El fin de año del Teatro Nacional fue con una puesta en escena que recrea los éxitos del grupo español Mecano. Una producción de José Llanos.
Cuando José Llanos vio la obra en España, enseguida quiso comprar los derechos para montarla en República Dominicana, pero su autor no quiso en ese momento. Corría el año 2005. Pasaron 11 años y se reencontró con la obra en México. Tenía algunos cambios, la negoció y logró hacerse de los derechos para el país.
Lo visto, en reposición, 28 y 29 de diciembre del 2022 en la Sala Carlos Piantini del Teatro Nacional, a lleno total, fue probablemente mejor que ambas puestas en escena.
Primero, se trata de un escenario con profundidad suficiente para que haya una mejor percepción, con ayuda de la tecnología, de lo que sucede en escena.
Segundo, algunos cambios de la versión dominicana, dinamizan más la obra.
Desde el primer minuto impacta el derroche escenográfico, con elementos (planos) que ascienden y descienden, entran o salen, lo cual le aporta a la obra una movilidad, un ritmo visual, que permite pasar las más de tres horas como si fuese poco tiempo.
Otro elemento que apoya ese lenguaje que se va construyendo es la iluminación, que junto a la proyección de imágenes por técnica de mapeo aporta elementos novedosos no vistos en la escena dominicana hasta que se estrenó esta obra el pasado 7 de septiembre.
De manera extraordinaria hay que destacar, la concatenación de la imagen animada en el momento de la crisis de Colate, magistralmente asumido por Javier Grullón, en la que podría ser su mejor actuación hasta el momento.
Pero al hablar de las actuaciones Akari Endo hace una entrega perfecta, llena de belleza, sensualidad y calidad excelsa tanto en el canto, como en el baile y la actuación. Resulta el personaje más redondo, más limpio del muestrario de Hoy no me puedo levantar. Su entrega total ocurre en el cuadro de Lía.
José Guillermo Cortines al inicio, cuando irrumpe en la habitación donde están Colate y Ana, tiene un diálogo que por momentos, de tan trepidante se torna incomprensible, red en la que cayó también Javier Grullón. Hay que cuidar la dicción.Sin embargo a lo largo de la obra, Memo hace un despliegue interesante de recursos actorales en el rol de Mario, logrando momentos de alta intensidad, como las escenas en que Colate se encierra en el baño, o la del cementerio, entre otras.
Karla Fatule muy bien en su personaje de Ana, con una interpretación final muy lograda.
Juan Luis Espinal hace un Guillermo lleno de matices y JJ Sánchez con Chakas expone una de su más convincente, orgánica y rica actuación.
El personaje de Venancio, por Irving Alberti, si bien está caracterizado con elementos externos de imagen que lo diversifican, pedía mayor interiorización, rehuirle a la comodidad de otros personajes ya asumidos anteriormente. Sobre todo cuando uno sabe la rica colección de personalidades que es capaz de expresar.
Zeni Leyva y Pamela Sued, bien en sus personajes de Patricia y Malena. Con ellas, Las Pepas entregan comicidad y carnavalismo. El Ensamble, el Coro, el Cuerpo de Baile, todos demuestran las horas de ensayos que tuvieron que pasar para lograr lo que se percibe en escena.
Desde el 2013 no subía a escena un musical con todas las de la ley. Éste por mucho, es de los mejores, y da esperanzas de una reactivación del musical dominicano en grande.
Algunos datos del musical
Título: Hoy no me puedo levantar
Autores: Nacho Cano y José María Cano
Argumento: David Serrano
Producción general: José Llano
Dirección general: María Castillo
Dirección técnica: Fidel López
Dirección musical: Junior Basurto Lomba
Dirección coreográfica: Natalie
Borsos
Dirección vocal: Paola González
Iluminación, pantalla y proyección: Backstage Productions
Elenco principal: José Guillermo Cortines (Mario), Akari Endo (María), Javier Grullón (Colate), Karla Fatule (Ana), Pamela Sued (Malena), Irving Alberti (Venancio), Juan Luis Espinal (Guillermo), Zeny Leyva (Patricia), José Luis Sánchez “JJ” (Chakas)
Sinopsis: Mario y Colate, dos amigos de provincias, viajan a Madrid en 1980 en busca del éxito musical. Consiguen trabajo en Bar 33 y con otros dos músicos conforman el grupo Rulé que gana un concurso que implica grabar un disco. Colate le dará un rumbo a su vida y Mario se enfocará en otro.