Contrarreloj se escribe preferentemente en una sola palabra cuando funciona como sustantivo (la contrarreloj) o como adjetivo (prueba contrarreloj), mientras que es preferible escribir la locución adverbial en dos palabras (trabajar contra reloj).
En los medios de comunicación es habitual encontrar frases como «Nos esperan etapas increíbles en los Dolomitas, más la cronoescalada y la contra reloj de Milán» o «Brasil 2016: una nueva carrera contra reloj».
De acuerdo con la Academia, para aludir a la carrera en la que los participantes toman la salida a intervalos de tiempo previamente definidos y se clasifican según el tiempo que tardan en llegar a la meta, lo preferible es usar contrarreloj (plural contrarrelojes), en una sola palabra y con dos erres: carrera contrarreloj, prueba contrarreloj, una contrarreloj…, tal como indica la Ortografía de la lengua española.
Por tanto, en los ejemplos anteriores lo adecuado habría sido escribir «Nos esperan etapas increíbles en los Dolomitas, más la cronoescalada y la contrarreloj de Milán» y «Brasil 2016: una nueva carrera contrarreloj».
En cambio, cuando se usa la locución contra reloj para significar ‘con suma urgencia o con un plazo de tiempo perentorio’, resulta preferible escribirla en dos palabras: «Trabajo contra reloj para salvar los plátanos de La Palma de las cenizas», mejor que «Trabajo contrarreloj para salvar los plátanos de La Palma de las cenizas».
Tanto con este valor adverbial como con valor adjetival es posible intercalar un artículo: trabajar contra el reloj o victoria contra el reloj.
En ningún caso —señala el Diccionario panhispánico de dudas—, se antepone a la expresión la preposición a: la construcción adecuada no es, pues, «Trabajaron a contra reloj», sino «Trabajaron contra reloj».