El cantautor dominicano Zeo Muñoz, natural de Navarrete, que lleva viviendo en Nueva York hace casi dos décadas, anda de gira por su patria.
Tras presentarse, una vez más, en Hard Rock Café Santo Domingo, de Blue Mall, Zeo sigue una gira por cinco ciudades dominicanas, que comienza por Santiago, San Pedro, Moca, San Cristóbal y Jarabacoa.
El concierto ofrecido en la capital le propició volver a experimentar la conexión con sus seguidores entre anécdotas, canciones y chistes.
Dos horas en las que Zeo se hizo acompañar de seis músicos y, en la mayoría de las canciones, con su guitarra, se acercó a saludar a quienes le extendían la mano, brindando con otros y entregó cada canción con la historia que tiene detrás. Había comenzado con su último disco, “Amuleto”, para después llegar al ritmo de “Amante fantasma”, a la que le siguió “Qué hago contigo”.
“Gracias por una noche más. La octava en este templo de la música y es gracias a ustedes. Aquí cantamos cosas que duelen, una que otra feliz y algunos llegan, incluso y según me han dicho, a usarme como método de sanación. Esperamos que la pasen muy bien”, sostuvo antes de interpretar “Amuleto” y “La incompatibilidad”.
Sumó otros temas que iban motivando cada vez más a sus fans a ponerse de pie o a grabar parte de sus canciones, Zeo agradeció a la banda que le acompañaba y a otros artistas que se encontraban en el público, y en un acto de espontaneidad, invitó a Obrien Luna, que le dio un importante espaldarazo en sus inicios como artista. Al jugar con los colores de cada canción, agregó otras como “La imperfecta”, “Hígado quemao”, “Los Mangos”, “Al tanto de ti”, “Abracadabra” y “No sabía de ti”, con la que se despidió.
Ñapa: su versión de “El pobre diablo” de Teodoro Reyes”, “La que se puede armar” y “Lo mas tóxico”.