Ha reventado como un fuego de artificio que no acaba de bajar. Está allá arriba, pegadísimo. Le dicen El Blachy, su nombre real es Blas Fragoso. Hoy ha sido telonero de Aventura. Mañana puede llegar a ser una súper estrella.

Ha pasado por las huestes de Wilfrido Vargas y ahora, en solitario acaba de cometer un “delito”. De pronto, sin esperarlo, se ha colocado al frente de los hit parades dominicanos con su versión de “Hola, perdida”, la canción de Juan Facundo Almenara Ordóñez, nombre del argentino Luck Ra, que tiene créditos también de composición de Javier Sanglerman y como letristas también Yvo Alfredo Thomas Serue y Agustín López Badra. La versión original arranca a ritmo de bachata y enseguida salta al merengue.

El Blachy y sus aportes

El Blachy replantea levemente el tema y lo acerca mucho más al tempo de la música típica y lo sincera en ese ritmo. Esto es el primer logro: convertir en exitazo nacional un tema desde la música típica, con una agrupación tipo.

Segundo: lograr que lo invitaran de abridor de los cuatro conciertos de Aventura.

Tercero: Lograr, por primera vez, llamar la atención como telonero, casi tanto la atención pública, como el protagonista de la noche, en este caso Aventura. Tan así que fue debidamente criticado por haber invitado a una tal La Perversa, quien ni canta ni come frutas, ni siquiera le hizo el favor de aprenderse la canción.

Cuarto: Se reivindicó al invitar para el cierre a Jorge, de Urbanda con lo cual demuestra que la música que amerita mayor apoyo promocional hoy día en el país, donde hay talentos de alta calidad y están sucediendo cosas fabulosas es en la música típica de la hermana república de El Cibao.

Y quinto: cerrar con una Martha Heredia agradecida, que dignificó la invitación hecha con un performance memorable, donde hizo gala de sobreagudos y de una respiración envidiables que demuestran que está lista para una nueva oportunidad.

Así El Blachy, quizás sin proponérselo, logró visibilizar aún más el género típico, que debe verse no como otro género, sino como un subgénero del merengue. Todo había comenzado con El Rubio Acordeón y su “Mariela”.

Los artistas del típico son muchos y pocos conocidos en la capital. Ha llegado el momento de la toma de la Bastilla de Santo Domingo.

La música típica merece ser promocionada

El Ministerio de Cultura debería tener un Instituto Dominicano de la Música que se encargue de definir y llevar a cabo políticas promocionales y de distribución y ventas de la música dominicana, de modo que pueda de algún modo influir en desviar el cauce actual de la música a lo que están proponiendo los jóvenes músicos típicos, donde hay al menos 10 nuevas acordeonistas que merecerían mejor exposición y promoción.

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