El tenis necesita un rey para el futuro y Carlos Alcaraz tiene todas las papeletas para recoger la corona. Y quizás dentro de no mucho tiempo.
En el duelo de talentos contemporáneos ante Holger Rune, el español triunfó con solvencia (7-6 (3), 6-4 y 6-4) y disputará este viernes sus primeras semifinales en Wimbledon contra el ruso Daniil Medvedev.
Rune, diamante de este deporte y jugador contrapuesto en carácter al murciano, sucumbió ante la potencia y consistencia de Alcaraz, que gritó de rabia al apuntarse un importantísimo primer set, el que decidió el partido y el que marca el devenir de una rivalidad que será histórica.
Porque Alcaraz y Rune dieron un espectáculo de intercambios desde el fondo que alcanzó su culmen en el desempate de ese primer parcial, donde los nervios acuchillaron al danés, con una nutrida armada en la grada, pero con menos armas en la pista.