Con profundo pesar y una mezcla de nostalgia, hoy rindo homenaje a la memoria de un ser excepcional en la escena artística dominicana, mi querido amigo Rafael Pérez Concepción, afectuosamente conocido como Chepe. Mi primer encuentro con su obra se remonta a mis días de estudiante de Historia del Arte. Sin embargo, durante la pandemia del Covid-19, gracias al vínculo con la artista Rosalba Hernández, fui convocada a su casa, un lugar que se convertiría en el epicentro de nuestros encuentros de colaboración en favor de la Asociación Dominicana de Artistas Visuales.
La primera visita a su hogar fue verdaderamente inspiradora. Un anfitrión de primer orden. Nos recibió en su apartamento de Gascue, que me pareció un rincón de París en el Caribe. Su estilo pulcro y detallista se reflejaba en cada área, desde el patio lleno de plantas ornamentales y especias hasta la vista al mar que nos recordaba la belleza de la vida. Este hombre de clase y organización impecables dejó una huella profunda en mi corazón.
Más que un maestro en el expresionismo y la abstracción, fue un pionero en llevar la contemporaneidad en su obra a nuevos niveles de formulación simbólica. Se destacó como un gran colorista y un dibujante excepcional, capturando la esencia de sus ideas de manera única.
Las sinergias que compartimos fueron infinitas, y es una pena que nuestras iniciativas y proyectos para el futuro tengan que concretarse sin su visión crítica. Además de su destreza artística, se destacó como un intelectual, un ser humano instruido con una proyección del entorno concreta y lúdica. Chepe fue un aventajado para el tiempo que le correspondió vivir, de una sinceridad plena que no encajaba en un medio marcado por mezquindades.
Mi querido amigo, tu ausencia deja un vacío insustituible. Extrañaremos tus ocurrencias, tus finos gustos y tu manera atrevida de concebir el arte. Me tocará seguir contextualizando por mi cuenta para entender mejor tu oficio, consciente de que tu legado perdurará en la comunidad artística y en el corazón de aquellos que tuvimos el privilegio de conocerte.