De ser el género musical más tocado hasta los finales de los años 90, hoy el de orquesta es el que menos se pasa y se promociona en la radio dominicana
Productor al fin, el maestro Jochy Sánchez no se involucra en la parte del proceso consagrada a la promoción de un tema. “El último tema que yo hice para Milly y Miriam, ‘Me duele’, costó un dineral. Estamos hablando en seis meses de un par de millones de pesos. A mí me han dicho que al mes llega a 600 mil”.
Por su parte Huchi Lora, reconocido periodista y compositor de temas conocidos grabados por Johnny Ventura, expuso su experiencia particular. “Johnny grabó más de 40 temas míos, de los cuales se pegaron dos”.
Según Lora, para demostrar lo nefasto de la práctica de la payola, expuso: “Ventura pagó mucha payola al principio, después dejó absolutamente de pagarlas, porque las orquestas pagaban para tener un disco pegado y le contrataran fiestas porque estaban pegados. Pero a Johnny Ventura lo contrataban porque era Johnny Ventura. Él no tenía que tener un disco nuevo pegado, al contrario, lo que tenía era que cantar Cabo e vela, y esos merengues viejos de él”.
Recordó: “El disco 35 aniversario con sus invitados con 8 o 10 temas, todos de mi autoría. Un merengue con Armando Manzanero, ¡eso no sonó en la radio, eso no lo conoce nadie! Un tema con Celia Cruz, pero ¡un tema! Yo me metí en el tema de la esclavitud, pero un tema caliente de verdad. Uno de merengue y salsa con Andy Montañez, un tema con Daniela Romo, un tema con el grupo Niche, otro con Víctor Víctor (una bachata), en fin, ni uno solo de esos temas sonó nunca. Porque Johnny no necesitaba pagar payola”. Definió a esa práctica como “elemento de la comercialización que distorsiona”.
Según afrima Huchi Lora: “En nuestra sociedad hay una dictadura, se hace la voluntad de muy poca gente que tiene intereses y paga. Eso se impone. El merengue es un ritmo potente, bueno de bailar, a menudo simpático. Pero los intereses lo han enterrado. Esa es la realidad. No me voy a poner a llorar por eso ni a quejarme, pero creo que es justo decirlo. Cuando alguien me pide que le haga algo, le hago un merengue. Y si lo quiere grabar que lo grabe, y si no que no lo grabe… ¡Hago lo que puedo!”.
Afirma que la radio no hace mucha falta hoy, porque todos tienen una vellonera en la mano (el celular).
¿La radio sigue siendo importante?
Si en los años 60 existía casi una veintena de emisoras radiales en el país, 60 años después la cantidad debe haberse quintuplicado.
En los años 60 probablemente la música que más se escuchaba en la radio dominicana, casi seguro era el merengue. Ni qué decir en los años 80 y 90.
Hoy la radio se escucha mayoritariamente en los automóviles. Pero la realidad se ha diversificado con el streaming, sobre todo para el público joven.
El maestro Ramón Orlando dijo a elCaribe que le sorprende “como si de repente hablar español fuera algo ignominioso, que no conviene y debemos comenzar a hablar en otra cosa”. Y siguió con el símil: “Si tenemos dos emisoras de salsa exclusivas, si tenemos como tres o cuatro exclusivas de música en inglés, si tenemos 12 de reggaetón y de dembow nada más: ¿por qué no tenemos una emisora solo de merengue? ¡Es lo que nos ha representado hasta el día de hoy, el merengue de orquesta!… Se está borrando del ADN de las generaciones venideras una cosa que se llamaba merengue”.
Cuestiona: “La situación es tan terrible que en actividades donde hay muchachos de 18 y 19 años y tocas un merengue y no lo saben bailar. ¡Es terrible!… Ojalá que el estado que tiene cuatro emisoras que son las de nosotros, dijera, vamos a poner las 24 horas del día nuestra identidad en una de esas emisoras. ¡Aunque no la escuche nadie; aunque sea por orgullo!”
Sobre esto, la Asociación Dominicana de Radiodifusores (Adora), presidida por Rosa Medrano, arroja datos interesantes.
“En nuestro país hay alrededor de 460 emisoras ( 313 FM y 147 AM ) , según el listado de Concesionarios del Indotel, más un estimado 100 emisoras que transmiten de forma ilegal”, dice la comunicación de Adora.
Con respecto a emisoras que transmiten 100% Merengue, aseguran que no cuentan con el número, “pero sí podemos asegurar que son muy pocas las emisoras que transmiten 100% merengue”.
Sin embargo, estiman que un 40% de las emisoras del país transmiten música tropical, que incluye salsa, bachata y merengue, entre otros ritmos. “La combinación puede variar por la zona”, asegura la comunicación, facilitada por la directora ejecutiva de Adora, Milena Pozuelo.
Otro listado, este no oficial, de una de las empresas que registran las tocadas y que llegó a las manos de elCaribe, refleja el accionar de 48 emisoras del país, de las cuales apenas dos se dedican a tocar exclusivamente merengue, una en Monción y otra en Santiago Rodríguez, ambas dedicadas al merengue típico.
Esto contrasta con 27 emisoras dedicadas de manera exclusiva a la llamada música urbana, que significan un 56.25% del total de la lista. La bachata corre con mejor suerte, con 17 emisoras dedicadas al ritmo, es decir un 35.4%. Y la salsa con 3 emisoras, equivalente a un 6.25%. Es decir: el merengue, que representa la esencia de la identidad musical dominicana, es el género de menos respaldo, con el 4.1%. Aunque el merengue de orquesta tiene cero emisoras dedicadas a este tipo de música.
Según la cantidad de merengues que potencialmente puede pasar por las emisoras dedicadas al género, más las llamadas de música tropical, es obvio que el espacio sonoro está apabullantemente tomado por asalto por la música urbana.
Desde el 2017 un grupo de merengueros, encabezados por Johnny Ventura y Héctor Acosta, entre otros, solicitaron al presidente Danilo Medina una emisora especializada en merengue. Éste lo aprobó y pasó la solicitud a Indotel. Sin embargo, nunca se hizo realidad.
Por lo que se ve la continuidad y el futuro del merengue podrían estar comprometidos.
No existen concursos de intérpretes o de compositores que privilegien el merengue. Esto hace que no aparezcan nuevos talentos, que ven el camino más expedito con otros ritmos.
Hoy día las figuras más jóvenes del merengue se pueden contar con una mano y sobran dedos: Manny Cruz, Rafely, Steffany, Manerra, Gabriel (amenaza con regresar) y los siempre jóvenes de Ilegales. Vicente García cultiva merengue y otros ritmos, Techy Fatule igualmente.
Opina Ramón Orlando: “Nosotros mismos somos los culpables de que le preguntes a un muchacho de 20 años o 25, incluso de 28 y 29, y no sepan lo que es el nombre de Wilfrido Vargas o de Fernandito Villalona. Desde que comenzó el siglo, dejamos de tocar merengue (en las emisoras)… Nuestra identidad la dejamos de apoyar y nosotros mismos todos somos los culpables”.
Opina que, claro, está también la parte técnica. “Talento nuevo, forma de arreglar nueva, ponerse al día quizás con sonido. Pero si no oyes nada, no tenemos punto de partida”, admite sobre la posibilidad de que surjan nuevas figuras.
El panorama no se ve favorable ahora mismo, aunque sigan tocando bailes los principales líderes del merengue y se siga bailando. Pero en lontananza es sencillamente tétrico.
El hecho de que el merengue sea Patrimonio Inmaterial de la Humanidad por la Unesco, incluye el compromiso del país de cuidarlo, promoverlo y mantenerlo vivo. Un compromiso que, definitivamente, no se está cumpliendo.
(Continuará)