En la semana que acaba de concluir, centenares de profesionales de diferentes partes del mundo, dedicados a la ingeniería sismo-geotécnica, nos hemos reunido en la histórica ciudad imperial de Roma, para participar en la “7th International Conference on Earthquake Geotechnical Engineering”, y discutir los más recientes avances en caracterización y clasificación sísmica de los suelos mediante mediciones de las velocidades de propagación de las ondas sísmicas de corte (Vs), enfatizar la importancia de los programas de microzonificación sísmica que han de servir de base a un correcto ordenamiento territorial que disminuya la vulnerabilidad sísmica urbana, analizar los terriblemente dañinos efectos de sitio que se producen cuando las ondas sísmicas de corte se amplifican al atravesar suelos flexibles al momento de un terremoto de mediana o de gran magnitud, discutir la importancia de medir in situ el período de vibración del suelo y los factores de amplificación sísmica que debemos utilizar para construir un válido espectro de respuesta sísmica, y demostrar la importancia y la urgencia de la revisión y actualización de los códigos sísmicos hasta ahora utilizados en diferentes partes del mundo para diseños de estructuras sismorresistentes.
En ese evento científico de clase mundial, nos tocó disertar sobre “Shear wave measurements and seismic site classification in Hispaniola island” (Mediciones de ondas sísmicas de corte y clasificación sísmica de sitio en la isla Hispaniola), y donde para el artículo técnico acompañante de la disertación tuvimos el honor de contar, como co-autores, con los doctores en ingeniería geotécnica Armando Simonelly, Augusto Penna y Dileta Aliperti, profesores de la universidad de Sannio, Italia, y quienes han puesto sus experiencias en ingeniería sismo-geotécnica al servicio de universidades dominicanas, a los fines de formar a nuevos profesionales que han de tener a su cargo el futuro ejercicio de la ingeniería sismo-geotécnica que contribuirá a reducir la vulnerabilidad sísmica de nuestra sociedad.
Y es que gracias a los avances científicos y tecnológicos del mundo de hoy, cada día tenemos más y mejores equipos para hacer mediciones directas de las velocidades de propagación de las ondas sísmicas de corte (Vs), y cada día tenemos más y mejores softwares para procesar los datos que obtenemos en las mediciones de campo y poder construir tomografías sísmicas subsuperficiales que identifiquen los diferentes estratos y los niveles de consistencia y rigidez de cada uno de ellos, consistencia que a su vez está directamente relacionada con las respuestas sísmicas de esos suelos, especialmente los estratos flexibles ubicados inmediatamente debajo de las fundaciones, pues a menor velocidad de propagación de las ondas sísmicas de corte hay mayor amplificación de las ondas sísmicas, lo que a su vez produce mayor vibración sísmica en la zona de interacción entre el suelo y las fundaciones de la estructura, y es ahí cuando se produce el indeseado efecto de sitio que tanto daño hace en las estructuras débiles, y tantas muertes produce cada año, siendo deber de todos nosotros conocer cada día más sobre las respuestas sísmicas de los suelos, para entonces orientar a las autoridades y a los ciudadanos, y disponer de mapas detallados de microzonificación sísmica construidos con válidos factores de amplificación sísmica, de forma tal que los diseños estructurales sean realizados en base a válidos espectros de respuesta sísmica que garanticen excelentes respuestas sísmicas de las estructuras levantadas sobre suelos flexibles, y con ello reducir la vulnerabilidad sísmica de nuestra sociedad.
Como evidencia de las malas respuestas sísmicas que se producen en viejas estructuras débiles construidas sobre suelos blandos, dentro del programa del Congreso visitamos las zonas destruidas en los altos valles de Amatrice, Norcia, Accumoli y L’Aquila, donde moderados terremotos de magnitudes variables entre 5.9 y 6.4 produjeron en los años 2009 y 2016 grandes devastaciones que dejaron muchas muertes y muchos edificios históricos destruidos, pudiendo apreciar allí que todavía muchos edificios no han sido reconstruidos porque las autoridades italianas han priorizado la microzonificación sísmica de esos valles intramontanos afectados, antes de proceder con su reconstrucción, ya que prefieren tener un mejor entendimiento de las respuestas sísmicas locales de esos suelos blandos, para entonces mejorar los diseños de las estructuras que en lo adelante deban ser construidas sobre esos suelos, pues ningún diseño estructural será sismorresistente si no se conoce primeramente la verdadera respuesta sísmica del sitio.