Repleto de trampas engañosas para estructurar una narrativa acertada e innovadora con una historia súper contada en el cine: una chica blanca y un chico negro se enamoran y ella va a presentarles su novio a sus padres que aún no saben de quien se trata, pero que al llegar no muestran en absoluto ninguna reacción en contra. Jordan Peele, famoso comediante, es el cerebro de ese magnífico filme de terror, su obra prima como guionista y director. Su buen gusto cinematográfico al redondear la historia dando pistas que nos hacen creer en una cosa cuando en realidad es lo contrario en una sucesión de hechos que solo al final nos damos cuenta lo genial de la construcción del personaje y del tratamiento ideológico y político del prejuicio racial en la sociedad estadounidense, que resalta la ausencia de elementos melodramáticos y con la especial delicadeza con que logra atraparnos, sin agredir susceptibilidades de blancos o negros. Sin el uso de los elementos cliché, logra construir un clima de suspenso y terror repleto de momentos hilarantes, y al mismo tiempo se auxilia de las herramientas del thriller, el logro viene al cambiar el registro de aquellos consabidos momentos de terror cuando en su lugar corta y sorprende con detalles importantes de la historia que solo al final se toma en cuenta el porqué de la conducta de los personajes. Es una habilidad muy rara que solo la tienen los maestros del terror que usan la técnica de la sorpresa a la perfección. Otro detalle es un perfecto contrapunto que balancea escenas absurdas seguidas de escenas de enmienda jocosa que hacen al personaje central ir de tanto en tanto en una mueca de risa perturbada que lleva al público a carcajadas igual de nerviosas. Cada personaje está en su punto ideal con lo que en conjunto consiguen mantener esa atmósfera en la que nos genera inquietud, desasosiego, que es lo que siente el protagonista desde que inicia el filme hasta la última secuencia. Escena tras escena transitamos en las fronteras de la verdad y la mentira, pero que no descansa en lo sobrenatural sino en la vida real mostrando el racismo disimulado, el poder de manipulación de unos contra otros, en fin que vemos los desaciertos en las relaciones humanas al lanzar un símil sobre lo que –posiblemente– ha estado ocurriendo con los afroamericanos en USA. ¡Imperdible! En Netflix con ese título.
HHHHH Género: terror-Thriller. Duración: 105 minutos.