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NUEVA YORK – Vladimir Guerrero Jr. y los Azulejos llegaron a un acuerdo para una extensión de 14 años y US$500 millones, según informó una fuente a MLB.com la noche del domingo, marcando de inmediato uno de los momentos más importantes en la historia de la franquicia. El club no ha confirmado el acuerdo, que está sujeto a un examen físico.
El contrato supera ampliamente cualquier otro en la historia de los Azulejos, dejando atrás el pacto de seis años y US$150 millones de George Springer, y reinicia el reloj de esta organización.
La situación contractual de Guerrero ha sido una sombra persistente sobre los Azulejos durante años, y el tema tomó mayor fuerza cuando el cañonero dominicano llegó a los Entrenamientos Primaverales con una fecha límite para negociar: el 18 de febrero, día del primer entrenamiento completo del equipo. Pero una historia de esta magnitud no se apaga fácilmente, y fue creciendo durante el campamento mientras se filtraban cifras y valoraciones, muchas veces en entrevistas en español ofrecidas por el propio Guerrero.
Finalmente, todos pueden respirar tranquilos. Guerrero fue presentado como la gran esperanza del béisbol en Toronto cuando debutó en 2019 como el mejor prospecto del juego, pero con la agencia libre a la vuelta de la esquina al final de esta temporada y sin una victoria en postemporada en esta era, había mucha ansiedad y presión sobre esta campaña. Ahora, podemos dejar de temer un final trágico y volver a mirar hacia el futuro de los Azulejos.
Guerrero ahora tiene la oportunidad de ser un Azulejo de por vida, algo de lo que han hablado en los últimos meses tanto el presidente del club, Mark Shapiro, como el gerente general, Ross Atkins. Esta organización ha tenido muchas estrellas, pero pocas han pasado toda su carrera en Canadá. Roy Halladay fue canjeado a los Filis en la parte final de su carrera. El quisqueyano José Bautista fue un bateador tardío que pasó por varios equipos antes y después de su tiempo en Toronto. Incluso Dave Stieb lanzó una temporada para los Medias Blancas.
Dentro de 15 años, podríamos mirar los números de Guerrero y ver sólo un equipo en su historial. Ya es el rostro de la franquicia en el presente, el jugador que los fanáticos más quieren ver cada noche en el estadio o en sus pantallas, pero esta extensión le da la oportunidad de ser mucho más que eso.
Los Azulejos han estado persiguiendo agresivamente a las grandes figuras del béisbol en los últimos años. Primero fue Shohei Ohtani, en una de las novelas más dramáticas de la agencia libre en el deporte profesional norteamericano en años. Luego vinieron el astro dominicano Juan Soto, Roki Sasaki y otros. Finalmente, los Azulejos están gastando como el equipo de mercado grande que son, el único equipo del béisbol con todo un país detrás, y al fin ha dado resultado.
Esto es más grande que Vladdy. El final de la temporada 2025 parecía un posible punto de quiebre si las cosas no salían bien. Bo Bichette también será agente libre, al igual que Chris Bassitt. Al término del 2026, Kevin Gausman y Daulton Varsho quedarán libres, mientras que el puertorriqueño José Berríos tiene una opción de jugador. Una mala campaña en el 2025 podría haber cambiado drásticamente el rumbo de la franquicia, pero esa es la ventaja de extender a Guerrero. Ahora, el acelerador debe mantenerse a fondo. No hay otra opción.
Aunque la temporada 2025 de Guerrero no ha comenzado con buen ritmo, en el 2024 volvió a posicionarse como uno de los bateadores más temidos del béisbol, mostrando el talento que lo habría hecho merecedor del premio JMV de la Liga Americana en 2021 de no haber sido por el dominio de Ohtani. Ha crecido dentro de esta organización, desde aquel prospecto de 16 años con cara de niño salido de República Dominicana, hasta convertirse en un líder más maduro y vocal en este clubhouse.