Por primera vez en años recientes, Michael Pineda vuelve a sentirse como en sus inicios, dominante desde el montículo. Durante años, y más después que llegó a Nueva York, Pineda ha luchado con problemas de inconsistencia, siendo a veces una incógnita en la rotación de los Yanquis.“Le doy gracias a Dios por este gran comienzo aquí en mi ciudad, en Nueva York. De verdad muy agradecido y contento de esa actuación que tuve”, manifestó Pineda a elCaribe.
Esta vez, todo ha sido diferente para el número tres de la rotación de la tropa del Bronx, quien tras superar su primera salida, que apenas duró tres entradas y dos tercios, ha tenido dos juegos casi perfectos -incluyendo el día inaugural de los Yanquis- de sólo tres carreras, en 14 episodios y dos tercios, sólo ha permitido tres carreras y ha abanicado a 17.
Sin titubear, y a carcajadas, el derecho de 28 años expresó lo que anhela para esta campaña: “Consistencia. Eso es lo que se quiere. Estamos trabajando para eso, a que pueda tener buena temporada, ayudar al equipo a ganar partidos y lleguemos a una serie mundial”.
“Si lo sigue haciendo así, Pineda tendrá la oportunidad de tener éxito”, expresó el dirigente Joe Girardi durante la conferencia de prensa después del partido del pasado domingo.
Desde que fue cambiado desde los Marineros a los Yanquis en el 2011, y luego de perderse dos temporadas por problemas de lesiones en el hombro derecho, la fanaticada de los Yanquis siempre ha esperado que sea ese lanzador consistente capaz de obtener 15 o más victorias.
“El éxito es difícil en cualquier lugar y nada es fácil. Aquí en Nueva York, he tenido juegos buenos, como también he tenido juegos malos. Gracias a Dios estamos aquí en pie de guerra”, expresó Michael, quien en el 2016, agotó la mayor cantidad de entradas en su carrera (175.2).
Entrando a su quinta campaña en las Grandes Ligas, Michael sabe lo importante que es para él brindarle estabilidad a los Yanquis, es por ello, que modificó algunas cosas en temporada muerta.
“Estuve trabajando más con mi cambio de velocidad, agarrando un poco más de confianza y usándolo más en el juego, esa fue una de mis metas”, indicó Pineda, quien hasta anoche se encontraba en el cuarto lugar en el encasillado de ponches de la Liga Americana con 23.
No sólo ese es el único objetivo que se trazó el portentoso jugador de Yaguate, con 6’7 de estatura, su peso también es parte fundamental para ser efectivo en la lomita. “En temporada muerta, corrí mucho. Me gusta correr para mantener mi peso. Es uno de los obstáculos que puedo tener. Soy una persona alta y tiendo a engordar rápido Quisiera mantenerme en 270, sería lo ideal”, dijo.
Mientras se prepara para cada salida, Pineda no deja escapar la ilusión de algún día ganarse un Cy Young. “Todo lanzador y más abridor sueña con ganar un Cy Young, no importa la liga. Ese es el sueño de todos nosotros, pero la realidad de nosotros es que hay que ir juego tras juego. Eso se decide en el transcurso de la vida”, dijo Michael, quien se encuentra en su penúltimo año de contrato con los Yanquis de Nueva York.