En fecha 13 de agosto del pasado año 2018 el Presidente de la República Danilo Medina sostuvo una amplia reunión técnica con todas las instituciones del sector agropecuario, donde el ministerio de Agricultura actúa como institución líder, con la Oficina Nacional de Meteorología, y con nosotros en nuestra condición de Asesor Científico, a los fines de analizar el comportamiento de las lluvias durante los primeros 7 meses del año 2018 y los volúmenes de aguas acumuladas en las represas, y donde nos tocó exponer las proyecciones de sequía severa que tendríamos en todo el Caribe y Centroamérica para finales del pasado año 2018 y principios de este año 2019, acordándose que desde ese mismo momento todas las instituciones gubernamentales que inciden en el agro debían entrar en un proceso de correcta planificación de las necesidades y disponibilidades de agua, a los fines de poder cubrir los requerimientos en acueductos y canales de riego.
Al final de esa importante sesión de trabajo técnico, el Presidente de la República instruyó a todos los presentes para que de inmediato procedieran a informar al país, vía rueda de prensa desde el Palacio Nacional, que se esperaba una severa sequía regional para finales del año 2018 y principios del año 2019, explicaciones que fueron expuestas por el ministro de Agricultura Osmar Benítez, en compañía del director ejecutivo del INDRHI y de la directora de la ONAMET, con la presencia del administrador del banco Agrícola, del director del IAD, del director del FEDA, del Ing. Antonio Cocco, varios viceministros y nosotros, y desde aquel 13 de agosto todo el país tuvo conocimiento anticipado de la sequía que vendría, y los productores de arroz tuvieron conocimiento de que no se autorizaría la tercera siembra de arroz, o bitoño, por ser de producción limitada y por la obligatoriedad de racionar y optimizar el uso del agua.
Desde ese mismo momento el INDRHI comenzó a manejar de forma prudente e inteligente las aguas que entran a los embalses, para almacenar suficientes aguas para cuando llegara la sequía, además de perforar cientos de pozos para extraer aguas subterráneas, porque durante las sequías las aguas subterráneas no disminuyen como disminuyen los caudales de los ríos superficiales, y el país ha podido ver que las aguas almacenadas han sido indispensables para cubrir las principales necesidades nacionales, particularmente en la Línea Noroeste y en la región suroeste que han sido las regiones más afectadas durante los primeros 4 meses de sequía, quedando claro que gracias a esa planificación estratégica, que condujo al almacenamiento y posterior uso racional del agua, hoy las comunidades y las parcelas agrícolas reciben agua, aunque sea de forma parcial.
De ahí que la oportuna decisión gubernamental de no autorizar la tercera siembra de arroz, por consumir excesivos volúmenes de agua, sumada al trabajo en equipo del ministerio de la Presidencia, del ministerio de Agricultura, del Instituto Nacional de Recursos Hidráulicos, del Instituto Nacional de Aguas Potables y Alcantarillados, del Plan Sierra, del Plan Social de la Presidencia, de los Comedores Económicos y del Consejo Estatal del Azúcar, han permitido que el agua de las represas y de los cientos de pozos perforados, sumadas a la construcción de lagunas para almacenamiento de agua, y a la limpieza de canales de riego, más el suministro de agua en camiones, y comidas para las comunidades pobres más afectadas, junto al suministro de caña, melazas y forrajes para el ganado, han ayudado a mitigar los impactos de esta sequía severa, donde las principales pérdidas reportadas han sido la muerte de 1,190 reses, y 26 mil tareas sembradas de arroz que no maduró.
Por eso, el Presidente de la República, en compañía del ministro de la Presidencia y del ministro Administrativo de la Presidencia, se reunió este pasado jueves con el ministro de Agricultura, el ministro de Medio Ambiente, los directores del INDRHI, INAPA, CAASD, EGEHID, ONAMET, CEA, Plan Social, y Comedores Económicos; el Asesor Científico del Poder Ejecutivo, y los líderes del Plan Sierra, a los fines de evaluar la efectividad de los planes adoptados desde el 13 de agosto de 2018, los impactos que se han producido en la agricultura, la ganadería y los acueductos, y las proyecciones de la sequía para marzo, abril y mayo, y al quedar claro que todavía nos restan 60 días más de sequía severa, en los cuales las lluvias serán menores de lo que han sido en los últimos 4 meses, y que más regiones serán afectadas, el Presidente decidió que todo el equipo informara al país, vía rueda de prensa desde el Palacio Nacional, sobre esta realidad climática regional, y sobre el reforzamiento de las medidas previamente adoptadas, y que, gracias al manejo prudente del agua, todavía quedan 570 millones de metros cúbicos de agua en los embalses, volumen suficiente para cubrir las necesidades del país hasta que lleguen las esperadas lluvias de mayo, aunque la población debe ayudar a economizar, y no desperdiciar, el agua remanente en las represas, algunas de las cuales están en muy bajos niveles, como Rincón, Sabaneta, Bao y Tavera.