Se llamaba originalmente “calavera garbancera”
Todos los Posada que se respetan son dueños del humor. Del artista plástico mexicano José Guadalupe Posadas (1852-1913), creador de La Catrina, trascendió este grabado en metal publicado en 1873, en la que representa la imagen de una calavera ataviada con un sombrero de plumas a la moda europea de entonces.
Se llamaba originalmente “Calavera garbancera”, que así designaban a quienes vendían garbanza, y que, pese a tener sangre indígena, pretendían ser europeos, renegando de su raza y de su herencia cultural. Posada comentaba sobre ellos: “En los huesos, pero con sombrero francés con plumas de avestruz”.
La imagen fue posteriormente renombrada como La Catrina, por el muralista Diego Rivera, marido de Frida Kahlo.
Raysa Feliz andaba ya de Catrina a eso de las 3:00 de la tarde del sábado, en Lopesan Costa Bávaro. Algunos jóvenes que iban a participar en el show nocturno, bebían piñas coladas en el bar del 1er piso.
Un poquito después de las 9:30 de la noche comenzó el show en el Teatro del complejo hotelero. En el lobby del magnífico teatro, a la derecha, una mesa con varias calaveras (de atrezo, claro), rodeaba a la Catrina dominicana, que solo atinaba a decir, “¡aquí, rodeada de mis amigas!”.
Cuando arrancó el espectáculo de Drag Queens el teatro estaba a reventar. La historia de los drag es tan antigua como de mitad del siglo XIX, cuando apareció humorísticamente en la escena de los teatros de variedades como un personaje destinado a proyectar el comportamiento social, los roles de género, la etiqueta y los convencionalismos.
La fastuosidad de los vestuarios, los diseños de los personajes, el maquillaje, peluquería y la coordinación de movimientos en coreografías bien ejecutadas con el apoyo de la tecnología caracterizan a los espectáculos que se ofrecen en este hotel.
Halloween es celebrado cada año en Lopesan Costa Bávaro con shows llenos de fantasía, frescura y versatilidad. “Luna de sangre” se presenta por segunda vez, ahora un tanto diferente.
Una de las artistas comenzó a cantar la versión de Sevdaliza y Pabllo Vittar, “Alibi” (publicada en julio pasado), que toma la grabación hecha por el fallecido presunto autor del tema Magín Díaz; popularizada por Totó La Momposina y Carlos Vives: Rosa qué linda eres, con una coreografía coherente.
En general, las coreografías son adecuadas a este tipo de espectáculos, y el cuerpo de baile lo integran muchachas y muchachos. En una de ellas, parecería denunciar las leyes de la física, al imitar a Michael Jackson en el paso de la antigravedad.
Alegorías de temas con aires españoles. Pero sí, muchas de las canciones en inglés, que la mayoría del público eran turistas extranjeros.
A veces baches entre uno y otro tema, pero enseguida salvaba la tecnología con diseños de pantallas espléndidos en el tema del Halloween. Las luces, la capacidad de seguir la mímica de las canciones; así como otros dispositivos, mas el material humano, lograron crear una noche emotiva y mágica, todo gracias a una dirección artística de alto calibre.
Al final, como era de esperar, toda la compañía salió a proscenio. Ovación.