La bachata está cerca del reconocimiento de la Unesco. Es uno de los principales proyectos que empuja la delegación dominicana, liderada por el embajador José Antonio Rodríguez
París, Francia.- Doce años le tomo a la República Dominicana lograr que el merengue fuera declarado por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco) como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad, acontecimiento que motivó la búsqueda de este mismo reconocimiento para otro género distintivo de la musicalidad dominicana: la bachata.
El proyecto presentado por la delegación de la República Dominicana ante la Unesco, organismo de las Naciones Unidas en el que el cantautor José Antonio Rodríguez representa al país, recibió la aprobación del expediente el pasado mes de mayo y anunció que en noviembre del 2019 se conocerá la decisión, luego de ser evaluado por el comité que integran 18 representantes de los países miembros, los cuales se reúnen entre octubre y noviembre de cada año.
Aunque el propio embajador dominicano lo considera un tiempo récord, entiende que es de suma importancia que el mundo reconozca al otrora “género de amargue” o “música de guardia” por su sello dominicano y su joven historial artístico, pues fue hace tan solo 57 años que José Manuel Calderón puso voz a la canción “Condena” (“Qué será de mí”), de Bienvenido Fabián, conocida como la primera canción de un género que hoy día goza de intérpretes como Romeo Santos y que otras estrellas internacionales como Shakira y Drake han explorado.
“Muchos tal vez solo vean que la bachata sea reconocida, como lo fue el merengue y como lo han sido otras cosas nuestras, como algo para llenarnos el ego, pero es bueno recordar que hay expresiones culturales en todo el mundo que han tenido la duda de pertenecer a tal o cual región, a tal o cual país, exactamente porque no fueron reconocidas por una institución como la Unesco”, dijo a elCaribe el diplomático dominicano.
Destacó que son muchos los casos de patrimonios que han tenido que ser compartidos entre dos o tres países y que podría pasarle a la bachata. “Nosotros, en la República Dominicana, somos el único país que tiene dos expresiones culturales pegadas en el mundo entero, que es el merengue y la bachata. Debemos defender e identificar lo nuestro”, agregó.
Proponer y no aprobar
El ex ministro de Cultura, José Antonio Rodríguez, indicó que la delegación dominicana, con asiento en París, Francia, ha optado por formular propuestas a la Unesco, en lugar de ser una nación que solo levanta la mano para aprobar las propuestas de otros estados.
Es por esto que se encuentran desarrollando una serie de proyectos enfocados en la cultura, historia, educación y medios de comunicación del país. Entre ellos, la delegación persigue que La Isabela sea declarada Patrimonio Tangible o Inmaterial, y que Sosúa también sea reconocida por el organismo internacional. “La idea es obtener mayor valor agregado a los lugares que identifican la historia de nuestra tierra. Hay que recordar que La Isabela es el punto donde todo empezó en la América nuestra.
Una vez nosotros tengamos el reconocimiento de la Unesco sobre este punto, la historia continuará. En este tema hay que sacarle su plato aparte al Ministerio de Cultura que ha trabajado un proyecto muy completo”, manifestó Rodríguez.
Por otro lado, el Ministro Consejero de la República Dominicana, Ernesto Torres, agregó que el reconocimiento a Sosúa sería por haber acogido a la comunidad judía en tiempo de persecución fascista en Europa. Otro proyecto que busca resaltar la identidad dominicana es el de las Ciudades Creativas, para valorar las provincias del país por sus diversos sellos y manifestaciones propias, como el perico ripiao’, en Santiago, o las muñecas sin rostro de Moca. Además, se están identificando los diferentes platos típicos. Según destacó el embajador ante la Unesco, la República Dominicana cuenta con más de dos mil tipos de platillos.
Proyectos en conjunto
La delegación dominicana tiene en carpeta crear una biblioteca universal y desarrollar un cancionero mundial con aportes de piezas liricas y literarias de los 195 países miembros, en versión digital. Además, forma parte del proyecto multilateral en el que participan todas las islas del Caribe, varios países de Latinoamérica y de África del Oeste, llamada “La ruta del esclavo”. “Esto surgió como iniciativa de Haití en 2004. Consiste en hacer un levantamiento de los sitios y acontecimientos históricos que guardan relación con ese movimiento de seres humanos, producido cuando las potencias imperiales utilizaban mano de obra esclava secuestrada desde todas esas naciones africanas para ser importados a las nuevas colonias”, explicó Ernesto Torres a este medio.
Dedicarán lunes a RD en el 2019
Estar lejos de casa ha despertado en el embajador José Antonio Rodríguez la necesidad de dar a conocer la historia de dominicanos ausentes y de que en el exterior trasciendan las costumbres de su tierra natal. Es por esto que en el 2019, el último lunes de cada mes estará dedicado a la República Dominicana en el Instituto Cervantes, mientras que continuarán trabajando en la realización de la semana dominicana en la Unesco.
Reveló, además, que se reunirá con medios de comunicación para buscar un espacio y proyectar a dominicanos que se están destacando en diferentes áreas en el extranjero.
Observatorio de la Verdad
El embajador dominicano resaltó que han encontrado una brecha en los medios de comunicación ante los llamados “fake news” o desinformación, actualmente en discusión en la Unesco. “Hemos pensado en un Observatorio de la Verdad, que no es más que un sitio para garantizar que una noticia es confiable. En eso trabajarían los periodistas, porque no son los periodistas los que están en peligro, son los medios tradicionales que los acogen. Esto busca también darle valor a la profesión”, puntualizó.