La Fundación Cultural Cofradía y Nexa establecieron un hito en el análisis y fortalecimiento de la cultura urbana en el país debido a las reflexiones y propuestas realizadas por expertos internacionales y nacionales; artistas de ritmos urbanos, productores cinematográficos, sociólogos, antropólogos, musicólogos, comunicadores e investigadores que aportaron sus planteamientos en el Primer Congreso Internacional de Cultura Urbana, en el que participaron expositores de Estados Unidos, Colombia, Cuba, Puerto Rico y República Dominicana.
El espacio de argumentación se desarrolló en el Centro Cultural Banreservas durante los días 05 y 06 de diciembre, y sirvió de marco de planteamientos para impactar positivamente todas las manifestaciones desprendidas de las diversas expresiones de la cultura urbana en el país, y que fue posible producto del apoyo del Banco Popular, Banreservas y Centro Cultural Banreservas.
A partir del Primer Encuentro Nacional de Cultura Urbana, efectuado en el 2023, y de este Primer Encuentro Internacional de Cultura Urbana, en RD se fortalece el enfoque de discusión y las herramientas de abordaje para analizar las expresiones derivadas de la cultura urbana, además de robustecer la edificación a través del debate generado y de los documentos producidos con las propuestas aportadas por los panelistas.
Este ejercicio se realizó en el marco de un programa de contenidos diseñado por Roldán Mármol, presidente de la Fundación Cultural Cofradía, productor del evento, y Wilson Betances Polanco (Gnómico), Ceo de Nexa, co productor del mismo.
De igual manera, fueron colaboradores del Congreso FOMCAE, entidad que apoya el arte, cultura y actividad física, la Sociedad Dominicana de Artistas, Intérpretes y Ejecutantes (SODAIE), y la Sociedad General de Autores, Compositores y Editores Dominicanos de Música, (SGACEDOM).
Durante esta entrega sumaron sus planteamientos disertantes como Henry El Jke de Colombia, quien lidera una escuela de cultura urbana con más de 25 años de impacto en comunidades vulnerables; DJ Jigüe (Cuba): pionero en la fusión de ritmos afrocubanos y música electrónica. Además, desde los Estados Unidos, participaron activamente los hermanos Eli y Kahlil Jacobs-Fantauzzi, documentalistas reconocidos por sus producciones de impacto social desde la óptica de la cultura urbana.
Como contraparte dominicana, expusieron Tahira Vargas, antropóloga e investigadora reconocida por sus estudios sobre juventud y dinámicas culturales; Juan Miguel Pérez, sociólogo que analiza la evolución social en contextos urbanos; Alejandro Abreu, investigador especializado en identidades culturales urbanas; Rossy Díaz, músico y docente universitaria, investigadora y autora de libros sobre temáticas musicales urbanas; Iván Domínguez, percusionista, miembro fundador del grupo Convite junto a Dagoberto Tejeda y Luis Días, y gestor cultural con la diáspora dominicana en Nueva York; Gabriel Lantigua, destacado director de videos musicales, la entidad Asobreak: Asociación Nacional de Break Dancers, que ha llevado este ritmo a niveles competitivos internacionales, como las Olimpíadas.
También participaron LO CORRECTO, famoso e incidente grupo de Hip Hop, que se formó en el año 1999; MITIKO: Raphy Cabrera, destacado artista urbano, y conocido por la reconocida agrupación LIBERADOS; Ramón Orlando, músico, cantautor, arreglista y productor musical que ha establecido precedentes en la música dominicana; Erick Guzmán, bailarín y director cinematográfico, reconocido en varias ocasiones con los premios Soberano, y JC Restituyo, uno de los empresarios más influyentes de la música urbana local.
Estos debates contaron con la moderación de Wilson Betances Polanco (Gnómico); Roldán Mármol, Laura Morales (Rocaiquielda), rapera y productora de cine, Samanta Olivero, gestora cultural y productora de eventos artísticos; mientras que la conducción estuvo a cargo de Rosario Medina Gómez, experta en comunicación estratégica, docente universitaria, y la relatoría de Clara Morel, experta en comunicación estratégica y laureada actriz dominicana.
Reflexiones y propuestas:
La cultura urbana encierra una postura de resistencia socio-cultural desde la perspectiva de las nuevas generaciones.
La literatura, la música, el grafiti y los mismos bailes, son expresiones simbólicas de nuevas formas de identidad por parte de los jóvenes de los barrios populares, aunque no lo asuman de una manera consciente.
Existe una fuerte conexión de la cultura y la música urbana con el tema de la afrodescendencia. La población negra, y dentro de ella sus artistas, han sido protagonistas clave para el desarrollo y el impacto actual de la cultura urbana, tanto en el Caribe, latinoamérica, como en los Estados Unidos. Por lo tanto, establece un estrecho vínculo con los aportes de Africa en nuestro continente, desde el punto de vista cultural.
Las implicaciones de la cultura urbana van mucho más allá de la música y el baile, del dembow y el reguetón. Impacta la forma organizativa de los barrios y las comunidades, las relaciones de poder en el plano territorial, los vínculos familiares, las relaciones de pareja, la sexualidad y hasta la forma de concebir la identidad nacional. Es un cambio radical de valores.
La dinámica de la cultura urbana, junto a todos los acelerados cambios tecnológicos existentes a nivel mundial, las redes sociales, la inteligencia artificial y los múltiples flujos migratorios, conllevan a replantear el modelo educativo tradicional predominante en el país.
El potencial creativo existente en la cultura urbana debe ser asumido como parte de una pedagogía transformadora, donde el arte y el juego se tornen herramientas esenciales para reconstruir la memoria historico-cultural, tanto nacional como popular, motivándose a la vez las acciones colectivas y comunitarias, la solidaridad y los derechos sociales y culturales.
El sonido del barrio, sus ritmos, melodías y letras, son una expresión del dolor y la marginalidad existente en sus esquinas y callejones; es expresión de su situación social. Es una forma de denuncia y de crítica, incluyendo el tema de lo moral, por ello el caso de los contenidos explícitos; lo cual no es un fenómeno local o nacional, sino mundial, siendo de alguna manera parte de la posmodernidad.
La música dominicana posee un alto potencial a nivel de los mercados internacionales; lo ha tenido con el merengue y la bachata y ahora con el dembow. Ante ello, la idea que se propone es fusionar más la música urbana con los ritmos y melodías del folclor tradicional nuestro, buscando nuevos sonigos y colores, afianzando la originalidad; lo que permitirá a la vez el vínculo de las nuevas generaciones con sus raíces ancestrales y una redefinición profunda de la dominicanidad, en base a nuestra riqueza identitaria.
Finalmente, como conclusión se acordó realizar una publicación con todos los resultados y propuestas del congreso, y la producción de un documental con dichos contenidos. Todo ello con el propósito de convertirlos en herramientas pedagógicas y de debate a nivel nacional, buscando incidir en la creación de propuestas de políticas públicas a nivel del gobierno y el Estado en general, que asuman todos estos cambios y transformaciones que se están produciendo en la sociedad dominicana en el plano cultural.