Comparto con todos mis lectores el mensaje de fin de año que expresé, como parte del liderazgo de la Iglesia Crsitina Palabras de Vida (ICPV), en la activida especial que realizamos para recibir el nuevo año.
“Este año 2020 ha sido un año muy dificil y complicado. Un año que para muchos ha estado lleno de incertidumbres y temores, por la pandemia del coronavirus que ha cambiado el curso de la humanidad. Pero, a pesar de todo eso, el Señor ha sido fiel con nosotros como hijos de Él y como frutos de su creación.
En Romanos 8:28 se afirma que para los que amamos a Dios y estamos bajo el manto de su propósito eterno, “todo obra para bien”. Y este virus ha fortalecido nuestra fe. Nos ha puesto nuevos retos para seguir llevando el mensaje y las enseñanzas de Jesús a todos los ambitos de la sociedad, aunque los locales físicos de nuestras iglesias hayan estado cerrado por muchos meses.
Para el año 2021 hay muchas expectativas y muchos temores. Mucha ansiedad y mucha preocupación. Pedimos al Señor que ya, definitivamente, este momento de pandemia sea superado. Confiamos en que lo que el Señor tiene para nosotros en este nuevo año 2021 será mucho, pero mucho mejor, y más grande en bendiciones que todo lo que hemos recibido en este 2020.
Y el Señor me dice que en este año 2021, como congregación, como casa de Dios, y cada uno de nosotros de manera particular como hijo de Dios, debemos practicar y dar a los demás la gracia y la misericordia que recibimos todos los días de nuestro Padre Celestial.
La gracia y la misericordia de Dios son las dos caras del gran amor que nuestro Padre Celestial tiene para cada uno de nosotros. La gracia es recibir las bendiciones de Dios a pesar de que no la merecemos, porque todos somos pecadores y estamos destituidos de la gloria de Dios. Pero por su infinita gracia, encontramos a Jesús y el nos da la Salvación Eterna.
La misericordia es que, por su infinito amor, el no nos da lo que merecemos por nuestros pecados, ya que por su misericordia no somos condenados, no somos castigados, sino que somos amados y perdonados por siempre. En este año 2021 debemos practicar con nuestros semejantes la gracia y la misericordia que recibimos de nuestro Señor.
Así como por gracia Dios nos perdona, nosotros debemos perdonar a nuestro projimo, a nuestros hermanos, a nuestras esposas, a nuestros hijos, a toda nuestras familias e incluso a nuestros enemigos.
Así como por misericordia Dios nos llenamos de bendiciones, nosotros debemos bendecir cada día, cada hora, cada minuto, cada segundo, a todos los que nos rodean. Bendecir a nuestros jefes aunque hayamos sido despedidos, bendecir a las autoridades del país aunque nos moleste el toque de queda, bendecir a los policías y militares que hacen su trabajo cada día, a pesar de que a muchos de nosotros nos hayan apresado o multado por violar las normas de seguridad.
Este nuevo año 2021 que se inicia con tantas incertidumbres y temores, deben ser un año lleno de la gracia y la misericordia de Dios, debe ser un año para cada día nosotros llevar a los demás esa gracia y esa misericordia que día a día nos da Jesús. Que durante todo el año 2021 llevemos en nuestras mentes y nuestros corazones ese hermoso mensaje del apostol Pablo, en Hebreos 4:16:“Acerquémonos, pues, confiadamente al trono de la gracia, para alcanzar misericordia y hallar gracia para el oportuno socorro.” Dios los bendiga a todos!!!