Las palabras sobreaforo y sobrecupo, así como la expresión exceso del aforo, y no exceso de aforo, son adecuadas para indicar que la capacidad máxima de un recinto se ha sobrepasado.
Sin embargo, esta última se viene utilizando en los medios como equivalente de exceso de asistentes: «Incumplimiento del uso de la mascarilla, ausencia de distancia de seguridad interpersonal a la hora de fumar y exceso de aforo en dos establecimientos».
Exceso de aforo significa que el aforo del que se habla es excesivamente grande con respecto a la cantidad de gente esperada para un evento, es decir, que sobraría espacio. La estructura verbal exceder el aforo, con el artículo determinado, es la que indica que el aforo ha sido excedido, sobrepasado, y su correspondiente estructura sustantivada es exceso del aforo, también con el artículo determinado, para mantener el mismo sentido.
En todo caso, ese concepto puede expresarse en una sola palabra: sobreaforo o sobrecupo, según el país. Ambas aluden a la asistencia que sobrepasa el aforo: «Fue evidente el sobrecupo que hubo esta noche en la casa de los Gallos Blancos para el partido ante el líder del torneo».
Así, en el ejemplo anterior habría sido preferible escribir «Incumplimiento del uso de la mascarilla, ausencia de distancia de seguridad interpersonal a la hora de fumar y sobreaforo/sobrecupo/exceso del aforo en dos establecimientos».
Por otro lado, esta expresión se utiliza equivocadamente para indicar que un local o un lugar están llenos y que, por tanto, no se permite entrar en ellos a más gente, como en «Accesos cerrados por exceso de aforo en playas de Barcelona»; en este caso, en lugar de exceso de aforo, lo adecuado es utilizar aforo completo: «Accesos cerrados por aforo completo en playas de Barcelona».