Mary Fernández se graduó deabogada Summa Cum Laude a los 19 años en la Universidad Nacional Pedro Henríquez Ureña. JOHNNY ROTESTAN
Mary Fernández se graduó deabogada Summa Cum Laude a los 19 años en la Universidad Nacional Pedro Henríquez Ureña. JOHNNY ROTESTAN

Mary Fernández cree mucho en la educación y considera que el país necesita más estudiantes que cursen carreras técnicas para echarlo hacia delante

María Altagracia Fernández Rodríguez es una abogada de reconocida solvencia profesional, que respalda de manera activa las más importantes causas sociales defendidas por la población dominicana.

Su presencia es notoria en las expresiones públicas en reclamo contra la corrupción y defiende con fuerza las luchas de las mujeres por sus derechos sociales, económicos, políticos y reproductivos.

Vestida de verde por las tres causales o de naranja para denunciar la violencia de género y el feminicidio, Mary, como todos le conocen, también vistió de amarillo cuando la población salió a las calles a exigir el cumplimiento de la ley que obliga a destinar el 4% del Producto Interno Bruto a la educación.

Vistió de nuevo de verde en las marchas contra la corrupción y, “sin duda vestiría de nuevo si hiciera falta muchos otros colores simbólicos junto a la ciudadanía para vivir en un país de justicia”.

Mary Fernández expresa que “a pesar de ser hija única, tuve una niñez feliz rodeada de muchas primas y primos”.

1. Nacimiento

Nací en Santo Domingo en el año 57, todavía estaba la era de Trujillo, tengo en mi memoria cuando pasó alguien cerca de mi casa cargando un inodoro porque habían desmantelado una de las casas de un familiar de él. En ese tiempo no lo entendí, solo años después y la verdad que 62 años después del ajusticiamiento de Trujillo uno tiene que apreciar mucho la libertad. A pesar de ser hija única tuve una niñez feliz, rodeada de muchas primas y primos, porque mi mamá y mi papá tenían muchos hermanos. Mis primos siempre decían que a mí me tenían un régimen muy estricto de estudios, y honestamente no lo sentía así, me encantaba estudiar. La primaria la estudié en él hasta el 5to. curso, pero el sexto, séptimo y octavo entre los liceos Estados Unidos y Paraguay. Eso fue para mí una gran experiencia, ahí conocí gente con mucho talento y valor como personas. Cuando estaba en el Paraguay, en la era de Balaguer se armaban revueltas, al lado quedaba el Instituto Amazónico, como mi papá era Amazón cuando empezaban los problemas entre la policía y los estudiantes corría hacía el instituto, por eso gracias a Dios nunca me atrapó un problema”.

La destacada abogada considera que “lo que soy hoy en día se lo debo a mis padres, para ellos al igual que para mí la educación es la clave de cualquier transformación y oportunidad para conseguir lo que uno quiera”.

2. Gratos recuerdos

Durante la Revolución del 65, recuerdo a mi papá en su carrito Peugeot llevando comida a los constitucionalistas, también me acuerdo que en la escuela había jeep de los invasores norteamericanos y aunque no estaba muy consciente, recuerdo que algunos soldados me regalaban chocolates y galleticas con queso. Después cerraron el liceo. Tengo buenos recuerdos de la Revolución, en ese tiempo en dos momentos vinieron a vivir a mi casa tres hermanos de mi mamá con sus esposas e hijos. Como la casa tenía dos habitaciones y una de servicio, se alojaron ahí, entonces vivíamos 8 niños, eso fue para mí una época muy feliz, como hija única ya no estaba sola, pues mis primos y mis primas estaban conmigo. Después, vino un hermano de mi papá con dos familias que tenía, ellos también se refugiaron en mi casa”.

La destacada abogada se graduó de derecho Summa Cum Laude

3. Agradecida de sus padres

Lo que soy hoy en día se lo debo a mis padres, para ellos al igual que para mí la educación es la clave de cualquier transformación y oportunidad para conseguir lo que uno quiera. Mi papá Jaime Manuel Fernández y mi mamá María Rodríguez de Fernández (Cucha) eran de La Vega y vinieron a estudiar a la capital con mucho trabajo. Mi papá fue director de la Escuela García Godoy en La Vega, también fue ministro de la Presidencia de García Godoy. Cuando vino a la capital trabajó como taquígrafo parlamentario, hasta que pudo estudiar Derecho y se graduó como abogado. Papá fue catedrático y político, fue canciller de la República, pero durante ese tiempo, ni después en mi casa hubo mejoría económica, recuerdo que mamá se quejaba de que el sueldo de papá no alcanzaba. Mi mamá fue la mujer más importante en mi vida, era muy trabajadora, laboraba en el Laboratorio Nacional en las mañanas y en la tarde tenía otros trabajos privados para poder mantener la casa, a a pesar de que me daba poco tiempo, aprendí mucho de ella, recuerdo que los fines de semana visitaba a sus hermanos, les llevaba frutas, la medicinas a los que estaban enfermos”.

En su oficna, Mary fernández conserva una foto de sus padres cuando se casaron

4. Ayuda doméstica

Siempre me crié con la ayuda doméstica, por eso aprecio tanto esa labor. Agradezco mucho a esas mujeres que trabajaron en mi casa, que estuvieron conmigo, una se llamaba Lourdes, otra Miledys y María Florimond, ellas fueron muy importante en mi vida. Luego vino Inocencia, ella me asistió en mi boda, ha sido muy importante para mí. Hoy mi mano derecha es Clarissa, tiene más de 20 años conmigo, ella siempre me dice que mire doña yo no puedo vivir sin usted, pero tampoco usted puede vivir sin mí, así que nos tenemos que entender. Su hija mayor se hizo profesional, le pagamos la carrera y ahora sus mellizos se graduaron de bachiller y van para la universidad”.

El fondo de pantalla de la computadora de Mary se observa una foto familiar

5. Gran sorpresa

Mi graduación como abogada fue uno de los momentos más importantes de mi vida, por eso digo que tengo tanto que agradecerle a mis padres. Me gradué con 19 años en la Universidad Nacional Pedro Henríquez Ureña (UNPHU), ese día me enteré que me graduaba Summa Cum Laude. Fue un momento emocionante, una gran sorpresa, pero mi mayor felicidad fue ver a mis padres felices, porque como familia humilde para ellos era muy importante que me hiciera profesional”.

6. Esposo e hijos

Tengo 36 años de casada con Pancho Álvarez, nos conocimos cuando ambos con 16 años entramos a la universidad, para entonces tenía mi novio con el que me casé a los 19 años y tuve dos hijos, él también se casó y tuvo dos hijas, después de eso formamos la firma de abogados en 1985. Con el tiempo descubrimos que éramos más que amigos y nos casamos en la Oficialía del Estado Civil en 1987, porque ya los dos habíamos tenido una boda religiosa. Tenemos un hijo en común, pero gracias a Dios nuestros 5 hijos se criaron juntos, son la luz de mis ojos. Mi hijo mayor es abogado, socio de la firma y presidente de la ANJE, mi hija más grande es educadora, la segunda mercadóloga y la tercera odontóloga, viven fuera del país, lamentablemente. El más pequeño, a pesar de que se graduó en Derecho, cuando llegamos a su graduación nos dijo que no iba a ser abogado, que iba a ser banquero y que tenía trabajo. Eso nos sorprendió muchísimo, le sugerimos que tenía que estudiar para eso. Regresó al país, duró dos años, pero se fue a estudiar a España y hoy es vicepresidente en un banco. Tenemos 8 nietos; Javier, Daniel, Anabella, Jaime Antonio, Grace Madelyne, Mateo, Mila Antonia y Felipe, algunos de ellos me llaman Meme y otros abuela Mery”.

7. Vocación de servicio

Trabajo como abogada, pero ahora con mis hijos adultos y viviendo fuera del país encontré mi vocación de servicio. Estuve en la Junta de Regentes del INTEC, porque creo mucho en la educación, este país necesita más estudiantes que cursen carreras técnicas para que eche adelante. Quizás lo que más me mueve ahora mismo es el tema de la igualdad entre mujeres y hombres, creo que tenemos que trabajar para que todos tengamos iguales oportunidades. Una de las más grandes satisfacciones que he recibido es cuando hace unos meses conocí un hospital público que una organización sin fines de lucro extranjera a la que asisto, pro bono, construye en un batey en San Pedro de Macorís. Sabía del hospital, su inversión millonaria, pero cuando vi su dimensión y los aparatos de última tecnología me dije wao… La verdad que me hizo sentir muy bien”.

8. Derecho Intelectual

No me gustan los pleitos, aunque tampoco los barajo, pero a pesar de que empecé en mi carrera profesional como litigante, había que ir a audiencias laborales, civiles, penales muy pocas, pero en la medida que han pasado los años me he dedicado más a Derecho de Propiedad Intelectual que me gusta muchísimo porque creo mucho en la protección de las creaciones del intelecto, o sea tanto valor tiene un objeto material como una idea que se materialice en un invento, en la creación de un libro… Trabajo en esa área y también la corporativa y la comercial. Cursé la maestría en Propiedad Intelectual en la Universidad de Chicago, fue un gran momento de mi vida, después de vieja, de tener nietos pude hacer esa maestría, una gran oportunidad que se me presentó y la aproveché. Tenía muchos años ejerciéndola, pero no tenía un título y entendías que una persona que trabaja esa materia tiene que tenerlo. Aprendí muchísimo de esa maestría”.

Mary Fernández es una reconocida abogada dominicana

9. Gran desafío

El año pasado 2022 fue un gran desafío para mí, porque tuve que operarme de un reemplazo de cadera. Estuve tan mal al final que duré varios meses andando con bastón y ya casi al final no podía caminar. Yo no soy una persona depresiva, soy muy optimista, pero llegó un momento en que me deprimí un poco, pensaba que no iba a volver a caminar. Hoy día estoy tan feliz, porque 6 meses después de esa cirugía me siento nuevecita, ha sido como un resurgir en mi vida, porque de haberme sentido tan mal, hoy gracias a Dios estoy perfectamente bien. Es tan importante la salud que uno tiene que tratar de ver cómo puede ayudar a gente que no la tiene”.

Mary Fernández, reconocida con la Medalla al Mérito de la Mujer Dominicana 2023 junto al presidente Luis Abinader, la ministra Mayra Jiménez y Steven Puig, presidente del Banco BHD

10. Reconocimientos

Dentro de mis reconocimientos está la Medalla al Mérito en el renglón política, me honra mucho haber sido escogida para recibir ese premio, el cual me compromete más. Quiero que otras sigan el camino que he podido transitar, que tengan la dicha que he podido tener de poder ver y disfrutar a mi familia. Me postuló una institución que se llama Pro Líder y mi gran amiga Catalina Gutiérrez que trabaja ahí, es subdirectora ejecutiva y ella forma parte de un grupo muy interesante de mujeres en el que formó parte también que se llama Las no Amigas que se formó de mujeres que no eran amigas, sino que fueron escogidas de diferentes sectores. Me honra muchísimo haber tenido la oportunidad de conocer y compartir con mujeres interesantísimas ese día, de compartir la Medalla al Mérito con todas ellas , eso me enorgullece grandemente”.

Mary Fernández está casada con Pancho Álvarez y tiene 5 hijos y 8 nietos que son nuestra adoración.

Reglas en la familia

“Hay travesuras que hacen los hijos y que uno se da cuenta después de que son adultos. Pancho y yo éramos muy estrictos con nuestros hijos, de lunes a jueves en mi casa no se podía ver televisión, solo había una aunque podíamos haberles colocado una en sus habitaciones no las tenían para poder controlar el tiempo. Luego de muchos años nos enteramos que nuestros hijos a veces se nos escapaban, sacaban la camioneta en neutro, abrían el portón de la casa y se iban. Esa camioneta era donde llevábamos los muchachos a la escuela, entonces ellos aprendieron a manejar temprano, pero nunca nos dimos cuenta hasta ahora de esa travesura que hacían. Pero en general fueron muy buenos muchachos. Increíblemente el mayor desafío fueron las hembras, ellas eran más inquietas, los varones fueron más tranquilos, por lo menos en apariencia pero hoy en día son grandes hombres y mujeres, padres y madres a quienes admiro”.

Mary Fernández junto a otras mujeres que fueron tambien galardonadas con la Medalla al Mérito

Orgullo

Mi mamá fue la mujer más importante en mi vida. Era muy trabajadora, tenía varios trabajos. Uno de ellos era en el Laboratorio Nacional”.

Amor

Tengo 36 años de casada con Pancho Álvarez. Nos conocimos en la universidad. Tenemos 5 hijos y 8 nietos que son nuestra adoración”.

Gratitud

Tengo tanto que agradecer a mis padres. Para ellos, al igual que para mí, la educación es la clave de cualquier transformación”.

Aflicciones

A pesar de que siempre me ha gustado la política, detesto la política partidista, porque mi papá tuvo muchos sinsabores con eso”.

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