Amelia Santos Paulino acaba de regresar de la 8va. edición del Foro Mundial de Inversiones en Abu Dhabi, en los Emiratos Árabes, donde tuvo más de 135 eventos
El currículo académico de Amelia Uliafnova concita admiración, no solo por el prestigio de las universidades de las que ha egresado, o por las especialidades cursadas, sino por cómo esta joven mujer dominicana vinculó, de manera estrecha y comprometida, su quehacer profesional al avance y autonomía de las mujeres de todo el mundo.
Doctora en Economía por la Universidad de Kent, Reino Unido, y con un máster anterior en Economía y Desarrollo por la misma institución, su compromiso con el adelanto de las mujeres se expresa tanto en su producción teórica como en su participación en instancias que abren espacio a las economistas jóvenes.
Su amplio conocimiento y su experiencia profesional adquirida fueron puestos al servicio de una agenda innovadora sobre inversión internacional y género, sustentada en la producción de importantes insumos teóricos que contribuyen a desatar los nudos que, todavía hoy, obstaculizan el avance de las mujeres.
Infancia enriquecedora
Provengo de un hogar moderno, mis padres eran líderes estudiantiles, comunitarios, y eso hizo posible que tuviera una casa, no solo donde mi familia era el eje, sino también el grupo extensivo de amigos, colegas y de otros líderes que incluían poetas, ingenieros, politólogos… Tuve una infancia muy interesante, en mi casa siempre hubo reuniones, peñas, tertulias, música… Fue una experiencia que forjó lo que hoy soy y la visión de lo que es el mundo. Mi mamá, Isabel Altagracia Paulino, líder cooperativista, feminista, una mujer que todavía a sus más de 70 años persigue la lucha por una sociedad más igual, más justa para todos. A ella le debo mi visión feminista y mi creencia de que sin igualdad de género no hay desarrollo económico. Mi padre, Rafael Santos, es profesor, abogado, político, líder sindical y una persona también en parte responsable de la persona que soy por su experiencia y su ejemplo. Tengo un hermano, Rafael Santos Paulino, Rafelín como le decimos, él es alguien que también refleja los valores y la integridad que nuestros padres nos enseñaron”.
2. Abuelos amorosos
Vengo de una familia extendida, muy amplia por parte de los dos lados, tuve unos abuelos amorosos, ellos jugaron un papel muy importante en nuestra educación. Cuando mis padres tenían que recorrer el país en su lucha gremial, mi abuela María Eduviges no solo fue madre nuestra, y de sus hijos, sino también de los amigos y hermanos de lucha de mis padres. Mi abuelo Félix Paulino nos recogía en su motor, las vacaciones eran siempre donde ellos, fue una etapa de infancia muy bonita, que todavía añoro. Ellos ya no están con nosotros, pero los extraño enormemente. Cuando hacía mi maestría en Inglaterra, le envié una postal, anduvo todo el pueblo de San Francisco de Macorís enseñándola, no paraba de decir que su nieta estudiaba en Inglaterra. Mis abuelos paternos Esperanza Badía y Rafael Santos también me dieron todo el amor que se les puede dar a sus nietos, siempre tuve la sensación de que fui una nieta especial por la situación que mis padres vivían viajando y a veces no podían estar para nosotros, porque para ellos, tanto su familia como la lucha de clase era un eje de nuestras vidas”.
3. Licenciada en Economía
Me gradué de licenciada en Economía en 1996 en la PUCMM. Disfruté cada una de mis etapas formativas, me ayudó mucho haber sido una niña independiente, curiosa, parlanchina, hablaba mucho, leía mucho, aprendí a los 4 años, mis padres siempre tenían libros en la casa, sobre todo de política y de formación social, eso despertó en mí un interés enorme en la ciencia política. La economía me comenzó a gustar en tercero de bachillerato cuando estudiaba con las Hermanas de la Caridad del Cardenal Sancha, había un curso de Economía, ahí descubrí que esa rama me daba los instrumentos para entender la desigualdad social, por eso decidí ser economista. En la PUCMM tuve una planta profesoral excelente, pero lo que también me empujó a seguir mis estudios al más alto nivel fue estudiar bajo la tutela del padre jesuita José Luis Alemán, fue mi mentor, él también me casó. Cuando entré a las Naciones Unidas por concurso escribió un artículo en el periódico Hoy sobre mí, el instituto y el orgullo que representaba para él que una dominicana entrara por concurso al Instituto de Investigación de desarrollo más importante de la ONU”.
4. Experiencia enriquecedora
En los últimos años de mi formación a nivel de pregrado, tuve la oportunidad de trabajar en la Secretaría de Educación como Economista Junior en el Departamento de Planificación y Desarrollo de Proyectos. Mi trabajo se enfocaba en dar apoyo técnico al proceso de elaboración del Plan Decenal de Educación, fue una experiencia enriquecedora, pero siempre estaba interesada en lo que era el proceso de desarrollo económico, y de cómo los fundamentos macroeconómicos de un país son imprescindibles para determinar las políticas sociales. También tenía mucho interés en el rol del comercio internacional y en la inversión extranjera para el desarrollo económico de los países, por eso postulé al Banco Central a una maestría en la Universidad de Kent y pasé el examen de admisión. En esa universidad estaba el profesor Anthony Hilliard, uno de los economistas más importantes, que ha desarrollado teorías de Comercio Internacional, Balanza de Pagos y Desarrollo Económico. Tuve la dicha de que me aceptaron, al igual que mi compañero que hoy es mi esposo y mi compañero de estudios en la PUCMM, el doctor José R. Sánchez Fung, ambos estudiamos Economía, hicimos maestría juntos y recibimos becas debido a nuestro desempeño”.
5. Un hito en su carrera
Finalizando la maestría, postulé a trabajos académicos, fue un proceso muy interesante, porque me enseñó que hay sociedades justas. La sociedad inglesa, el Reino Unido, demuestran que si eres la mejor en tu área, ganas el puesto profesoral y tuve el honor de ganar la posición en el Instituto de Estudios de Desarrollo. Esto fue un hito en mi carrera, hice trabajos de investigación que se publicaron en revistas internacionales como Economic Journal, Manchester School y World Development. Ese proyecto fue financiado por el gobierno británico. Pero como siempre he sido muy inquieta, además de ser académica mi sueño era desarrollarme como funcionaria pública internacional, lo cual logré a través de ganar un concurso para entrar al Centro de Investigación de Desarrollo Económico de la Universidad de Naciones Unidas. Fueron seis años de gran desarrollo intelectual, donde también logré publicar los capítulos de mi tesis doctoral en revistas de gran renombre, expandir mi carpeta de investigación y dirigir proyectos importantes como el Southern Engines of Global Growthy que involucró a grandes educadores e investigadores de universidades de renombre mundial, el impacto del crecimiento de países como China, India, Sudáfrica y Brasil tuvo el impacto en la reducción de la pobreza. Fue un proyecto muy exitoso, tuvimos conferencias en los cuatro países, la puesta en circulación del libro se hizo en la sede central de las Naciones Unidas en Nueva York”.
6. Satisfacción
Hice un sabático corto como investigadora visitante en la Universidad de California, Davis, esto surgió a raíz de que tenía una pasante, una estudiante doctoral trabajando conmigo. En el instituto teníamos un programa de pasantía y salió la idea de hacer una investigación, de comparar las dos grandes globalizaciones: La primera gran globalización de América Latina cuando ya los países se independizan y comenzaron a exportar a mercados internacionales y la segunda, la gran globalización después de la segunda guerra mundial, comparando esos procesos, la similitud, las diferencias y cuál ha sido el impacto en la desigualdad económica. Ahí vimos que el comercio fue un eje importante en ambos periodos para la reducción de la pobreza, dado la creación de empleos, la inclusión de diferentes sectores y la apertura de estos países a los mercados mundiales. Fue un periodo corto pero de mucha satisfacción. Luego, salió un estudio sobre la República Dominicana, publicado en una revista de América Latina comprando lo que fue su proceso de desarrollo económico desde la independencia”.
7. De gran orgullo
Fui economista líder de una unidad sobre comercio y pobreza en la división de África y los países menos adelantados, donde logré hacer trabajos de mucha importancia a nivel de políticas públicas. Tuve un proyecto que era para ayudar a países a integrar las políticas comerciales, lideré uno para ayudarlos a integrar sus políticas comerciales en los planes nacionales de desarrollo. Dada la limitación de recursos, pude implementarlo en cinco países piloto, pero luego publicamos un manual al que otros países pueden acceder, aquí trabajé con países como Etiopía, Senegal, Lesoto en África, Laos, Bhutan y algunos estados insulares en el Pacífico como Kiribati. Eso fue una gran experiencia de satisfacción porque comenzamos la investigación estudiando encuestas de hogares, paneles de pobreza y desigualdad, estudiando todas las políticas públicas, tenía que ir por países, internarme en sus ministerios, trabajar con los ministros y tener resultados tangibles. Mucho de esos países lograron modificar sus planes nacionales de desarrollo, gracias a la asistencia técnica que les dimos. Participé en la elaboración de los estudios de vulnerabilidad de países que quieren graduarse del estatus de Países Menos Adelantados (PMA) a países de ingresos medios, trabajé con Bangladesh, Birmania y Myanmar”.
8. Posición actual
Actualmente ocupo la jefatura de la Sección de Estudios de Inversiones, División de la Inversión y la Empresa de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Comercio y Desarrollo (Unctad, por sus siglas en inglés) y soy integrante fundadora del Foro de Investigación sobre Género de la Organización Mundial del Comercio (OMC). Mi división elabora el informe sobre las inversiones en el mundo, el principal de este tipo y de este tema en las Naciones Unidas. Aparte de eso soy coeditora de Transnational Corporation, una revista académica sobre inversión y empresas multinacionales de la ONU. Acabo de regresar de la octava edición del Foro Mundial de Inversiones en Abu Dhabi, en los Emiratos Árabes y tuve más de 150 eventos, fui responsable de las áreas relacionadas a la transición energética”.
9. Su gran apoyo
Mi esposo me ha apoyado en mi visión de carrera y me ha acompañado en todos los procesos, en los puestos que he logrado. Mi familia se ha movido entre países gracias a mi trabajo, pero también ha sido un apoyo tener un compañero que entienda la valía de lo que hago y lo que implica. Cuando tenía que irme de misiones alrededor del mundo, él ha sido un compañero que ha logrado que nuestra familia crezca como lo ha hecho. Tenemos 3 niños superexitosos, estamos muy orgullosos de que ellos reflejen nuestro ejemplo de vida, de superación, de estudios… Ellos son deportistas con calidad internacional y han representado a sus escuelas en los países donde viven. Hoy en día mi esposo, luego de 20 años de carrera académica estelar internacional en Inglaterra, se desempeña como embajador y representante permanente de la República Dominicana ante la Organización Mundial de Comercio y de la Unctad. Él también logró poner el nombre de la República Dominicana en alto”.
10. Publicaciones
He publicado siete libros en los que plasmo mi mirada crítica sobre la economía, inversiones y desarrollo. Soy profesora, investigadora y conferencista en renombrados escenarios mundiales. Además, como integrante del Panel de Reclutamiento de Economistas de las Naciones Unidas, he contribuido con la selección de un mayor número de mujeres jóvenes, lo mismo he hecho en comités que garantizan la paridad en los niveles profesionales y gerenciales del sistema onusiano. He recibido numerosos reconocimientos por mi trayectoria intelectual y académica, los cuales se unen al que me convirtió en la primera mujer en ganar el concurso de investigación de la Biblioteca Juan Pablo Duarte del Banco Central con un ensayo sobre inversión extranjera directa, la política comercial y el desarrollo económico de América Latina, cuando contaba con 23 años”.
Experiencias que jamás olvidará
Unas de las experiencias que jamás olvidaré en mi vida es el haber tenido una familia, casarme, ver mis hijos desarrollarse. También, el día en que me gradué a los 26 años de Doctora en Economía, subir y recibir la toga y el birrete de doctora y ver por mis esfuerzos que sí se puede, y es que tu trabajo es la carta de representación. Otra experiencia inolvidable fue haber recibido el premio Medalla al Mérito en mi propio país, que reconoce una trayectoria internacional, que me reconoce como un ejemplo en la diáspora, ha sido uno de los momentos más importantes de mi vida”.
Admiración
A mi madre, Isabel Altagracia Paulino, le debo mi visión feminista y mi creencia de que sin igualdad de género no hay desarrollo económico”.
Gratitud
Mi padre, Rafael Santos, es una persona también en parte responsable de que hoy sea la persona que soy por su experiencia y su ejemplo”.
Familiaridad
Mi abuela María Eduviges fue no solo madre nuestra y de sus hijos, sino también de los amigos y hermanos de lucha de mis padres”.
Estudios
Me empezó a gustar la economía cuando estudiaba en el Cardenal Sancha, ahí descubrí que ella me daba los instrumentos para entender la desiguandad social”.
Orgullo
Cuando entré a la ONU por concurso, el padre José Luis Alemán escribió un artículo en el periódico Hoy sobre mí, el instituto y el orgullo que representaba para él que una dominicana entrara al Instituto de Investigación de las Naciones Unidas”.
Sostén
Mi esposo es mi compañero de estudios, me ha apoyado en lo que ha sido mi visión de carrera y me ha acompañado en todos los procesos y los puestos que he logrado”.