Franklin García Fermín ha estado muy vinculado al Derecho, no solo a través del ejercicio de la profesión de abogado, sino también como docente y presidente del colegio que agrupa a los profesionales del Derecho. Como abogado, dirigió el gremio al cual pertenece y como docente alcanzó la más alta responsabilidad que puede asumir un profesor universitario, la rectoría de la Universidad Autónoma de Santo Domingo.
Finalizado su rol de rector, retomó la carrera política. Actualmente ocupa la vicepresidencia del PRM, continúa el ejercicio de su profesión y mantiene su labor docente. Asegura que desde la política, su mayor aspiración es trabajar en favor de una democracia verdadera, con igualdad y oportunidades para todos. También aspira a construir un país más seguro para que los dominicanos no sigan pensando en irse de la República Dominicana buscando lo que ya no encuentran en esta nación.
Ante la pregunta de si aspiraría a la Presidencia de la República, aquí su respuesta: “Decía Ortega y Gasset que el hombre es él y sus circunstancias, y en este momento yo entiendo que las circunstancias a quien favorecen es a Luis Abinader. Él está colocado en ese trayecto. Yo nunca me he negado a asumir ninguna responsabilidad que el destino o las circunstancias me pongan por delante”.
1. Nueve hermanos
Nací el 17 enero de 1957, en San Francisco de Macorís, por una coincidencia de la vida, ya que mi padre, Marco Tulio García, era miembro del Poder Judicial y en esa época lo trasladaban. Para entonces gobernaba el país de forma dictatorial Rafael Leónidas Trujillo. Nosotros somos nueve hermanos. De un primer matrimonio mi padre tuvo seis hijos y con mi madre tuvo tres, pero todos nos llevamos muy bien. A mi papá, lo ubicaban tanto como fiscal que como juez. En esa ocasión, lo enviaron a San Francisco de Macorís como fiscal. Mi familia es de Santiago. Mi papá era del municipio cabecera y mi mamá, Carmen Fermín, era de Villa González. Regresamos a Santiago aún yo siendo muy pequeñito. A mi padre lo trasladaron a Santiago de nuevo. Ahí a mi papá le tocó la dura tarea, como fiscal, de acompañar al médico legista que ordenó el levantamiento de las hermanas Mirabal. Eso para mi papá fue terrible.
2. Gratos recuerdos
De Santiago tengo gratos recuerdos, paseando por el Monumento, o en Villa González, paseando con mis abuelos, en la finca de mis abuelos. Allí mi abuelo cosechaba tabaco y tenían producción de yuca, batata, además del tabaco, que era el principal cultivo. Tenían también vacas, las ordeñaban en las mañanas y vendían esa leche, además de obtener la del consumo de la casa. Además, había muchas matas de cajuil y de mango. Era una finca que estaba dividida en yerba para las vacas, otra para producción de tabaco y la otra parte era para cosechar víveres que eran para el consumo familiar. Esos recuerdos en el campo para mí son muy hermosos. Todo eso lo vivo hasta el año 1969, porque ese año yo vine a Santo Domingo y desde esa época vivo en la capital.
3. Doña Tatá
Cuando llegamos a la capital, vinimos a vivir en la calle Paraguay. Ahí, vine a estudiar en una escuela particular que dirigía una señora ya muy mayor, pero que era una maestra emblemática, a la que llamaban dona Tatá, Altagracia Domínguez. Era una señora de San Pedro de Macorís. Ella en su casa preparaba a los muchachos. En esa escuelita particular, nosotros la ayudábamos a pararse, porque ya era muy mayor, pero era muy respetada y querida. Ahí vivimos momentos muy agradables e inolvidables, junto a ella y los demás compañeros. Ella nos enseñaba las cosas fundamentales para que un niño de 12 años, aprendiera lo básico para su formación. Yo era un niño tímido. Reconozco que en mi niñez y en mi juventud, fui muy tímido. Era tranquilo y muy organizado. No diría que era una súper estrella pero era muy aplicado y eso me ayudaba a no tener problemas en los estudios.
4. Colegio Cristóbal Colón
Cuando finalmente terminamos los estudios con doña Tatá, entramos al Colegio Cristóbal Colón, que fue un colegio emblemático de la parte alta de la capital, que quedaba cerca de Radio Televisión Dominicana. Ese colegio tuvo grandes maestros en esa época, como Narciso González, el fue profesor nuestro; también, aunque no fue mi profesor, enseñaba el ex presidente Leonel Fernández, que había estudiado ahí y quedó como profesor. Ahí estuve haciendo el octavo curso, pero mi familia y yo tomamos la decisión de que yo fuera a La Perito de contadores, era el Liceo Víctor Estrella Liz, que queda al lado del Estadio Quisqueya, era semi oficial y además de darte la formación de bachiller te la daba como contador, y se hacia el bachillerato en tres años. Salías con formación y podías trabajar. En ese liceo fundé el grupo estudiantil que se llamaba Unión de Estudiantes Revolucionarios. Soy el fundador de ese grupo en ese liceo. En el año 1975 me hago bachiller y en enero de 1976 ingreso a la Universidad Autónoma de Santo Domingo.
5. Estudios superiores
Yo llego en enero de 1976 a la UASD a estudiar Derecho, y me integré a las actividades estudiantiles en Fragua, porque como yo había fundado el grupo Unión de Estudiantes Revolucionarios en el liceo donde estudié, la continuidad en la universidad de ese grupo era el Grupo Fragua. En ese entonces estaba Roberto Santana, Manuel Linares, Iván Rodríguez y Radhamés Abreu. En ese momento, cuando llego a la universidad, esos eran los dirigentes principales, ellos habían sido presidentes de la FED. Me integré a las actividades del grupo estudiantil y también a las actividades políticas. Me integré a un grupo de izquierda que se llamó Línea Roja, Movimiento Revolucionario 14 de Junio y también a un grupo que se llamó Unión Patriótica. Estuve en la UASD hasta que terminé la carrera. Me gradúo en el año 1983 y recibo una mención en el premio Amín Abel Hasbún. Es un reconocimiento que da el Consejo Universitario a aquellos dirigentes estudiantiles que han sobresalido como dirigentes y que como estudiantes acumulan ciertos méritos, para mí esa fue una gran satisfacción.
6. El profesional
En 1983, cuando me gradúo, de inmediato instalé una oficina de abogados. Mi padre me ayudó. Comencé a ejercer la profesión. Junto a eso, cuando me gradué comencé como ayudante de profesor en la UASD, y en 1984 ingreso como profesor. En ese momento, comparto el ejercicio de la abogacía con mi labor como docente. Otra gran satisfacción para mí fue que el seis de diciembre de 1992 se realizaron las elecciones del Colegio de Abogados, donde resulté electo, y me juramenté como presidente del colegio el siete de enero de 1993. Le gané a César Pina Toribio. Ahí logré grandes medidas. Terminé en 1994, cuando me dedico más al ejercicio del Derecho y la docencia en la UASD. Terminando la presidencia del Colegio de Abogados, me llegó una invitación del Departamento de Estados de los Estados Unidos, y durante un mes estuve recorriendo los Estados Unidos para conocer el sistema de administración de justicia. Esa fue una experiencia enriquecedora.
7. Carrera en la UASD
En el mes de marzo de 1996 aspiro a una posición electiva en la UASD, que es la de Vicedecano de la Facultad de Ciencias Jurídicas y Políticas. Comienza la carrera docente –administrativa. Desde 1996 hasta el 1999 me desempeño como vicedecano y en el 99 me postulé para decano, sin oponente, y ejerzo el decanato durante seis años, es decir, dos períodos. Hasta el 2005 soy el responsable de esa unidad académica y fuimos partícipes de las reformas que vivió el Poder Judicial; por ejemplo, como decano y vicedecano jugamos un papel en la conformación de la Suprema Corte de Justicia y después en la elección de todos los jueces que conforman el Poder Judicial. En el 2005, nos candidateamos para la posición de vicerrector y ahí fuimos electo en primera vuelta. Estuvimos como vicerrector desde 2005 hasta el 2008. En ese año fuimos electo rector, en el primer intento. Llegar a ser rector es un gran logro para todo aquel que aspira a la rectoría. Ahí estuve hasta el 2011.
8. El rector de la UASD
Lo importante en mi gestión es que logré que la UASD no tuviera paralización, no hubo huelga. La nuestra es la única gestión, desde que se formó el Movimiento Renovador, que se inició en 1966, que logró esto. Tengo el privilegio de ser el único rector de la UASD que no le hicieron huelga. Fundamentalmente, porque siempre recurrí, antes de que pudiera explotar una crisis, al diálogo, al consenso, a buscarle una salida, y traté de tener una base social de apoyo, tanto dentro como fuera de la universidad. Para mí son invaluables los grandes aportes al desarrollo del país que hace la UASD. No hay una institución del país que haga el aporte que hace la UASD a la nación dominicana. Partiendo de esa perspectiva, la satisfacción más grande que yo he recibo es haberle podido servir al país desde las diferentes posiciones que he desempeñado en la UASD.
9. Después de la rectoría
En el año 2011, luego de concluir mis funciones como rector de la UASD, decido dedicarme a tiempo completo a la actividad política. En ese momento yo formaba parte del Partido Revolucionario Dominicano y me dediqué a trabajar en la campaña del 2012 a favor del candidato Hipólito Mejía. Como tú sabes, luego de las elecciones se suscitaron las tensiones entre el grupo de Miguel Vargas y el grupo de Hipólito Mejía y Luis Abinader, y yo decidí apoyar el grupo de Luis Abinader e Hipólito Mejía, y pasé a formar parte del PRM, como vicepresidente, y por lo tanto a formar parte del organismo más alto y de mayor responsabilidad, que es la Dirección Ejecutiva, compuesta por 50 dirigentes a nivel nacional.
10. Padre y esposo
Estoy casado. En un primer matrimonio tuve tres hijos y me casé en 1994 con mi actual esposa, Rosalía Sosa Pérez, que, como sabes, es la directora ejecutiva de Participación Ciudadana. Ella es abogada y economista. Estudió economía en la Unión Soviética y allá realizó un máster. Ambos realizamos nuestro doctorado en Derecho en el País Vasco. Ella es además profesora de la UASD. Ella tenía una hija de su primer matrimonio y ambos tenemos un hijo de 21 años y está estudiando Derecho.
“Lo más importante es la perseverancia”
“En el año 1993 murió mi padre, mientras yo era presidente del Colegio de Abogados. Mi padre fue un hombre que se dedicó toda la vida al ejercicio del Derecho, específicamente desde la carrera judicial. Su muerte fue lo más triste que me ha sucedido, también fue muy triste la muerte de mi madre, que murió en el 2014. La sentí mucho porque las madres son muy apegadas a sus hijos, sobre todo a los varones. La vida está llena de obstáculos, el ser humano debe vivir superando obstáculos, pero lo más importante es la perseverancia. Recuerdo que aspiré al Colegio de Abogados y la primera vez no lo logré. Entonces viví momentos decepcionantes con ciertas personas, pero lo superé de inmediato y me comencé a preparar para la siguiente elección. Cada vez que uno aspira a algo tiene temor de perder, y tú piensas en la derrota, pero cuando la sientes, esa noche es dura. Esa noche uno no duerme bien. Como me pasó a mí. Pero cuando ganas, lo disfrutas y tampoco duermes, pero pletórico de felicidad. La segunda vez encontré mayores obstáculos, porque contra mi candidatura encontré un grupo fuerte, encabezado por César Pina Toribio, que es un jurista, profesor, y yo había sido subalterno de él en la UASD cuando él fue director de la Escuela de Derecho. Él tenía el apoyo del presidente de entonces en el Colegio de Abogados, que era el doctor Wilson Gómez Ramírez. El Presidente Balaguer apoyaba a Pina Toribio, porque era hijo de Pina Acevedo. Sin embargo, la victoria fue contundente. Creo que lo logré por el trabajo intenso recorriendo el país y visitando a los abogados, por mi labor de docente y, por supuesto, el apoyo del doctor José Francisco Peña Gómez”.
Perseverante
Aspiré al Colegio de Abogados y la primera vez no lo logré, pero lo superé de inmediato y me comencé a preparar para la siguiente elección, la cual gané”.
Derrota
“Cada vez que uno aspira a algo, tiene temor de perder y piensas en la derrota, pero cuando la sientes, esa noche es dura. Esa noche uno no duerme bien”.
Circunstancias
“Decía Ortega y Gasset que el hombre es él y sus circunstancias, y en este momento las circunstancias favorecen a Luis Abinader”.