No producimos camiones. Los compramos fuera. El gasoil y el aceite que necesitan para moverse a diario, también. Ni hablar de los repuestos cuando la pela que reciben a diario los camiones obliga a la reposición de piezas. Lo único que compramos en el mercado local es el recurso humano para manejar los camiones y el personal encargado de llevar la basura desde los tanques, fundas o de las propias aceras, al área trasera de compactación que tienen los camiones.
El lector sabe que no miento cuando indico que el personal contratado para la recolección por las alcaldías, en ocasiones tiene que recoger basura directamente de las aceras. La realidad es que a pesar de todo el progreso económico y social que hemos logrado acumular en los últimos años, seguimos siendo un país con un enorme déficit de cultura en la envoltura y disposición periódica organizada de la basura que generamos en nuestros apartamentos, casas y empresas. Es común ver, en un apartamento o una casa, a sus residentes o el servicio que trabaja en ellos, lanzar a la geografía dispuesta para acogerla, varias veces al día y muchas veces a granel, la basura que generan. No es por casualidad que en los barrios que acusan el mayor déficit cultural en el manejo de la basura, los camiones recolectores pasan a diario a recogerla.
En lo que aparece un Lee Kuan Yew que a base de cañazos castigue a todo aquel que irrespete los espacios públicos dispuestos para la colocación de la basura, vamos a requerir un recorrido de camiones de recolección más intenso y amplio del que observamos en países civilizados. Dado que las alcaldías no son responsables del cobro y la percepción del Impuesto al Patrimonio Inmobiliario (IPI), y que apenas reciben el 40% del 10% de los ingresos corrientes no especializados del Presupuesto General del Estado que establece la Ley 166-03, resulta indispensable, si queremos recibir un servicio decente de recolección de la basura, pagar tarifas muy distanciadas de las altamente mentirosas que cobran hoy día las alcaldías.
El edificio donde resido tiene 12 apartamentos. Cuando acceso a la base de datos de la Alcaldía del Distrito Nacional, que dicho sea de paso la ADN debería hacerla viral, observo que la tarifa consolidada que paga nuestro residencial es de RD$4,800.00 mensuales, a razón de RD$400.00 por unidad. Con tarifas así no vamos para ningún lado. El camión de la ADN pasa tres veces a la semana. En consecuencia, los residentes de nuestro edificio pagamos 60 centavos de dólar por apartamento, por cada servicio de recogida que recibimos. Pero si está de pie, siéntese. Los residentes del edificio donde vivo pertenecemos al grupo que enfrenta la tarifa máxima. Así como lo acaba de leer. La tarifa máxima de recogida de basura por apartamento en el Distrito Nacional es de RD$400.00. Como diría un buen amigo, una payasada.
Junto a nosotros aparecen los residentes de 2,090 torres, edificios y residenciales localizados en el Distrito Nacional, que albergan un total de 27,010 apartamentos. Sé que el arancel uniforme que los Chicago Boys instauraron en Chile hace décadas, ha sido una de las reformas claves detrás del modelo de promoción de exportaciones que adoptó esa economía a final de la década de los 70s. Sin embargo, extrapolar la lógica del arancel uniforme a la tarifa uniforme que aplica la ADN para la recogida de basura a estos 27,010 apartamentos no parece razonable. Así como el que más contamina es el que más debe pagar, el que más basura genera, debe enfrentar una mayor tarifa de recolección. No les demos vuelta. Los que más basura generamos somos los residentes en los cómodos y costosos apartamentos del Distrito Nacional.
¿Podría justificarse que los apartamentos de las torres, edificios y residenciales, localizados en las avenidas Anacaona y Pedro Henríquez Ureña, paguen la irrisoria suma de 400 pesos al mes por la recogida del tsunami de basura que generan a diario sus residentes? La tarifa mínima que deberían pagar los apartamentos en esas dos avenidas, sólo para poner un ejemplo, en ningún caso debe ser inferior a RD$1,200.00 mensuales. En el caso de algunas torres, edificios y residenciales que cuentan con apartamentos de 700 mts2 y más, la tarifa debería alcanzar RD$2,500.00 al mes. ¿Qué eso implicaría un aumento en las cuotas de mantenimiento que pagamos los residentes en esos apartamentos? Es cierto. Pero también es cierto que una factura por recogida de basura presentada mensualmente por la ADN que no llega al 1.5% de la suma de todas las cuotas de mantenimiento de nuestros edificios, es un porcentaje definitivamente ridículo y aberrantemente mentiroso. Y adicionalmente es cierto que la ADN no nos envía mensualmente una factura adicional por la limpieza y el ornato de los parques localizados frente a nuestras torres, edificios y residenciales, como los parques Iberoamericano y Mirador Sur.
La eliminación, o por lo menos, la reducción de la mentira en la tarifa de recogida de basura, debe abarcar también a las casas o residencias, las cuales pagan tarifas que oscilan entre RD$100.00 y RD$400.00 mensuales.
Cuando pasamos la página y nos movemos a las instalaciones que acogen a empresas comerciales, supermercados, industriales, bancos, hoteles, restaurantes, clínicas, gasolineras, entre otros, lo que se observa es realmente dantesco. En el caso de los supermercados, las tarifas oscilan entre RD$200 y RD$14,040, tarifa esta última que es la máxima aplicada a un supermercado, correspondiendo el honor al Supermercado Hiper Uno de Villa Consuelo. Seamos serios. Supermercados que no tengan su propio servicio de recogida y traslado de basura a los vertederos y que requieran los servicios de la ADN, deben aceptar una reducción de la mentira en las tarifas que pagan. Una tarifa mínima de RD$10,000.00 mensuales para los supermercados parece razonable, con un máximo de hasta RD$35,000.00.
Las 548 plazas comerciales que aparecen en la base de datos de la ADN pagan tarifas que oscilan entre RD$200 y RD$16,875 mensuales. No hay que dar muchas vueltas para reconocer que pueden y deben pagar mucho más por la recogida de toda la basura que se genera en ellas. Los 99 hoteles y moteles localizados en el Distrito Nacional pagan tarifas que van desde RD$200 hasta RD$12,852.00. Estas tarifas son tan ridículas que no merecen comentarios.
Las 671 tiendas localizadas en el Distrito, pagan tarifas de recogida de basura a la ADN que oscilan entre RD$180.00 y RD$13,938.00, esta última pagada por Ilumel. Aquí hay mucho espacio para disminuir a la mitad la mentira en las tarifas. En otras palabras, para multiplicar por dos el rango de la tarifa. Igual tratamiento deberían recibir las tarifas aplicadas a 81 tiendas de muebles, que van desde RD$200.00 a RD$7,218.00.
Si nos movemos a la geografía de los servicios de salud pública y privada, la mentira adopta una pose vergonzosa. Los 33 hospitales públicos, pagan entre RD$300 y RD$15,228 mensuales, a pesar de que la basura y desperdicios que vierten, requiere de un manejo cuidadoso tanto en la recogida como en la disposición final en los vertederos. Las 207 clínicas y consultorios privados pagan entre RD$200 y RD$8,100 mensuales.
Brinquemos ahora a los 196 restaurantes que aparecen registrados en el listado tarifario de la ADN. El rango para estos grandes generadores de basura y desperdicio va desde un mínimo de RD$200 a un máximo de RD$6,480.00 mensuales que paga el Burger King de Piantini. Pocas cosas generan más desperdicio que un restaurant de pica pollo. ¿Sabía usted que hay algunos pica pollo que apenas pagan RD$300 mensuales por la recogida de basura?
Hace unos días escuché a personas pertenecientes a familias de niveles de ingresos relativamente altos protestar porque habían recibido en marzo, una factura por recogida de basura con un grado menor de mentira incorporada en la misma. En otras palabras, con una tarifa mayor que la anterior. Hay que ser más consciente y entender que no es posible ofertar un servicio eficiente de recogida de basura cuando la estructura tarifaria no permite recuperar ni el 35% del costo de provisión eficiente del servicio.
Hay que reconocer, sin embargo, que hay gracia, mucha gracia, en la estructura tarifaria de la recogida de basura que aplica la ADN. El Partido Reformista, por ejemplo, paga una tarifa mensual de RD$25,000.00, mucho más alta que la pagada por algunos bancos, plazas comerciales y tiendas, grandes industrias, importadoras, canales de televisión, telefónicas, universidades, y colegios. No entiendo la lógica. No tengo elementos de juicio para saber si el Partido Reformista genera o no mucha basura. Lo que si puedo asegurar es que el problema de la basura en el Distrito Nacional no existiría hoy día si Balaguer hubiese tomado un sabático de la Presidencia para correr y ganar, como el sabía hacerlo, la sindicatura de la capital. ¿Qué habría hecho para eliminar la mentira existente en el pliego tarifario de la recogida de basura en hogares y empresas? La habría dejado acumular un par de meses, hasta que los residentes de la capital, de rodilla, le implorasen subir la tarifa mentirosa hasta donde fuese necesario para una recolección eficiente de la misma. Los RD$25,000.00 que paga el local del Partido Reformista parecería ser una señal que, desde el mas allá, el Doctor le estaría enviando a David Collado.