El Sindicato Nacional de Enfermería (Sinatrae) afirmó ayer que más de diez miembros del personal de salud, incluyendo enfermeras, han fallecido a causa del COVID-19 por lo que exigió al Ministerio de Salud Pública la pronta realización de pruebas PCR.
Según su presidente, Julio César Cruceta, a pesar de que el personal médico y de enfermería está en contacto con personas infectadas con el virus, enfrenta dificultades para accesar a las pruebas diagnósticas y tardan entre 15 y 20 para su realización, con el agravante de que muchos de ellos son obligados a trabajar aunque presenten los síntomas.
Dijo que la víctima más reciente es una enfermera que laboraba en el hospital de Cienfuegos, en Santiago y presentó serias dificultades para hacerse la PCR y finalmente falleció en una clínica privada, dejando a tres niños en la orfandad
Según Cruceta, las pruebas se han convertido en un privilegio de funcionarios de alto nivel, empresarios y personas pudientes, mientras la gente común deambula desesperada con síntomas de la enfermedad en busca de un diagnóstico.
Asimismo, cuestionó sobre el destino dado a las más de 200 mil pruebas rápidas que supuestamente fueron donadas por dirigentes políticos y empresarios y cuántas adquirió particularmente el Estado dominicano.
Asimismo, denunció que las enfermeras que han resultado infectadas durante su labor encuentran obstáculos para hacer los reportes al Instituto Dominicano de Prevención y Protección de Riesgos Laborales (IDOPRIL) lo que les impide tener la cobertura del tratamiento médico y la indemnización económica por ser una enfermedad ocupacional.
Sinatrae también reclama una indemnización para los familiares de las enfermeras que han fallecido en la lucha contra el COVID-19 y que los bonos de RD$5 mil que se entregaron los meses de abril y mayo se extiendan todo el año y sean incluidos en el presupuesto del 2021 como un reajuste salarial.