En este proyecto museístico, su fundador Juan de Dios Soto involucra a los jóvenes de El Recodo para que formen parte del voluntariado. FUENTE EXTERNA
En este proyecto museístico, su fundador Juan de Dios Soto involucra a los jóvenes de El Recodo para que formen parte del voluntariado. FUENTE EXTERNA

El museo ofrece a los visitantes una enriquecedora fusión de todos esos elementos, unidos en medio de las montañas

El Museo Multicultural Juan de Dios Soto es un proyecto museístico que surgió de la pasión de un niño por adquirir una bicicleta, y que posteriormente se convirtió en el punto de partida para una asombrosa colección de objetos antiguos que conforman este tesoro que se encuentra enclavado en las montañas de la comunidad El Recodo, Baní.

Este espacio histórico y cultural contiene piezas históricas como una amplia variedad de bicicletas, muebles patrióticos, velloneras de los años 50, auténticas piezas taínas encontradas en la zona, entre muchos otros objetos que muestran las costumbres de los dominicanos y que se exhiben en este museo como una forma de que permanezcan vivo en la memoria de los visitantes. Al mismo tiempo sirve de enseñanza a las nuevas y futuras generaciones para que conozcan qué objetos usaban sus abuelos y bisabuelos y que con el pasar de los años se fueron descontinuando.

De acuerdo con su fundador, Juan de Dios Soto, el museo multicultural ofrece una enriquecedora fusión de historia, cultura, naturaleza y gastronomía que se unen en medio de las montañas.

“Además de el mueble patriótico, en las velloneras, los muebles de palitos, un fogón de tierra, hasta un flayer de Coca Cola entre otros espacios históricos con que cuenta el museo, el visitante podrá disfrutar de la serenidad y la belleza del entorno junto al río donde se dispuso mesas, sillas y hamacas para una experiencia más placentera acompañado de una amplia variedad de comida criolla.

En este proyecto museístico, su fundador Juan de Dios Soto involucra a los jóvenes de El Recodo para que formen parte del voluntariado, quienes se encargan de explicar a los visitantes el valor de cada pieza que forman parte de la cultura nacional y mundial.

“Este es un museo pensado con mucho amor. Le pusimos el nombre de Museo Multicultural porque este es un espacio que da nostalgia, mucha tristeza de ver como las personas mayores que nos visitan lloran al ver y recordar los utensiolios que usaron sus padres y abuelos y que ya no existen en los hogares dominicanos”, manifestó Soto.

Además, Juan de Dios Soto afirmó que construyó este museo en esta zona montañosa porque la comunidad de El Recodo ha sido una de las zonas más productivas de la provincia Peravia, por lo que con este proyecto busca que las autoridades les presten mayor atención.

Juan de Dios Soto mientras explica a los visitantes sobre la historia del museo. La colección está compuesta por más de 4 piezas y objetos, entre ellas 103 bicicletas.

Colección histórica

Juan de Dios Soto empezó con un foco, una radio, un yoyo, una máquina de coser hasta que se volvió un fanático coleccionando objetos.

Luego, a su colección le sumó las tinajas, el calabazo para llevar el agua, el convoy, entre otros tipos de objetos que se usaban hace tantos años y que con el pasar de los años han desaparecido, “es por eso me he dedicado a coleccionar todo esos objetos pensando en el futuro poder exhibirlos”.

Detalló que en el interior del museo se encuentra un pequeño ventorrillo con algunas de las mercancías que se vendían en los tiempos de antes. Además, exhibe una pequeña cocina hecha en tablas de palma con su fogón típico de tres piedras para que los jóvenes y los niños de esta época conozacan todo estos objetos y que permanezcan presentes en sus memorias, “porque si no la cuidamos va a desaparecer”.

Juan de Dios Soto explicó que dentro de la colección también se encuentran piezas tainas que fueron hayadas en un lugar llamdo El Chupadero, una zona que cuenta la historia de los indios que estaban cerca del lugar.

“Muchas personas desconocen el significado del nombre de Baní, que en su idioma indio antillano quiere decir abundancia de agua”, afirmó Soto, quien se consideró un amante de la cultura taína y ser parte de ella, “por eso quiero exhibir cómo eran nuestros antepasados, hombres y mujeres comerciantes y cuyas herramientas de trabajo que pasaron a la historia la mostramos, la exhibimos en el museo para que las conozcan”.

“Este proyecto está hecho con todo el amor del mundo. Pensé que al ritmo acelerado que va la tecnología, nuestra cultura se está acabando y con este museo es una forma de mantenerla vigente y no perder las tradiciones de nuestros bisabuelos, de nuestros abuelos y de nuestros padre”, expresó Juan de Dios Soto.

El museo es visitado por estudiantes de diferentes escuelas del país.

Un poco de historia

La historia del museo empezó del deseo de Juan de Dios Soto de tener una bicicleta cuando tenía 6 años.
Ese pasión surgió luego de que su padre lo llevara al pueblo en burro y vio una bicicleta de la que quedó enamorado, entonces le dijo que quería una.

“Mi papá me prometió que cuando el presidente Joaquín Balaguer viniera a Baní le iba a pedir la bicicleta, entonces un día él llegó y mi papá se la pidió, pero él le preguntó a mi madre cuantos hijos tenía y cuando ella le contestó que éramos once, entonces le regaló una máquina de coser”, recordó Soto.

En ese sentido, dijo que sintió que habían sido injustos con él, porque entendia que se había ganado la bicicleta, pero que después, con el tiempo entendió que la máquina de coser era más importante, ya que tanto su padre como sus hermanos andaba con los pantalones rotos.

Los visitantes también podrán disfrutar de una amplia variedad de comida criolla


Juan de Dios recordó que compró su primera bicicleta en el 93, y a través de ella vino el radio, la máquina de coser, teléfonos, entre muchas otras piezas y objetos que fueron apliando su colección hasta el punto que hoy en día el museo cuenta con más de 4 mil piezas, entre ellas 103 bicicletas.

Juan de Dios Soto se quejó de no contar con los recursos para ampliar el museo y construir más vitrinas para colocar los objetos que aún mantiene guardados y afirmó que le entregó una carta a la ministra de Cultura, Milagros Germán en el Centro Cultural Perelló sin que hasta la fecha haya tenido respuesta.



En ese sentido, hizo un llamado a instituciones como los ministerios de Turismo, Cultura, Educación, entre otras que tienen que ver con la historia y la cultura en el país que se acerquen al museo y “entre todos impulsar” este atractivo proyecto turístico, cultural e histórico en la República Dominicana.

El museo es visitado por turistas tanto nacionales como internacionales. El museo cuenta con una pequeña cocina de tablas de palma con su fogón de piedras.

Tradición

Este museo exhibe piezas que muestran las costumbres y raíces de los dominicanos como forma de que permanezcan vivos en la memoria de los visitantes”.

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