Jaime Luis Marzán Ramos
escritor y publicista
Nació en Santurce, Puerto Rico, en 1945, un sábado de octubre, relata. Cursó sus estudios en San Juan y por problemas económicos no pudo continuar la universidad, por lo que eligió la carrera militar y fue movilizado a Vietnam, resultó herido en una escaramuza, lo trasladaron a un hospital militar en Estados Unidos, posteriormente vivió en Filadelfia, hasta que llegó un momento en que no pudo soportar los inviernos, por lo que resolvió regresar a Puerto Rico, donde trabajó en varias agencias publicitarias hasta que, a su retiro, decidió retomar la universidad, donde completó una maestría en creación literaria en la Universidad del Sagrado Corazón. Ha ganado premios del Pen Club de Puerto Rico, de la Casa de Puerto Rico en España y del Instituto de Literatura Puertorriqueño.
¿Cómo comienza su relación con la literatura?
Después de haber sido herido en Vietnam, fui trasladado a un hospital muy antiguo, que todavía está en pie, en Pensilvania, cuando salí de allí trabajé durante un tiempo en diversos oficios, pero me dediqué a la publicidad fundamentalmente, hasta que después de varios años, cuando ya no soporté más los inviernos de Filadelfia, regresé a Puerto Rico, ahí tuve una agencia y me fue muy bien con eso. Me pasó que un día, en una librería de San Juan, vi un libro que tenía una portada muy fea, me pareció horrible en verdad, lo empecé a hojear y a las diez páginas ya me había “enamorado” de la historia, era una biografía de Mercedes Barbudo, escrita por Raquel Rosario Rivera. Esa historia me quedó grabada durante días, hasta que me puse a investigar sobre la vida de esa mujer, fue un proceso que duró varios años, hasta que le fui dando forma a una biografía novelada que tuvo una muy buena acogida de la crítica.
Además de Mercedes, ¿qué otras obras literarias escribió?
Cuando retomé la universidad, una vez la profesora que tenía en ese entonces nos encargó que escribiéramos un cuento erótico, algo que nunca me interesó y de lo que no tenía idea, y obviamente, ella me lo rechazó porque según su criterio eso era más bien pornografía, pero al final de esa carrera tuve que hacer una tesis que originalmente se tituló Cuentos de caballos y caballistas, una serie de relatos sobre caballos, pero no desde una perspectiva humana sino más bien desde el punto de vista de los animales, posteriormente se publicó como la serie Equus rex, que en castellano sería Caballo rey. También escribí un libro de cuentos sobre mi experiencia en Vietnam que se titula Tocados por el fuego, ese título me fue sugerido por un amigo que lo leyó cuando yo todavía no le había puesto uno, a mí me pareció un buen título en ese momento, y por eso me decidí por esse. Escribí también una novela titulada Rita, y otra obra titulada Kuolema, que es un término finés que significa muerte, y que abarca la muerte como un misterio, pero también como un hecho trascendente, quizás el más trascendente de todos, en la existencia humana.
¿Le interesa mucho la novela histórica?
Podría decirse que sí, porque después de ese enamoramiento con aquella biografía que me llevó a recrear la vida de Mercedes, investigué también sobre la vida de una de sus sobrinas, de ahí salió la novela Rita, que es la historia de una muchacha que decide buscar a su padre, supuestamente caído en batalla, y emprende un viaje que la lleva al Perú, donde entre tantas peripecias descubre un mundo desconocido, pero también conoce la corrupción política y el desamor, disfruté mucho cuando la escribí.
¿Qué más nos puede decir sobre Mercedes?
María de las Mercedes Barbudo y Coronado era una muchacha muy bella, inteligente y desenvuelta, hija de una familia acomodada, fue la primera mujer independentista de Puerto Rico, en una época en que la ciudad de San Juan era poco más que una villa de calles empedradas, que se introdujo en el negocio de los préstamos, entrenada y prohijada por uno de sus tíos, imagínese usted en aquella época una mujer que recorría las calles y que interpelaba a los hombres para reclamarle lo que le debían, o para negociar con ellos el dinero que prestaba, Mercedes fue apresada por su vinculación con los independentistas, y enviada a una cárcel en La Habana, que era la única prisión de mujeres que existía en la época de la colonia. No se sabe cómo escapó de ahí y consiguió llegar a Venezuela, donde entró en contacto con gente del círculo más cercano a Simón Bolívar, aunque se cree que no habló muchas veces con él, sí se hizo amiga de Manuela Sáenz, la mujer más importante en la vida del libertador.
¿Ha escrito poesía alguna vez?
Oh, claro, desde que estaba en el tercer curso de la escuela secundaria o escuela superior como la llamamos en Puerto Rico, incluso una vez una escritora muy querida me dijo que en mis novelas había muchas imágenes que se sentían como poéticas, pero yo creo que no es mi fuerte, y aunque tengo muchos poemas escritos, más de trescientos, creo que nunca me atreveré a publicarlos, porque me muevo con mayor soltura en la novela y en el relato de carácter histórico.