cometido esos hechos que le señalan, al tiempo que aclaró que no ha aceptado ni aceptaría esas “calumnias hechas por las autoridades en su contra”.
Asimismo manifestó que no le extrañaba las múltiples acusaciones formuladas a su persona. Pero dejó claro que lo único que había aceptado ante las autoridades y de lo que todos en general, eran sus intenciones de “combatir junto al grupo de guerrilleros que operó en la cordillera Central y la posesión de las armas como parte de mi equipo de futuro combatiente, es lo único que no he negado en ninguna parte y que tampoco negare en el curso de mi proceso”, explicó.
Añadió: “Porque mis frustrados esfuerzos para incorporarme a ese acontecimiento histórico son conocidos públicamente mucho antes de mi apresamiento y sobre todo por razones voluntaria, la cual vale más para mí que cien años de cárcel.”
Durante su encarcelamiento, Matos Moquete vivió una serie de situaciones desde persecución, enfermedad, así como el intento de matarlo, entre otros hechos, según declaraciones de su familia.
Finalmente tras varios años de permanecer en la cárcel, este dirigente izquierdista lideró la lista de los 18 presos considerados políticos que fueron libertados en el año 1978, luego que las autoridades judiciales implementaran la aplicación de la Ley de Amnistía General para los exiliados y los presos políticos.