Artistas de distintas manifestaciones, evalúan desde sus propias experiencias la política cultural y en adición se refieren a la aún dilatada entrada en marcha de la Ley de Mecenazgo.

Pavel Núñez es un permanente hacedor de cultura. Su obra es consustancial a sus intereses éticos y sociales. El artista opinó sobre la política cultural y su rumbo, que “tal vez estamos cayendo en la buena intención de hacer sin tener el conocimiento de lo que hay que hacer para que funcione. Y entiendo que la Política cultural en general ahora mismos tiene muchísimas lagunas, que podrían tener solución en la práctica, si se siguen lineamientos que puedan enderezar ese camino que se empezó”.

El cantautor manifestó que “como país estamos en un momento delicado porque nuestro perfil cultural está muy cuestionado internacionalmente. Por las cosas que estamos ‘aportando’ culturalmente hablando, valga la redundancia. Entiendo que no todo está perdido”.

Destacó que “existe voluntad de hacer en pro de las cosas culturales emblemáticas, dígase los carnavales, las escuelas libres y un sin número de tentáculos dentro del activismo cultural están reactivándose de a poco”. Sin embargo estimó que todavía le falta “mucho más apoyo al sector cultural para poder desarrollarse de manera adecuada”.

El intérprete de “Viene gente” piensa sobre la Ley de Mecenazgo, que “hay algunos puntos que no están claros. Y confunden un poco a los artistas que tienen que ver con los gremios que podrían buscar patrocinios a través de esta ley”.

“No dudo que sea buena. Pero a la música todavía le faltan muchas luces dentro de esa ley. La música en el país se ha ido reactivando por sí sola. No es que tenga apoyo de ningún tentáculo gubernamental. La reapertura de los negocios ha propuesto que los mismos artistas ocupen esos lugares haciendo producciones propias. A veces contratados, a veces por esfuerzo propio, pero siendo la música de aquí -y eso no es de ahora- tiene un perfil privatizado. O sea que los que producimos música y eventos, tenemos que ir a grandes marcas -licoreras o de comunicación- para así poder llevarlos a cabo. No es porque tenemos la ayuda de los estamentos que se supone den la ayuda para que la música avance”.

Autor de “Dime si lo ves”, “Agonizando”, “Y hoy”, entre muchos otros éxitos, estima que la música es la ventana por la que nos ven los turistas antes de visitarnos. “A veces no siento que estamos conscientes de ello. La música, dentro del perfil cultural dominicano, se ha dejado en manos a personas que no necesariamente están haciendo música. Porque el negocio de la música hoy de lo menos que habla es de música. Tú sabes a qué me refiero”, insistió.

Una bailarina de danza contemporánea

Patricia Ortega es una destacada bailarina que ha sido miembro de la Compañía Nacional de Danza Contemporánea, la cual se expresó desde su experiencia como artista de la danza que ha “notado y sufrido debilidades e incumplimientos en el quehacer político cultural, sobre todo en la parte relacionada a recursos y presupuestos”. Se refirió a “un desarrollo segmentado y muchas veces beneficiando solo a uno o varios grupos culturales sin extenderse al colectivo, a las masas, a las mayorías y minorías”.

Resumió que “sí existe una política cultural pero no está funcionando para el bien cultural colectivo, debido a que muchas veces esas políticas se quedan en planteamientos, ideas, intenciones o dependiendo del criterio – acción de las autoridades que estén dirigiendo en su momento los espacios culturales puede que suceda algo significativo o no. A veces simplemente no sucede nada”.

Ortega comenta que en la ejecución de la política cultural encuentra “más debilidades que fortalezas, lo cual me anima a trabajar más por su mejoría pero en ocasiones me desanima porque uno se harta de tantas necesidades no suplidas”, sobre todo “cuando la cultura se ve maltratada y olvidada por un sistema político que no la incluye en sus planes de gobierno, en sus discursos políticos, en la distribución de recursos, y ni hablar de la parte operativa que muchas veces es nula o simplemente orientada a la parte más superficial de la cultura”.

El mecenazgo

Se hace necesario una rápida campaña dirigida a llevar conocimiento a los artistas y creadores, y al público en general sobre los alcances de la ley y la importancia de su existencia.

Pavel Núñez es uno de los artistas más preocupados por el sector cultural.

Una ley con demasiados desconocedores

La Ley de Mecenazgo tiene en su contra demasiado desconocimiento por parte de personas que se supone sean los que más la conocen. El lanzamiento por parte del Ministerio de Cultura a través de un decreto del Consejo Nacional de Mecenazgo, de una convocatoria a concurso para conformar la terna que se enviará al presidente para la selección del director o directora nacional de Mecenazgo, es sencillamente una violación a la propia Ley y a la Constitución, ya que el acto de seleccionar un director nacional, un embajador, un ministro, no se hace por concurso público pues amarra las manos del presidente para decidir.

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