El español Rafael Nadal se impuso ayer con contundencia por 6-1 6-2 al australiano Jason Kubler en la segunda ronda del torneo de Brisbane, en su segundo partido tras su victoriosa reaparición ante el austriaco Dominic Thiem el martes.
Kubler, invitado por la organización del torneo, opuso menos resistencia que el austriaco y se vio desbordado desde el principio por el tenis del español, al que se enfrentaba por primera vez en su carrera.
El histórico zurdo, que no aparenta haberse perdido prácticamente todo el 2023 por una lesión en su psoas ilíaco izquierdo, buscará registrar su tercera alegría al hilo en el torneo oceánico, donde dirimirá frente al nacido en Sídney, de 29 años.
Tras ceder solo un punto por una doble falta en el juego inaugural, Nadal marcó enseguida su territorio con un break en el primer juego al servicio de su oponente, que no aguantaba la intensidad de la bola del español.
Era tal el dominio inicial de Nadal que, exceptuando la doble falta del mallorquín en el primer juego, Kubler no anotó ningún otro punto hasta el cuarto juego del partido con una bonita volea de revés que pareció meterle de nuevo en la contienda, aunque no impidió que terminara perdiendo de nuevo su servicio.
Ante la atenta mirada de Carlos Moyá y el resto de su equipo, Nadal alternaba errores no forzados lógicos tras su larga inactividad con cada vez más golpes ganadores que recordaban por qué ha ganado 22 títulos de Grand Slam.
Una de las notas más positivas, además de la brillantez de algunos golpes ganadores, fue la fluidez de movimiento del tenista balear después del largo parón por sus problemas físicos.
En la parte final del partido, Nadal volvió a mostrarse agresivo y dominante, sin apenas dar opciones a su oponente, y cerró el duelo con un brillante revés ganador que le coloca en los cuartos de final de este torneo, donde se enfrentará a otro australiano, Jordan Thompson.