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José Reyes, nacido el 15 de noviembre de 1836 en Santo Domingo, se ha convertido en uno de los pilares más importantes de la identidad cultural de la República Dominicana.
Compositor y músico autodidacta, Reyes fue el autor del Himno Nacional Dominicano, una pieza que resuena en el corazón de los dominicanos y que ha acompañado a generaciones durante los momentos más emblemáticos de la nación.
Un contexto histórico de lucha y creación
José Reyes nació en un periodo complejo para la República Dominicana, bajo el régimen de ocupación haitiana, un contexto que, sin duda, influyó en la vida del compositor.
Su familia, de escasos recursos, vivía en un pequeño bohío en lo que hoy es Arzobispo Nouel, un lugar que marcaría su infancia y donde forjaría las primeras raíces de su genio musical.
A los 8 años, Reyes presenció la proclamación de la independencia en 1844, un hito que lo impulsó a involucrarse activamente en los asuntos patrios.
El joven Reyes, motivado por el fervor de la independencia, se enroló como soldado en el ejército, mientras que su amor por la música no se detuvo.
En sus momentos libres, estudió música con el director de la banda militar, Juan Bautista Alfonseca, quien le enseñó a tocar varios instrumentos, destacándose particularmente en el violonchelo.
Aunque Reyes era un hombre de humildes orígenes, su talento y dedicación lo llevaron a componer obras tanto laicas como religiosas.
A pesar de su talento evidente, Reyes mantenía una actitud de modestia y una severa autocrítica que le impedía compartir sus composiciones de manera amplia. Solo en ocasiones especiales, como misas, dejaba que su música fuera escuchada.
La creación del Himno Nacional
En 1882, el maestro José Reyes, ya consolidado como músico y compositor, comenzó a trabajar en lo que sería su obra más trascendental: el Himno Nacional Dominicano.
En ese año, varios intelectuales de la época, como César Nicolás Penson, José Dobeay, F. H. y Carvajal, y Emilio Prud´Homme, colaboraron con él en la creación de las estrofas del himno, a petición del propio Reyes.
El himno se estreno en 1883, en ocasión de la celebración del vigésimo aniversario de la Restauración de la República. La pieza se recibio bien, entre otras interpretaciones, se destacó la del maestro Betances, director de la banda militar, quien la tocó en la Plaza de la Cultura, lo que generó una gran ovación popular.
A pesar de la popularidad que ganó el Himno Nacional de Reyes, su camino hacia la oficialización no estuvo exento de obstáculos.
Durante el gobierno de Ulises Heureaux (Lilís), surgieron disputas sobre la letra y la música del himno. A pesar de que la melodía de Reyes se recibio bien, hubo un intento por modificar la letra de Emilio Prud´Homme, lo que generó un conflicto en el Congreso Nacional.
Finalmente, el Congreso aprobó el himno en su versión original, pero Heureaux decidió no promulgar la ley, lo que retrasó su ratificación oficial.
En los años siguientes, el himno continuó ganando popularidad. En 1896, se pidió formalmente que el Himno de Reyes fuera considerado el Himno Oficial Dominicano.
Aunque hubo otros intentos de sustituirlo, su importancia y su simbolismo para los dominicanos ya eran innegables. Se toco en eventos de gran trascendencia, como la inauguración del alumbrado eléctrico en 1896 y en la apertura del ferrocarril Puerto Plata-Santiago en 1897.
Reconocimiento póstumo y el legado eterno
El maestro José Reyes, quien falleció en la modestia, no recibió el reconocimiento que merecía durante su vida, pero su música logró trascender a través del tiempo.
En 1932, con motivo de su centenario, el Himno Nacional Dominicano se reconocio finalmente oficialmente, y en 1934 se emitió un decreto que lo consagró como símbolo nacional.
El centenario de su nacimiento en 1935 fue una oportunidad para rendir homenaje a este gran compositor. A lo largo de todo el país, su himno se interpreto en actos oficiales, y el pueblo dominicano lo celebró con alegría y orgullo.
El Himno Nacional Dominicano, a través de las estrofas de Emilio Prud´Homme y la música de José Reyes, ha sido un canto de valentía, unidad y patriotismo que sigue vigente en la memoria colectiva de los dominicanos.
“Quisqueyanos valientes”
La famosa frase “Quisqueyanos valientes, alcemos nuestro canto con viva emoción” resuena hoy como un símbolo de la gallardía y el coraje del pueblo dominicano.
La música de Reyes logró plasmar en notas la lucha, la independencia y la identidad de la nación. A través de su himno, Reyes inmortalizó el espíritu patriótico que sigue vivo en la República Dominicana.
El legado de José Reyes perdura como un testimonio de su amor por la patria y de su contribución a la cultura dominicana. Hoy, el Himno Nacional Dominicano sigue siendo un canto de orgullo para todos los dominicanos, y la figura de Reyes se recordara con honor y respeto, como un símbolo de la historia y los valores de la nación.