La difícil situación por la que pasaba Venezuela dificultó el proceso para que Pedro Vicente Muñoz Gutiérrez pudiera culminar sus estudios universitarios, pero nunca se amilanó
“Investigando por internet, me atrajo la oportunidad de estudios que ofrecía República Dominicana, específicamente en la Universidad Autónoma de Santo Domingo, para la licenciatura en Economía, y a través de amistades que ya se encontraban en este país obtuve muy buenas referencias al respecto. Realicé mis trámites reglamentarios y emprendí mi viaje”, le cuenta Pedro Vicente al periódico elCaribe.
El joven -con tan solo 18 años- emprendió su negocio de una forma inesperada. “Al ser músico, tuve la necesidad de conocer mi instrumento “Oboe” y solventar las fallas que se presentaban”, dice.
Fue a partir de ahí cuando en octubre del 2015 se dio la oportunidad de solucionar un problema que presentaba un instrumento de un conocido y así se dio cuenta que podía prepararse y desempeñarse en esta profesión llamada “lutheria”.
La lutería, luthería o laudería es la actividad consistente en fabricar o reparar instrumentos musicales de cuerda, particularmente violines o guitarras. En muchos casos esta es una actividad artesanal. También se aplica al almacén o comercio del lutier.
“Alegría, inquietud, nervios e incertidumbre fueron las sensaciones que me acompañaron tras dar el primer paso en los inicios del proyecto”, recuerda en la conversación.
Manifestó que inició por amor la profesión y luego pasó a ser una forma de resolver una necesidad económica.
Expresó que poder solventar las dificultades y lograr el bienestar de los músicos del país es lo que más le gusta de su trabajo. Es uno de los puntos que lo motivaron a emprender este proyecto.
“Al pertenecer al mundo musical percibí que había inconformidades y un vacío para algunos músicos, porque no tenían un establecimiento donde abastecerse de accesorios, instrumentos o solucionar algún problema de su instrumento musical”, manifestó.
Pandemia y oportunidad de crecer
La situación que atravesó el país por la pandemia del covid-19, nos permitió reformarnos, actualizarnos y desarrollar otros mecanismos para llegar a una nueva clientela. Ante las medidas tomadas por las autoridades, muchas personas decidieron apostar a iniciar en el mundo musical y gracias a ello nos permitió expandirnos”, indica.
A Vicente se le puede contactar a través de Instagram como @luthiervm, vía el número telefónico (849) 458-3838, vía el correo electrónico: [email protected] o visitarlo sus instalaciones en la calle Alberto Peguero. No 3, Local #1, sector Miraflores. Distrito Nacional.
Descubrió que la lutheria era su pasión en enero del 2018. “Estando ya residiendo en República Dominicana pude poner más en práctica y mejorar los conocimientos adquiridos en Venezuela y mi pasión por esta profesión aumentaba al percibir la satisfacción de mis clientes por los trabajos realizados”, recuerda el emprendedor.
Vicente define su negocio “Luthier VM, SRL” como una empresa donde puedes conseguir accesorios, instrumentos nuevos o usados y realizar una reparación de muy buena calidad y con el mayor respaldo y tranquilidad.
Busca que sus clientes se lleven la mejor experiencia, brindándoles asistencia de primera, basada en la honestidad, respeto y puntualidad, así como también ofreciéndoles un servicio personalizado, tomando en cuenta la necesidad y gustos de cada persona”, indica.
“Luthier representa la oportunidad de materializar un sueño, ideas, esfuerzo y disciplina. Me ha enseñado a interactuar con muchas personas del mundo musical con la que he tenido oportunidad de crear lazos de amistad y negocios”, indico el joven al periódico.
Uno de los deseos que Pedro Vicente Muñoz anhela cumplir es la creación de sucursales, tanto dentro como fuera del país y la creación de un centro de formación de luthería.
Muñoz lleva seis años dedicándose a esa actividad, por lo que decidió enseñar a los demás lo ya aprendido en el oficio, dando el primer paso en febrero del año en curso, cuando realizó el primer “Taller Básico de Luthería de Instrumentos de Vientos” que se haya realizado en este país.
Dijo además que su familia ha sido pilar fundamental en todo lo que ha podido construir hasta el momento y que gracias a ella nunca no ha pensado en tirar la toalla.
El momento más retador que Pedro Vicente Muñoz ha encontrado en medio del emprendimiento fue cuando decidió apostarlo todo a su empresa.
Exhorta a las personas a que nunca tengan miedo a fallar. “Siempre crean en ustedes, prepárense, luchen por sus sueños y rodéense de personas que saquen su lado positivo. Apuesten, que siempre habrá ganancias”, dijo.