A pesar de que los Bravos de Atlanta aún se encuentran en un proceso de reconstrucción, entran en esta temporada con razones para tener esperanzas sobre el futuro de la franquicia. Parte de ese futuro, lo componen un sólido cuerpo de relevistas conformado por el trío de dominicanos que lanza fuego hacia la zona de strike: Arodys Vizcaíno, José Ramírez y Mauricio Cabrera, quien está en la lista de lesionados. Este trío de relevistas no solo tienen en común que juegan para los Bravos de Atlanta sino que los tres tocan las 100 millas por hora e inclusive hasta más.
Vizcaíno, de 26 años, siempre ha presentado su brazo de poder, pero las lesiones lo han conducido a enormes contratiempos, evitando presentar sus credenciales. “Ese ha sido el Vizcaíno de siempre, he tenido una mayor parte de lesiones que no me han permitido jugar el año completo. Pero mi meta esta campaña es tener salud para ver si puedo tener un año completo”, manifestó Arodys a elCaribe.
“Arodys fue muy alentador toda la primavera”, dijo el dirigente de los Bravos, Brian Snitker. “Está lanzando muy bien… Es como si no hay preocupación por cómo se puede sentir a la hora de lanzar. Esta cómodo y saludable. Él será gran parte de este bullpen”. El derecho de Yaguate viene esta temporada buscando restablecerse una vez más, pues cuando muchos pronosticaron que sería el cerrador de Atlanta, el año pasado, y aunque empezó cerrando las últimas entradas del partido, una lesión lo limitó y ayudó a que Jim Johnson se quedara con el puesto.
“Seré preparador de Johnson. Pero si cualquier cosa pasa con él, me darán el chance”, expresó Vizcaíno, quien se acerca a 100 mph y respalda su bola rápida con un lanzamiento rompiente que a veces es difícil de clasificar como curva o slider. Arodys, quien llegó a las filas de Atlanta en el 2014, cambió su sistema de entrenamientos en la pasada temporada muerta para lograr mantenerse saludable. “Antes trabajaba muchas pesas, con muchas libras. Este año reduje un poco eso y me limité a correr mucho en la playa ”, dijo el relevista, quien ha sido sometido a tres operaciones en el brazo de lanzar, agregó.
Si se mantiene sano y mantiene su máxima velocidad, la octava entrada de Atlanta estará en sus manos.
Del otro lado, disputándose el sexto o séptimo episodio junto a su compatriota Mauricio Cabrera, se encuentra José Ramírez, quien posee una bola rápida que promedia más de 97 millas por hora y que fue adquirido por los Bravos en un intercambio con los Marineros en 2015.
“Me siento bastante contento, vamos a tratar de que entre los tres hacer un buen equipo y mantenernos en salud, para al final del día dar la victoria”, indicó Ramírez, quien pertenece también a Yaguate, San Cristóbal. Ramírez, quien debutó en las Grandes Ligas en 2014, ha tenido una serie de inconvenientes como lesiones y problemas de control para dar el salto y establecerse en la Gran Carpa.
En cambio, de todos los lanzadores en el sistema en los últimos años de los Bravos, ninguno tiene mejor velocidad que el dominicano Mauricio Cabrera. Inclusive, en las Grandes Ligas, sólo hay un relevista que tuvo una velocidad de bola rápida más alta que Cabrera: 100.1 mph en 2016, y fue Aroldis Chapman. “Se sube allí en el montículo y empiezas a oír, ¡‘Bang! ¡Bang! Y te das cuenta que algo está pasando. Es emocionante y me imagino que incómodo para los que reciben ese misil”, dijo entre risas el coach de bullpen, Marty Reed.
No obstante, tendrán que esperar si Cabrera podrá arrebatarle el reinado al cubano Aroldis Chapman, pues inició la temporada en la lista de inhabilitados por 10 días, por precaución debido a dolores en el codo de lanzar aunque aún no representa mayores riesgos. “Sentía algo en su codo, por lo que estamos siendo cautelosos con él en este momento”, dijo el capataz Snitker, quien calificó la situación de Cabrera como “día a día”. El nativo de Las Matas de Farfán, registró 285 lanzamientos a más de 100 millas de velocidad, tres de ellos a 103.83 millas por hora en Las Mayores, la temporada pasada, además, totalizó efectividad de 2.82 y seis salvamentos en 41 apariciones, totalizando 32 ponches con 19 boletos en 38 1/3 entradas.