Al número uno del tenis le fue cancelada su visa en Australia otra vez
MELBOURNE, Australia. Novak Djokovic se enfrentaba de nuevo ayer a una posible deportación luego de que el gobierno de Australia revocó su visa por segunda vez, el último giro de una telenovela sobre la participación del serbio, primero en el escalafón mundial, en el Abierto de Australia a pesar de no estar vacunado contra el COVID-19.
El ministro de Inmigración, Alex Hawke, anunció que utilizó su facultad ministerial para cancelar la visa del serbio, de 34 años, por motivos de interés público a tres días del inicio del torneo, donde Djokovic ha ganado nueve de sus 20 torneos de Grand Slam. Se espera que los abogados del número uno del mundo apelen la decisión ante la Corte Federal de Circuito y Familia, como ya hicieron con éxito la semana pasada tras la cancelación de su permiso de entrada en el aeropuerto de Melbourne.
En una vista judicial de ayer se determinó que el deportista no sería detenido ni expulsado del país durante la noche, pero si deberá asistir a una reunión con sus abogados y funcionarios de inmigración en Melbourne hoy a las 08:00 de la mañana.
La deportación de Australia suele acarrear la prohibición de regresar al país durante tres años, aunque este requisito podría eliminarse dependiendo de las circunstancias.
Hawke dijo que revocó el permiso por “motivos de salud y de buen orden, sobre la base de que era de interés público hacerlo”. En un comunicado, señaló que el gobierno del primer ministro, Scott Morrison, está “comprometido firmemente con la protección de las fronteras de Australia, especialmente en relación con la pandemia del COVID-19”.
Morrison se mostró complacido con la decisión. Todo este episodio ha herido sensibilidades en el país, y especialmente en el estado de Victoria, donde los residentes pasaron cientos de días confinados en la peor fase de la pandemia y hay una tasa de vacunación entre los adultos de más del 90%.
Todos los que participan en el Abierto de Australia — incluyendo los deportistas, sus equipos y los espectadores — deben estar vacunados contra el COVID-19. Djokovic no lo está y solicitó una exención médica alegando que pasó la enfermedad en diciembre.
Ese salvoconducto aprobado por el gobierno del estado de Victoria y Tennis Australia, el organizador del torneo, le permitió, al parecer, recibir una visa para viajar.
Pero la Fuerza Fronteriza Australiana rechazó la dispensa y canceló el permiso a su llegada al aeropuerto de la ciudad el 5 de enero. El serbio pasó cuatro noches en un hotel de detención de migrantes antes de que un juez anuló la decisión el lunes.