Desde el inicio, nos muestra el atraco a un banco y la ejecución de una mujer. Luego se va desvaneciendo la relevancia del atraco per se, que es lo que impulsa originalmente la historia, que es la coartada para abordar asuntos como el fomento del debido proceso judicial, el análisis de las dinámicas de poder y fidelidad en un escenario de dilemas, y ponen de telón de fondo a las fusiones bancarias en Polonia durante los años 90, y que generaron el descenso de puestos de trabajo, pues las fusiones, y reestructuraciones, ocasionaron despidos en masa de los trabajadores. Durante los años 90, que constituyen el periodo de desarrollo de la trama del filme, tuvo tasas que iban del 12% en 1991 al 20.7% en los 10 años subsiguientes. De manera que no es por acaso que la narrativa del filme se aleje de las convenciones estereotipadas del cine de acción y del thriller. Más bien, es un drama delictivo sombrío y diferenciado que sobresale por su brutal realismo y su ambigüedad ética. Consigue mantener el interés a pesar de un ritmo pausado y una trama compleja. La historia se centra en un exoficial retirado de policía que, con el apoyo de una joven inspectora, es encargado de arrestar a un grupo de ladrones de un banco en proceso de fusión. Los dos personajes, con enfoques y puntos de vista contrarios, se complementan y generan una tensión y dilemas ininterrumpidos. La cinta sobresale por la intensidad de sus personajes, y todo eso es distintivo del cine polaco al abordar temáticas profundas y filosóficas, influenciado por la historia y política y con un estilo visual y narrativo que se enfoca en la realidad social y política. Esa profundidad temática parte de influencias históricas del arte de representar que originan, a su vez, su innovador estilo visual, lo que vemos plasmado en este filme. Ese estilo visual en las películas polacas se destaca por su creatividad y profundidad. Se caracteriza por el uso del simbolismo y metáforas visuales para transmitir significados complejos, una estética minimalista que enfoca la atención en los personajes y en sus emociones, y una fotografía expresiva que utiliza técnicas únicas para crear una atmósfera impactante. En fin, las tramas como la motivación de los ladrones, la política y sucesos sociales no consiguen solucionar de forma eficiente la puesta en escena. Aunque cuenta con una excelente labor técnica y actuaciones sobresalientes, la ausencia de interés emocional y el desarrollo de ciertos personajes la sitúan en una posición intermedia en términos de calidad.
HHH Género: documental. Duración: 113 minutos