El paracorto de los Rojos de Cincinnati registra una temporada de ensueño con una proyección de 90 bases robadas
Elly de la Cruz es la muestra del pelotero completo que puede ayudar a un equipo de béisbol en diversas facetas y los Rojos de Cincinnati disfrutan de ese privilegio.
De la Cruz ha iniciado la temporada por todo lo alto, al punto de proyectar una temporada élite en su segunda temporada de Grandes Ligas.
La actuación del dominicano incluye 17 bases robadas, en el que se incluyen tres estafadas por De la Cruz en la victoria del pasado miércoles 7-4 sobre los Filis de Filadelfia.
De la Cruz registra un promedio de bateo de .283 con OBP de .400, sluggin de .587 y un OPS de .987. Sostener este tipo promedios superlativos hasta el final de septiembre sería una sólida base para una candidatura a la distinción de Jugador Más Valioso.
Los números absolutos de De la Cruz también tienen altas proyecciones, iniciando por los robos que de mantener el ritmo sobrepasarían los 90 y si se une a los 47 jonrones proyectados (lleva siete, sin incluir la jornada de ayer ante los Vigilantes de Texas) entonces se trata de una invocación a la campaña de Ronald Acuña del 2023.
La “Cocoa” cuenta además con 18 carreras remolcadas (proyecta 122) y 23 anotadas (155) para redondear su combo estadístico.
Agregue un brazo de cañón y eficiencia en las paradas cortas y los fuegos artificiales prenderán de inmediato.
Pero el mundo no es perfecto, ni siquiera para un dechado de virtudes como De la Cruz. Sus 35 ponches proyectan 209 y ese es un punto a mejorar.
Con un carisma fuera de serie, chispa especial para jugar béisbol y una calidad incuestionable, Elly de la Cruz parece destinado a mandar entre los brahamanes del béisbol.
Después de una temporada baja de arduo trabajo, que incluyó tiempo dedicado a perfeccionar su bateo con el exjugador de Grandes Ligas, Fernando Tatis padre, De la Cruz está proporcionando una producción de nivel estelar para un equipo con el quinto mejor récord de la Liga Nacional.
En su primera temporada con los Rojos, De la Cruz, nativo del municipio Sabana Grande de Boyá, provincia Monte Plata, fue para el recuerdo. Disparó 91 imparables, de los cuales 15 fueron dobles, siete triples y 13 estacazos de cuatro esquinas con 67 anotadas y 44 carreras producidas en 98 partidos.