Esta serie documental examina la historia del político belga Bernard Wesphael, acusado de asesinar a su esposa, Véronique Pirotton, en 2013. En una habitación de hotel en Ostende, la habían descubierto muerta. La narrativa está construida de tal manera que cualquier empatía por la víctima es masacrada tanto por nuestros prejuicios ante la violencia machista como ante el rechazo que genera la actitud de una mujer que tiene esposo y amante y que haya tenido una vida sexual turbada, y que cuando se trata de un hombre que hace lo mismo, apenas se le tilda de don-juan (aligerando cualquier censo de rechazo social). Y es aquí donde encontramos la mayor de todas las desmoralizaciones que genera un caso como este. La realidad que nos presenta supera cualquier historia que pueda inventarse para una película. Como serie de 5 episodios, se toma su tiempo para, de manera parsimoniosa, explicitar la relación disfuncional y tóxica desde que se conocen y a los tres meses se casan, para que al poco tiempo ella volviera a los brazos de un antiguo novio y durante un año dicen que intentó suicidio varias veces. Ambos se emborrachaban y mantenían una relación tumultuosa. Durante el juicio, la víctima es descuartizada en su imagen, en su condición de madre, en lo profesional, y sobre todo en su ética y en su moral. Quienes pintan a su modo a esta mujer, igualmente todo lo que dicen, cómo lo dicen y sus pareceres al respecto de Véronique también dice mucho de ellos, lo que viene a reforzar el más viejo prejuicio de la humanidad que es la misoginia… Como ironía, la difunta no puede defenderse, pero quienes la juzgan se inculpan de odio al género femenino, más que a la mujer en un caso dudoso de si fue asesinato o suicidio. La puesta en escena nos lleva a cuestionarnos en nuestra subjetividad y es un ejercicio de interrogantes que surgen sobre la efectividad de la justicia y las consideraciones que nos llevan a descalificar o a juzgar a una mujer por el hecho de un comportamiento que solamente se le acepta al hombre en sus relaciones sexuales. Se aplauden esos dos años de trabajo, cientos de horas para sumergirse en los archivos, otro buen centenar para convencer a los protagonistas, un año de rodaje y un gran trabajo de edición. En Netflix.

HHHH Género: documental. Duración: 5 episodios de 40 minutos cada uno.

Posted in Crítica Cine

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